Trabajos de instalación del proyecto submarino de «Marea»
Trabajos de instalación del proyecto submarino de «Marea» - ABC

EE.UU. y España se conectan a través de una fibra óptica de 6.600 kilómetros

El cable submarino que unirá los dos países llegará a Vizcaya este martes

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España y EE.UU. estarán pronto más conectadas que nunca. Este martes desembarcará en el municipio vizcaíno de Sopelana el «Marea», un cable submarino de fibra óptica de última generación desarrollado por Facebook, Microsoft y Texius, filial de Telefónica. Se trata de un cordón de 6.607 kilómetros de longitud que abastecerá la creciente demanda de alta velocidad y de conexiones fiables para los servicios en la nube y en línea de los gigantes de Internet. Toda una proeza tecnológica que unirá por primera vez al país norteamericano con el sur de Europa.

Más allá de la espectacular longitud del cable, lo realmente valioso del «Marea» es la gran velocidad a la que es capaz de enviar y transmitir datos.

En concreto, su fibra óptica maneja 160 terabytes por segundo (Tbps), que, para los no introducidos en la materia, es una magnitud 16 millones de veces superior a la que transmite una conexión de Internet casera. Ello lo convierte en una herramienta mucho más efectiva que el satélite, y también más barata.

Por otro lado, la infraestructura hará de la provincia de Vizcaya un enclave estratégico en el campo de la transmisión de información, pues a través de Sopela EE.UU. podrá conectarse a su vez con otros países de África, Oriente Próximo y Asia.

Si las condiciones climatológicas no lo impiden, el «Marea» llegará a su destino a primera hora del próximo martes. Lo hará en barco, cuyos tripulantes se han encargado a lo largo de las tres últimas semanas de repartir el cableado por los más de seis millares de kilómetros que separan la costa de Virginia de la Península Ibérica. No ha sido una tarea fácil, pues tuvieron que asegurarse de que la fibra óptica no se viese afectada por alguno de los múltiples peligros que la acechan en el fondo oceánico. Para minimizar el riesgo, el hilo está recubierto de tres capas de polietileno, acero trenzado y aluminio que lo mantienen a salvo de las mareas y los movimientos bruscos de tierra.

El proyecto ha sido desarrollado por tres firmas de referencia del sector como son Facebook, Microsoft y Telefónica. Esta última participa a través del operador de telecomunicaciones Telxius, al cual le corresponden cerca de 28.000 metros cuadrados de dominio público marítimo terrestre. Las licencias fueron entregadas el pasado mes de abril por la Comisión Federal de Comunicaciones de EE.UU. y el Ministerio de Agricultura, y según fuentes relacionadas con la operación tienen una duración de 25 años.

Listo para diciembre

Una de las líneas rojas que puso el Gobierno para dar el visto bueno al proyecto es que no generara daños en el ecosistema de la zona. De hecho, en el pliego de condiciones quedó establecido que cualquier impacto en el medio ambiente sería supervisado por el Servicio Periférico de Costas. Por esta razón, una quincena de operarios trabaja ya en los preparativos de la instalación del cable, que partirá del edificio de Telefónica y quedará soterrado a 1.500 metros de profundidad en el fondo marino.

El enterramiento de la fibra óptica será realizado por un equipo de buzos, que trabajarán desde una profundidad de entre 15 y 20 metros. Expertos aventuran que esta fase concluirá antes de lo que se había estipulado en un principio, que era algo más de dos semanas. De esta forma, y si todo avanza según lo previsto, la infraestructura podría estar operativa el próximo diciembre.

En la actualidad, los conductos submarinos son la principal vía de transmisión de información a escala mundial. Cerca de tres centenares de cables hacen posible que la Red llegue a cualquier país. En España, uno de los más importantes es el Columbus II, que posee 12.300 kilómetros de longitud y conecta Gran Canaria con Italia.

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