Mónica R. Martínez antes de su conferencia en el evento Drawing EDucation, de la Fundación Créate
Mónica R. Martínez antes de su conferencia en el evento Drawing EDucation, de la Fundación Créate - ABC

Educación«Los profesores deben convertirse en entrenadores del aprendizaje»

Entrevista con Mónica R. Martínez, asesora de Educación de la Casa Blanca y experta en «deeper learning»

MADRID Actualizado: Guardar
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En las escuelas del siglo XXI, no se puede seguir enseñando como en el siglo XX. Ese es el punto de partida del «deeper learning», un movimiento nacido en el seno de la Fundacion Hewlett que trata de llamar la atención sobre la imperiosa necesidad de darle la vuelta a las clases si no queremos desconectar la escuela de la realidad del mundo en el que se desenvuelven nuestros jóvenes. Mónica R. Martínez, asesora de Educación de la Casa Blanca, ha pasado recientemente por Madrid para impartir unas conferencias en la Fundación Créate sobre esta novedosa metodología.

¿Qué es el «deeper learning»?

Una forma de enseñanza que busca dotar a los alumnos con el conjunto de habilidades que necesitan para tener éxito en el mundo actual.

¿Y cuáles son esas habilidades mágicas?

Son seis. Las dos primeras, de carácter cognitivo, son la adquisición práctica de los conceptos básicos del contenido académico y el desarrollo de un pensamiento crítico que les permita analizar, sintetizar y relacionar esos conceptos. Luego están las habilidades interpersonales, que son la capacidad de realizar un trabajo colaborativo y de comunicar con eficacia. Y por último, las intrapersonales, que son el aprendizaje reflexivo -aprender cómo aprender- y el desarrollo de una mentalidad académica que les haga comprender la importancia del conocimiento para afrontar cualquier tipo de reto futuro.

¿Eso no se aprende en la mayoría de las aulas?

La educación tradicional está basada y centrada en la figura del profesor como autoridad y como fuente de conocimiento. En memorizar los contenidos que el docente transmite. Nosotros ponemos el acento en que el alumno entienda los hechos claves, su impacto en otras áreas y en su propia vida. En las implicaciones que hay entre las diferentes disciplinas. Tratamos de integrar el conocimiento.

¿Pero tan malo es memorizar?

Para eso está Google

¿Y si no estoy conectado?

¿Dónde no estás conectado hoy en día? (sonríe) En serio, hay que memorizar solo lo básico. No puedo esperar conocer cada pedazo de la Historia, pero sí enseñarles a los alumnos a buscar información solvente de fuentes creíbles; a analizarla críticamente, a utilizarla correctamente. Hoy en día hay demasiados datos y nuestros jóvenes están permanentemente conectados, por eso hay que enseñarles habilidades para que exploren. ¿Queremos formar buenos estudiantes o buenos seguidores del profesor?

¿Suena muy bien. Pero eso saben hacerlo todos los docentes?

No, los tenemos que formar. Hay que convertirlos en facilitadores, en entrenadores del aprendizaje, en creadores de redes de conocimiento. Hay que enseñarles a conectar de otra manera con los alumnos, a trabajar con otros profesores las relaciones que tienen las diferentes asignaturas, a apoyarse en otros expertos para que, por ejemplo, los niños vean para qué sirven las Matemáticas y la Física. Para que sepan qué hace un ingeniero. Deben convertirse en coordinadores y líderes de equipos. No es fácil.

Realmente... no parece fácil de aplicar en un aula

La principal causa del abandono escolar temprano es el aburrimiento. La siguiente es no seguir el ritmo académico del curso, y eso sucede porque se aburren, pierden la información básica, se desmotivan y abandonan. El profesor debe conseguir que el alumno confíe en él no como autoridad sino porque este reconoce que le está ayudando a aprender. Entonces se consigue una atmósfera de auténtico respeto, los alumnos se enganchan a las clases y se convierten en estudiantes activos, en los que cualquier profesor desea.

¿Cómo introducimos en nuestras clases el «deeper learning»?

Con pequeños cambios. Por ejemplo, chequeando continuamente si los alumnos han asimilado los conocimientos impartidos. Haciendo que escriban lo que han aprendido para ayudar a otros compañeros. Dándoles oportunidades para demostrar en público el conocimiento adquirido durante el curso. Hay que trabajar mucho las presentaciones, los trabajos en equipo, el aprendizaje con proyectos y retos. Se trata de ir inculcándoles que ellos son los principales responsables de su formación y que el profesor es su guía.

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