El Papa saluda a Juan José Omella en Roma, en 2014. Se conocieron hace unos años en unos ejercicios espirituales en Pozuelo de Alarcón y mantienen comunicación telefónica directa
El Papa saluda a Juan José Omella en Roma, en 2014. Se conocieron hace unos años en unos ejercicios espirituales en Pozuelo de Alarcón y mantienen comunicación telefónica directa - ABC
PERFIL

Cura, misionero y no independentista, el turolense Juan José Omella será el arzobispo de Barcelona

Fuentes familiares confirman el nombramiento de Omella: «Estamos como si nos hubiese tocado la lotería», dicen

El prelado se implicó mucho en la vida de los jóvenes del Bajo Aragón, donde fue párroco durante buena parte de su ejercicio sacerdotal

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En la comarca del Bajo Aragón turolense, la noticia ha sido recibida con menos sorpresa de la que ha suscitado en algunos sectores de la Iglesia catalana citados por un despacho de la agencia Efe. Según esas fuentes, el nombramiento de Juan José Omella Omella (nacido el 21 de abril de 1946) como sustituto de monseñor Lluís Martínez Sistach en el Arzobispado de Barcelona habría causado desazón en algunas órdenes religiosas al considerar que el Papa Francisco iba a proponer como relevo de Sistach, que ya tenía 78 años, a su obispo auxiliar, Sebastià Taltavull, o en su defecto el actual arzobispo de Urgell, Joan Enric Vives. En su pueblo, Cretas, donde ya se habla el dialecto mezcla de catalán y castellano que de forma oficial se llama lapao y en la zona bautizan «chapurriao», nadie esperaba la noticia, pero sí confiesan que se podía ver venir.

Incluso algún paisano se atreve a decir por teléfono y desde un bar de este municipio que llevaba una carrera meteórica y que alguno hasta había hecho quinielas de que esto sucedería. Un familiar directo de Omella confirma su nombramiento y dice, literalmente, que «la familia está muy contenta, como si nos hubiese tocado la lotería a nosotros y a todo el pueblo de Cretas», comparan las mismas fuentes.

Se significó por su postura contraria al soberanismo catalán en el conflicto de los Bienes de la Franja

No obstante, el nombre de Omella saltó ya un año atrás como posible sustituto del arzobispo de Barcelona debido a su cercanía al Papa y a su conocimiento de la lengua catalana. De hecho, las mismas fuentes familiares confirman el hilo directo que mantiene con el Papa Bergoglio, que le llamó personalmente para felicitarle por su nombramiento como obispo en la diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño (el 8 de abril de 2004, cargo del que tomó posesión el 29 de mayo) y al que conoció en unos ejercicios espirituales realizados varios años atrás en la población madrileña de Pozuelo de Alarcón y que dirigió el propio Pontífice.

Cretas está ubicado en la comarca del Matarraña, cerca de la llamada Franja, la zona de Aragón, limítrofe con Cataluña. Allí todavía residen familiares de Omella, como una hermana y sus primos, a la que acudía a visitar de vez en cuando, pero reconocen en el pueblo que hace tiempo que no lo ven por allí. Omella se caracteriza por no defender postulados independentistas, se significó en contra del soberanismo en el conflicto de los llamados «bienes de la Franja». Es enérgico y habla con una voz muy poderosa. También goza de buen estado de forma, algo mitigado en los últimos tiempos por su edad, de 69 años. «Es un buen pastor, abierto, social, equilibrado y ponderado, que entiende muy bien la idiosincrasia de Cataluña, entiende el problema catalán y no es anticatalán. Es el hombre en el que el Papa Francisco confía para renovar la Iglesia en España», han opinado fuentes religiosas consultadas por Efe. En la sede de la diócesis de Calahorra, había dispuesto dos casas para acoger a refugiados, con unas 170 plazas. El pasado 27 de octubre, el que será nuevo prelado de Barcelona, declaró que los partidos políticos «deben dejar a un lado la ideología y los partidismos» y trabajar de forma conjunta y con otras asociaciones y entidades para lograr un pacto social, en el que puedan participar todos y no se aísle a nadie.

Omella fue misionero un año en Zaire
Omella fue misionero un año en Zaire - ABC

Omella es muy conocido en la Comarca del Bajo Aragón. Le recuerdan con cariño en Castelserás, un diminuto pueblo de poco más de 800 habitantes, donde llegó como párroco después de una mala temporada con su predecesor. Se internó en todas las fiestas y costumbres del pueblo y, dada su juventud (hablamos de finales de la década de los ochenta), trató de inmiscuir a los jóvenes en la vida eclesiástica. Con igual fervor estuvo en su siguiente destino, ubicado a solo 15 kilómetros: Calanda, la tierra del tambor y de Luis Buñuel. Implicado también en la vida de la comunidad, el nuevo arzobispo de Barcelona publicó un libro cuyo título habla del grado de vinculación con la tierra y sus gentes: «La Aurora de Calanda, una antigua institución», que escribió al alimón con el natural del pueblo Miguel Portolés. En una entrevista concedida al «Diario de Teruel» confesó: «Guardo un recuerdo entrañable de esa tierra bajoaragonesa y la guardo en mi corazón. Allí pasé los mejores años de mi vida,de los 30 a los 44 años de edad, la juventud adulta, a los que se suman los tres primeros años de cura en Daroca. Trabajé en el instituto de enseñanza y en la parroquia de Alcañiz, así como en Puigmoreno, Valmuel, Castelserás y Torrecilla y el último destino fue Calanda. Tengo que decir que lo mejor del Bajo Aragón es su gente: acogedora, abierta, trabajadora y muy dispuesta a colaborar y deseo que sigan así».

Sensible con la juventud

Monseñor Omella estudió en el Seminario de Zaragoza y en centros de formación de los Padres Blancos en Lovaina y Jerusalén. Muy dicharachero y de carácter afable, especialmente hacia los más jóvenes, fue ordenado sacerdote el 20 de septiembre de 1970 en Zaragoza. En su ministerio sacerdotal, trabajó como coadjutor y como párroco, y entre 1990 y 1996 como vicario episcopal en la diócesis de Zaragoza. Durante un año fue misionero en Zaire.

El 15 de julio de 1996 fue nombrado por el Papa Juan Pablo II obispo titular de Sasabe y auxiliar de Zaragoza. Fue consagrado obispo el 22 de septiembre de ese mismo año por monseñor Elías Yanes Álvarez, arzobispo de la archidiócesis.

El 27 de octubre de 1999 fue nombrado obispo de Barbastro-Monzón, esta vez en el Pirineo aragonés, de la que tomó posesión el 12 de diciembre. Actuó de administrador apostólico entre el 24 de agosto de 2001 en la Diócesis de Huesca y en la Diócesis de Jaca entre el 19 de octubre de 2001 hasta el 19 de diciembre de 2003 en ambas.

En la Conferencia Episcopal Española (CEE) es presidente de la Comisión de Pastoral Social desde el año 2003. Los periódicos aragoneses recogían con júbilo la noticia del 6 de noviembre de 2014, nombrado miembro de la Congregación para los Obispos, por el Papa Francisco, cuando se difundió la imagen del saludo entre ambos. Fue igualmente sorpresivo cuando se conoció que había recibido un voto para sustituir al hasta entonces presidente de la CEE y entonces alguien preguntó: «¿Quién es ese Omella?». Mañana viernes se conocerá oficialmente que es el nuevo arzobispo de Barcelona.

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