Imagen del huracán Matthew sobre Cuba
Imagen del huracán Matthew sobre Cuba - NOAA-NASA

¿Cómo se forma un huracán?

Estos potentes fenómenos atmosféricos son alimentados por el aire cálido y húmedo de los océanos

Madrid Actualizado: Guardar
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Los ciclones tropicales, que cuando se forman sobre el océano Atlántico y el océano Pacífico oriental se llaman huracanes, usan el aire cálido y húmedo como combustible, por eso solo se forman sobre océanos de agua templada, cerca del ecuador.

El aire cálido y húmedo sobre los océanos se eleva desde cerca de la superficie. Como el aire se mueve hacia arriba y se aleja de la superficie, queda menos aire cerca de la superficie, esto es, se crea un área de menor presión de aire cerca del océano. Entonces, el aire con mayor presión de las áreas circundantes llena el área de baja presión. Luego, este «nuevo» aire se torna cálido y húmedo y también se eleva. En la medida en que el aire cálido continúa subiendo, el aire circundante gira para ocupar su lugar.

Cuando el aire cálido y húmedo se eleva y se enfría, el agua en el aire forma nubes. Todo el sistema de nubes y aire gira y crece, alimentado por el calor del océano y el agua que se evapora de la superficie.

Dependiendo de dónde se formen girarán en un sentido u otro. Al norte del ecuador giran en sentido contrario a las manecillas del reloj, y al sur, en el de las manecillas del reloj.

Por lo general se debilitan cuando tocan tierra, porque ya no se pueden «alimentar» de la energía proveniente de los océanos templados, aunque no siempre pasa eso y avanzan tierra adentro causando mucho daño por la lluvia y el viento antes de desaparecer por completo.

Sin embargo, en el caso de Matthew, ha pasado de alcanzar la categoría 5 durante unas horas cuando pasó cerca de Colombia, después se mantuvo en 4, bajó a 3 a su paso por Cuba y Haití y estaba previsto que en la tarde del jueves alcanzara de nuevo la categoría 4.

«Lo normal es que se debilite una vez y ya permanezca así, este reforzamiento no es tan habitual», explica a ABC Alejandro Roa, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Y la explicación está precisamente en cómo se alimentan los huracanes. «La fuente de energía de los huracanes es el calor latente sobre los océanos y por eso cuando llegan a tierra se debilitan, incluso bruscamente. En este caso al haber pasado por tierra, pero en dos islas, la isla de la Española, donde está Haití y República Dominicana, y Cuba, Matthew se debilitó, pero luego entró de nuevo en mar abierto, porque las islas de Bahamas por donde pasó el jueves por la tarde son minúsculas y casi ni sobresalen del mar, de ahí que se haya reforzado en su camino hacia la costa este de Estados Unidos», añade.

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