Ciencia, la cumbre y la base

En la actualidad no pasamos del 1,2% del PIB de inversión en I+D

César Nombela Cano

Crece la admiración por la obra del microbiólogo alicantino Francisco Martínez Mojica, al tiempo que los investigadores lo consideran acreedor de los máximos galardones. Años de trabajo paciente le llevaron a analizar, describir y dar nombre un fenómeno biológico, CRISPR , por el que las bacterias reconocen el DNA de virus que les han infectado, destruyendo al virus si se produce un nuevo ataque. De estas observaciones, con el trabajo de investigadores de todo el mundo, surge una tecnología basada en moléculas de ácidos nucleicos y enzimas, que permite «editar» el material genético de cualquier célula, bacteriana, vegetal o animal. Editar significa modificar con precisión cualquier gen o grupo de genes de cualquier célula viva.

Hay precedentes de hallazgos, como el de las enzimas de restricción o la llamada PCR, altamente reconocidos por sus aplicaciones en todo tipo de organismos. Pero, la tecnología CRISPR, basada en los hallazgos de Mojica, va camino de una aplicación tan universal que se hace fundamental para la Agricultura, la Ganadería, la Medicina Humana, incluso las Tecnologías de la Información. Su utilización en terapia génica, tras décadas de fracasos en los intentos de corregir enfermedades genéticas en humanos, es ya una realidad.

Un investigador como Mojica que en España alcanza la cumbre, al desarrollar conocimiento que está revolucionando las Ciencias de la Vida y la Biomedicina, vuelve a suscitar la permanente cuestión de cómo asentar mucho mejor nuestra base de creación de conocimiento y tecnología. Cuando España está a la búsqueda de un gobierno estable, cabe recordar que los partidos políticos principales señalaban, ya en los noventa, que el objetivo era alcanzar el 2% del PIB de inversión en I+D . El máximo alcanzado no pasó del 1,3% y en 2008, justo cuando se crea un Ministerio de Ciencia e Innovación comenzó a descender, en la actualidad no pasamos del 1,2%. Educación y Sanidad, las dos grandes cuestiones que reclaman estabilidad al margen de quién gobierne. La actividad científica de calidad estará en la base de todo ello.

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