Vista de la pasarela Léopold Sédar Senghor parcialmente sumergida por la crecida del río Sena en París
Vista de la pasarela Léopold Sédar Senghor parcialmente sumergida por la crecida del río Sena en París - EFE

El centro de Europa, en vilo por la crecida de sus ríos tras varios días de intensas lluvias

El Sena alcanzó este sábado su pico máximo y empieza a descencer. Las tormentas han dejado miles de evacuados y al menos 15 muertos en Alemania, Francia, Bélgica y Rumanía

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Una cola de unas 200 personas esperaba ayer a las puertas de la Spaarkasse de Pfarrkirchen, en la Baja Baviera, donde comenzaban a entregarse las ayudas de urgencia de 1.500 euros por damnificado a las víctimas locales de las inundaciones. En la fila, ojerosos, desaliñados y con visibles ojeras, lo vecinos se iban poniendo al tanto del estado en que han quedado sus propiedades y comentaban entre susurros el destino de Konrad, un jubilado de 75 años de Simbach am Inn que quedó atrapado en su casa. Los buzos tuvieron que interrumpir la búsqueda el jueves, 24 horas después de su desaparición y cuando las fuertes corrientes impedían su trabajo.

La muerte de la abuela, la madre y la hija

El temporal ha dejado al menos 11 muertos en este país, la mayoría de las 15 víctimas registradas a escala europea.

El caso que más ha conmocionado a los alemanes es el de las tres generaciones de una familia que han perdido la vida bajo las aguas. Abuela, madre e hija, de 78, 56 y 28 años, que no lograron refugiarse a tiempo de una corriente torrencial por la lentitud de la mayor de ellas y cuyos cuerpos fueron hallados a varios kilómetros de distancia.

Las tormentas se prolongarán hasta la semana próxima, aunque se desplazarán lentamente en dirección sur, según los servicios meteorológicos, que a duras penas logran explicar el origen de las intensas lluvias que mantienen en alerta a buena parte de Centroeuropa. «Las altas temperaturas de junio, con el sol en posición vertical sobre la región, calientan las aguas de los numerosos lagos y mares próximos. Mientras el aire caliente sube, fluye a través del frío y el vapor se condensa con gran rapidez», explica el meteorólogo Volker Wünsche. «Actualmente se encuentra sobre el centro de Europa un gran área de bajas presiones y hay demasiado poco viento, por lo que las borrascas no se trasladan y sigue lloviendo torrencialmente sobre el mismo punto durante tiempo más prolongado», indica, anotando que se han registrado precipitaciones de hasta 67 litros por metro cuadrado en apenas media hora.

«Unos 600 voluntarios llegados de pueblos de alrededor nos han ayudado a formar una barrera con 68.000 sacos de arena y eso es lo que nos ha salvado», agradece el alcalde de Pegel, en Renania del Norte-Westfalia, que cuenta todavía con 35.000 sacos más de reserva para evitar que se desborde el río Issel a lo largo del día de hoy, anegando el centro del pueblo. «Mañana, decía anoche, será el día decisivo».

Riesgo a partir de los 7 metros

En París también este sábado también era clave por la crecida del río Sena. Pero el nivel del río Sena a su paso por París comenzó a bajar de forma muy lenta tras alcanzar un pico de 6,09 metros a las 03.00 hora local, según el servicio de prevención de crecidas francés, Vigicrues. Seis horas más tarde de registrar ese máximo, a las 09.00 de la mañana, la altura en la parisina estación de medición de Austerlitz llegaba a los 6,05 metros.

«El riesgo para personas y transportes comienza a partir de los 7 metros», aclaró ayer Marc Meunier, prefecto de la zona de París. Algunos tramos de la línea C del RER de cercanías fueron suspendidos y el presidente Hollande declarará el estado de catástrofe natural para las zonas más afectadas por el temporal el próximo miércoles.

París experimenta su mes de mayo más lluvioso desde 1873 y en los departamentos de Loiret, Seine-et-Marne e Yvelines, 10.000 hogares se han visto privados de electricidad.

Los servicios meteorológicos prevén nuevas lluvias este fin de semana, especialmente en el norte y noroeste de Francia, aunque sin parangón con las registradas en los

últimos días. Ahora mismo doce departamentos de Francia se hallan en alerta naranja por las crecidas, y ninguno en alerta roja, tras unos días en los que han muerto cuatro personas y unas 20.000 personas han sido evacuadas.

En alerta continúa también Bruselas y la región de Flandes, donde se esperan hoy hasta 37 litros por metro cuadrado. Varias carreteras del sureste belga han sido cortadas, como la Nationale 4, pese a ser la única vía de acceso a varios municipios.

Las lluvias también han llegado a Rumanía, donde ya hay al menos dos muertos y más de 2.000 personas han sido evacuadas.

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