En forma

Las dos caras del crossfit

La moda de los ejercicios de alta intensidad aumenta, aunque no está exenta de riesgos sin una muy buena preparación y un buen entrenador

Ejercicio de una clase de crossfit José Ramón Ladra
Laura Marta

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Una rueda de tractor gigante, sacos de arena apilados en el suelo, cuerdas con y sin nudos colgando del techo, pesos de diferentes formas y tamaños desperdigados por la estancia. En medio de todo este material tres personas realizan ejercicios de estiramiento. Acaban de terminar una clase de crossfit . El sudor y el cansancio no les impide continuar en la sala para retomar una barra de halterofilia y levantarla una y cien veces para aumentar la fuerza de sus brazos y de su espalda o coger un cajón en el que realizar saltos para potenciar las piernas.

El crossfit no es un gimnasio al uso. Es un deporte que, como todo lo relativo a la gimnasia y al fitness, llegó de Estados Unidos y de los entrenamientos para las fuerzas especiales de seguridad . Llegó a España con la fuerza suficiente como para atraer a miles de personas que buscan superarse cada día con una práctica que va más allá de las máquinas y las clases de zumba. «Es un deporte de alta intensidad cuya finalidad es ser lo más completo posible. No son las máquinas del gimnasio sino que aquí utilizas tu propio cuerpo con pesos de autocarga. Por eso se adapta a todo el mundo », explica Francisco Piñera, profesor y director del «box» (así se llama el lugar donde se practica) crossfit Invencibles. Las clases, de unos 50 minutos, se desarrollan con calentamiento previo, y estiramiento final. En medio, un día de trabajo («Workout of the day», en su lenguaje materno, el inglés) en el que se combinan diferentes ejercicios funcionales (sentadillas, levantamiento de pesos, carrera, saltos, dominadas...) realizados en cortos periodos de tiempo y con descansos también muy cortos. Intensidad que crece con el alumno. «Busca a la persona completa: agilidad, velocidad, fuerza, coordinación... Es un entrenamiento para ser más capaces. Y no de levantar una rueda, sino de aprender a cómo gestionar los pesos y tu propio cuerpo porque no vas a levantar una rueda en tu vida diaria, pero sí las bolsas de la compra o un sofá o a tu sobrino o a tu nieto», añade Aarón Cordero, «head coach» del Crossfit Singular Box .

Las clases son dinámicas, nunca una es igual a la del día anterior, para buscar que el cuerpo comience a estar preparado para todo tipo de ejercicios y para evitar, como ocurre muchas veces, caer en la rutina. «Todos los días es algo diferente y eso te motiva porque no sabes qué vas a trabajar ese clase. Y ves que tienes resultados por ti mismo en poco tiempo », explica Piñera.

Cada uno se marca sus objetivos, sus rutinas y sus días de entrenamiento. «Y viene gente muy diversa. Tenemos a un campeón de España de judo y a personas que, simplemente, quieren tener una mayor calidad de vida y aprenden los ejercicios para fortalecer su cuerpo», añade Piñera. No obstante, también recalca que los resultados llegan, pero después de una adaptación que debe ser apropiada y no es inmediata. « Hay que tener paciencia para aprender bien la técnica . Se trabaja con todo el cuerpo, no solo una parte, y cuanto más constante eres, mejor», prosigue. «Los alumnos deben ir familiarizándose poco a poco con los ejercicios, y siempre tratamos de saber de dónde viene, individualizarlo lo más posible para que también su evolución sea mejor. Todos partimos de diferente forma. Si quiero llegar a correr un kilómetro empezaré con cien metros», dice Cordero. En esa adaptación reside también parte del atractivo del crossfit. «Viene gente que no ha hecho deporte nunca. Le ha llamado la atención y se apunta. Al principio cogerá un balón que apenas pese, o la barra de plástico. Y poco a poco irá viendo que puede coger un poco más y un poco más», continúa Piñera.

«La alta intensidad se define individualmente a pesar de que el entrenamiento sea colectivo. Y todos van a entrenar dando su máximo dentro de sus diferentes capacidades. Siempre con la atenta mirada de un entrenador que sabrá asistirte en todo lo que el alumno necesite. Esto incluye ofrecer de forma específica adaptaciones al Work Out Of the Day para cada uno de los integrantes de la clase y que prevalezca la técnica por encima de todo. Por definición en este deporte primero se construye la técnica y después la intensidad, el volumen , la velocidad … pero no puede ser de otra manera que comenzando por la técnica», corrobora Anabel Ávila, entrenadora personal, especializada en crossfit .

Sombras

El crossfit se multiplica en España y se profesionaliza. Tiene sus propios «Juegos Olímpicos» y hasta se puede vivir de ser practicante. Pero también hay sombras sobre este deporte de moda. «El gancho es que es divertido, motivante y exigente, pero no podemos olvidar que son ejercicios para los que se tiene que estar muy bien preparado -explica Alberto García Bataller, entrenador y profesor de INEF-, como actividad física en sí misma no es mala, pero viene del mundo militar. Se ha incluido como actividad de ocio para todos, sin saber de dónde venimos, a veces sin catalogación de intensidad o pensando solamente en lo bien que está la persona que lleva haciendo crossfit mucho tiempo. Hay que tener una muy buena técnica de base para evitar problemas graves porque es precisamente tu propio cuerpo el que hace todo. Hay ejercicios que por sí mismos son lesivos si no se hacen a la perfección. Y las lesiones no son de torcerse un tobillo».

Es imprescindible que cada persona sepa las dificultades que tiene y los posibles problemas que pueden causar en su cuerpo estos ejercicios de gran intensidad. Y no saltarse jamás la teoría. «La gente debe olvidarse de los cuerpos que aparecen en la publicidad. Hay ejercicios complejos que necesitan paciencia para explicarlos, asimilarlos y para aprender los movimientos sin riesgo de lesión», observa Cordero. «Hay que ser cuidadoso en todo momento. El nivel de exigencia que se pide, de la competitividad con el compañero , con continuas necesidades de vencer a los demás, con el tiempo de récord, o buscando el mayor número de repeticiones, aumenta el nivel de estrés, que no siempre es sano para los músculos y porque se pierde fácilmente la concentración a la hora de realizar bien el ejercicio», subraya García Bataller.

Buenos entrenadores

« Sí, ha habido lesiones. Pero esas llegan porque no ha habido un buen entrenador . Hay gente poco capacitada para dar clases, y ese miedo se ha extendido. El crossfit en sí mismo no es lesivo, lo es tener un mal entrenador. Nosotros estamos en constante evolución. Tenemos nuestra titulación y luego vamos haciendo cursos. No paramos de aprender para poder enseñar bien. Lo imprescindible es que los alumnos vean que nos preocupamos, que siempre están dirigidos y con correcciones para mejorar técnicamente», observa Cordero. «El entrenador debe saber pautar en todo momento al alumno, pero hay perfiles de personas que creen saber más que los propios profesionales del deporte. Son normalmente este tipo de personas las que antes se lesionan. Hay que tener en cuenta que cada uno es responsable o irresponsable de sus actos. Si entrenas con lógica (la del alumno porque es quien vive las sensaciones y las del entrenador que es el experto) no tiene por qué haber miedo a lesiones».

Porque cada persona tiene una velocidad y unas capacidades distintas, y hay que adaptarse a la mujer de 20 años y al hombre de 60. «El crossfit es complejo porque lleva muchos deportes en sí. Tienes que estudiar muchas disciplinas: halterofilia, cuerdas, peso, abdominales, remo... », indica Piñera. «Por ahí siemper puede haber algún entrenador que no sea bueno, como en todas las profesiones. Pero si algo bueno tiene crossfit es que genera verdadera pasión, y la mayoría de personas que están en este entorno están intentando siempre aprender a ser mejores, no dejan de estudiar para aprender y seguir dando un servicio de calidad», continúa Ávila. «Es cierto que parece una moda, pero al fin y al cabo es deporte. Mucho del miedo que hay sobre el crossfit es desinformación y malas clases», completa Cordero. Es crossfit: adrenalina, capacidad, técnica, control, precaución y retar a tu propio cuerpo.

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