24 segundos: el tiempo de una vida en la carretera

La Organización Mundial de la Salud urge a los países a controlar la velocidad, mejorar las carreteras y obligar al uso del cinturón y el casco

Una persona murió y otra resultó herida grave en una colisión entre una furgoneta y un camión el pasado 16 de octubre, en San Cristovo de Cea (Orense) EFE

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Cada 24 segundos se registra una muerte en algún tramo de carretera del planeta. El dato es tan escalofriante que la Organización Mundial de la Salud ( OMS ) llama, en su Informe global sobre Seguridad en las Carreteras publicado ayer, a acelerar medidas en los países porque la sangría sobre el asfalto, lejos de amainar , se ha elevado un 8% respecto al anterior análisis (de hace tres años). Se pierden 1,35 millones de vidas cada año y la OMS urge a hacer un frente común y decisivo en los estados para reducir a la mitad ese dato antes de 2030.

Del estudio dado a conocer en Ginebra –que recoge las últimas cifras completas del año 2016– sobresale la conclusión de que estos siniestros viales son la principal causa de muerte en niños de entre 5 y 14 años y en jóvenes de 15 a 29 años. Las lesiones que se derivan de los accidentes de tránsito representan la octava causa de muerte entre los adultos de todo el mundo .

En la intervención del pasado viernes del director del área de Enfermedades No Transmisibles, Discapacidad y Violencia de la OMS, Etienne Krug, no cupieron las medias tintas. Krug hizo un ejercicio de futuro: al ritmo actual, dijo, veinte millones de personas morirán y mil millones resultarán heridas en accidentes de tráfico en las próximas dos décadas, a menos que se tomen medidas realmente eficaces para prevenirlos. «El precio de estas muertes es demasiado elevado y no hay excusa para no tomar medidas», declaró, por su parte, el director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyeus . «La seguridad vial es un problema que no recibe en absoluto la atención que merece, y realmente es una de nuestras grandes oportunidades para salvar vidas en todo el mundo», aseguró Michael R. Bloomberg , fundador y director ejecutivo de Bloomberg Philanthropies y embajador mundial de la OMS para esta tarea.

Causas idénticas

Los cinco continentes están hermanados en las causas. No hay diferencias entre los principales factores que desembocan en accidentes, a saber, los comportamientos irresponsables de conductores y pasajeros, la utilización de teléfonos móviles, el estado técnico de los vehículos y la calidad de las infraestructuras y señalizaciones viales. Por categorías de usuarios en la vía, el informe de la OMS especifica que un 26% de los fallecidos en todo el mundo son peatones y ciclistas. Si se añaden los motociclistas, el porcentaje crece hasta el 54%.

Como aspecto «moderadamente» positivo, el informe destaca una estabilización en el número de fallecimientos per cápita, un indicador que en anteriores informes fue en aumento y que indicaría que los países de ingresos medios y altos han mejorado sus políticas de prevención. Eso se ha traducido en más legislación para combatir la conducción bajo los efectos del alcohol y el exceso de velocidad, mejores infraestructuras, tales como carriles para ciclistas y motociclistas, caminos para los transeúntes, y campañas para fomentar u obligar el uso de cinturones de seguridad, cascos y sillitas para niños.

Tales medidas, destaca el documento de la OMS, han contribuido a una reducción en el número de muertos en 48 países de ingresos medios o altos, aunque, por el contrario, ningún país de ingresos bajos ha conseguido reducir este indicador, en parte, por la ausencia de campañas de este tipo. De ahí que el riesgo de perecer en accidente de tráfico en África, la región con peores tasas de siniestralidad del planeta, sea tres veces mayor (26,6 muertes por 100.000 habitantes) que en Europa, la zona con mejores números relativos (9,3 por 100.000). La comparativa que establece la OMS es que si los países de ingresos bajos congregan un 1% de los vehículos del mundo y el 13% de las muertes; los estados ricos acumulan el 40% de los vehículos, por un 7% de las muertes.

Por último, preguntado por el impacto que tendrá la masificación del uso de bicicletas eléctricas –que pueden alcanzar velocidades comparables a las autorizadas para los vehículos en las ciudades–, de patinetes eléctricos y otros dispositivos similares, Krug emplazó en su intervención ante la prensa que dependerá de cómo sean utilizados y de la regulación que se les aplica, informa Efe. «Cuanto más desregulado esté su uso más peligrosos serán», defendió.

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