El Papa Francisco, a su llegada a la Audiencia General
El Papa Francisco, a su llegada a la Audiencia General - efe
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«La alianza entre el hombre y la mujer es la respuesta a los desafíos del mundo actual»

En la audiencia de este miércoles el Papa ha valorado su viaje a Cuba y a EE.UU. y ha expresado que «la libertad con dignidad hace vibrar el corazón de los jóvenes cubanos»

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Haciendo balance de su largo viaje a Cuba y Estados Unidos, el Papa Francisco ha manifestado que «el culmen del viaje ha sido el Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia».

Ante más de cincuenta mil peregrinos que participaban en la audiencia general del miércoles, Francisco ha reiterado que «la familia, es decir, la alianza fecunda entre el hombre y la mujer es la respuesta a los grandes desafíos del mundo actual».

Entre ellos citó específicamente «la fragmentación y la masificación, dos extremos que conviven, se alimentan recíprocamente y, juntos, sostienen el modelo económico consumista».

Además de paliar los dos problemas de fragmentación y masificación, la familia, según el Papa, «es modelo de gestión sostenible de la creación, sobre los principios de comunión y fecundidad con que fue querida e instituida por Dios».

En su resumen del viaje, el Santo Padre manifestó que en Cuba «he podido compartir con el pueblo cubano la esperanza de que se cumpla la profecía de san Juan Pablo II: que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba».

Según Francisco, la perspectiva de «no más clausuras, no más explotación de la pobreza, sino libertad con dignidad, es el camino que hace vibrar el corazón de tantos jóvenes cubanos. No es un camino de evasión, de ganancias fáciles, sino de responsabilidad, de servicio al prójimo y de cuidado de los más frágiles».

El Papa ha relatado que «en Estados Unidos he podido apreciar su gran patrimonio espiritual y ético, sobre el principio de que todos los hombres son iguales y dotados de derechos inalienables como la vida y la libertad».

A su vez, «en Naciones Unidas he querido renovar el apoyo de la Iglesia católica a esta institución en la promoción de la paz, recordando también la importancia de frenar y prevenir toda clase de violencia contra las minorías étnicas y religiosas y contra la población civil».

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