«Vigilantes» para garantizar una mejor convivencia

Agentes de Emvisesa supervisan el estado de los bloques y la «paz» entre vecinos

Bloque de viviendas en Parque Alcosa Vanessas Gómez

Eduardo Barba

Emvisesa inició hace unos días un proyecto pionero con un servicio de agentes de proximidad que dará cobertura a más de 2.600 familias inquilinas de las viviendas de esta empresa municipal . La iniciativa, que presentó el gerente de la compañía pública, Felipe Castro , cuenta con un presupuesto de 144.000 euros, está destinada a mejorar la conservación de las viviendas, así como establecer medidas que garanticen una adecuada convivencia y atención social, además de realizar un seguimiento de pisos en cuyo interior no residan los inquilinos y que, por tanto, puedan ser adjudicados a otras personas con necesidades sociales. Estos agentes desarrollarán labores de mantenimiento, pero también las propias de un conserje e incluso las destinadas a que se mantenga la convivencia en los bloques , donde los problemas de esa índole no son escasos.

Para buscar una salida a esos conflictos de convivencia, Emvisesa está aplicando desde hace meses, además, un plan de normalización y regularización de aquellas promociones que concentran mayor número de ocupaciones. En los bloques que se encuentran en esta situación se producen destrozos y problemas de convivencia muy frecuentes creados por los ocupantes, conflictos que «provocan el abandono paulatino de sus legítimos adjudicatarios», según el último balance que hizo público la Oficina Municipal del Derecho a la Vivienda (OMDV) . En estos casos, además, esta salida de inquilinos cansados de esos problemas incrementa el riesgo de nuevas ocupaciones en los pisos, pues frecuentemente se llevan a cabo por miembros de un mismo círculo familiar aprovechando las circunstancias.

La primera promoción donde se aplicó el protocolo fue la citada de Torreblanca (Modecar) , junto al centro cívico del barrio. Allí llegó a concentrarse nada menos que el 70% de las viviendas ocupadas de todo el parque público de alquiler, lo que generó situaciones de insalubridad en algunas zonas comunes de estos bloques. De hecho, el Ayuntamiento hizo una inversión de más de 200.000 euros para recuperar las condiciones de habitabilidad y se pusieron en marcha intervenciones en coordinación con la Policía Nacional por los usos irregulares de sótanos en los que se detectaron peleas de gallos y perros de presa. Además, se activó una mesa de trabajo en coordinación con el distrito con el objetivo de garantizar la seguridad y la convivencia en el bloque y en su entorno. Fruto de todo este trabajo, la OMDV expuso que, en sólo unos meses, las viviendas ocupadas se han reducido hasta suponer un tercio del total. El protocolo de Emvisesa consta de medidas que contemplan desde desalojos a programas educativos y acuerdos para establecer unas cuotas de alquiler.

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