Verano en Sevilla: La «costa» del Guadalquivir
Sevilla no tiene playa, pero tiene un río que vertebra gran parte del ocio de la ciudad durante el verano
Cuando llega el verano, la mayor parte del turismo, no solo nacional sino por supuesto también internacional, opta por irse a zonas de playa, lugares en los que poder pegarse un buen chapuzón y mitigar los efectos del calor. Andalucía está repleta de playas maravillosas , desde Huelva hasta Almería. Pero no son pocos los visitantes foráneos que llegan a Sevilla, y aunque no se lo puedan creer, también disponen de la posibilidad de refrescarse con su particular «costa».
Costa Guadalquivir
Por supuesto, no hay mar que llegue hasta Sevilla. Quizás en unos siglos y a causa del deshielo eso pueda suceder, pero de momento este no es el caso. Sin embargo, los propios sevillanos son los que han hecho del río Guadalquivir su particular costa, y en verano se convierte en uno de los principales ejes de ocio , ya que cuando uno se acerca a las aguas, se puede notar claramente un agradable descenso de la temperatura.
Desde el muelle de las Delicias
Gracias a la ampliación del paseo hasta la zona del Muelle de las Delicias, Sevilla presenta una amplísima área visitable al río, con diferentes zonas y distintos ambientes. Precisamente el Muelle de las Delicias dispone de una de las ofertas de ocio más interesantes y nuevas, con el Acuario de Sevilla, recién ampliado, pero es que además se han creado muchos pubs en los que disfrutar de la bebida y el descanso, con veladores desde los que se ve el agua, como si de un paseo marítimo se tratase.
Pasando la Torre del Oro nos presentamos en la zona de paseo más tradicional, con su reflejo en plena calle Betis. Pero el camino sigue más allá del puente de Isabel II con una amplia zona ajardinada donde la gente aprovecha para tumbarse sobre el césped y disfrutar de la tranquilidad o de las reuniones de amigos. Enlazamos con el gran paseo que es la Calle Juan Carlos I, un lugar ideal para pasear a última hora de la tarde y sentarse junto al agua, y pasado el Puente del Alamillo, el Camino Viejo de la Algaba nos lleva hasta la zona más alejada del centro.
Actividades de playa
Además, no son pocas las actividades acuáticas que se pueden llevar a cabo en las orillas sevillanas del río Guadalquivir. Existen distintos tipos de embarcaciones en las que poder navegar, desde las más grandes y turísticas, hasta otras pequeñas y privadas en las que incluso pueden servirte un cóctel. Y para los más deportistas, siempre pueden coger los remos y recorrer el río en piragua, solos o en compañía de un tour. Incluso los más atrevidos son capaces de lanzarse a pegarse un baño en alguna de sus orillas.
Y es que aunque Sevilla no tenga mar, tiene la interesante y preciosa costa del Guadalquivir, unas aguas donde por la noche se reflejan las luces de la ciudad y donde disfrutar de los preciosos atardeceres de la capital hispalense.
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