Generación 2029

Sofía Suárez: El baile cortado de perfil

A sus 19 años se ha convertido en la promesa flamenca de Utrera

Especial 90 años de ABC de Sevilla: «1929-2019. Impulso de futuro»

Sofía Suárez sobre el escenario durante una de sus actuaciones ABC

Luis Ybarra Ramírez

Sofía Suárez busca a través del baile flamenco una receta deliciosa que cautiva a quien la contempla. Sus manos guardan caricias propias de la escuela sevillana, pero tiende a romper la pose infinita con el arrebato que ha tomado en su tierra: Utrera. Es decir, que tiene tintes de rabia y de dulzura a partes iguales. Quizá por momentos. Algo que, de pronto, la convierte en diferente. Ella, sin embargo, asegura que sólo quiere ser bailaora profesional y llevar el nombre de su pueblo como apellido artístico. Si esa es su pretensión principal, entonces no llamadla más Suárez, sino de Utrera. Sofía de Utrera .

La biznieta de Antonio Peña «El Cuchara» e hija del guitarrista Pitín , tras su puesta de largo sobre las tablas, se ha convertido en una esperanza viva del baile sencillo y de raíz . Su aparición en el espectáculo «La savia del tronco», dentro del marco de La Bienal del año 2018, descubrió en el teatro Lope de Vega de Sevilla a una artista que tiene naturalidad y fondo. Dotes para tomar el cetro de lo jondo y destellos de gracia que solo el tiempo y el trabajo podrán pulir.

Parece que estamos ante el último eslabón de una saga que conserva el paño de lo genuino de puertas adentro, porque en su familia el flamenco no es síntoma de lucidez, sino de hábito. Una tradición que viaja por la sangre a través de fiestas y reuniones. «Más adelante, además, he aprendido la técnica necesaria junto a mi madre, Agui Arena , y otros maestros como Rubén Olmos y Rocío Coral . Ahora también estoy formándome en la danza clásica , que es importante conocerla porque te aporta distintos matices», apostilla. ¿Un sueño? Pisar un escenario junto a su mayor heroína: Manuela Carrasco . De nuevo, temple y brío.

Fue una de las revelaciones de la pasada Bienal de Flamenco por su elegancia sobre el escenario del teatro Lope de Vega junto a familiares y paisanos

A sus 19 años, la utrerana ha compartido cartel con algunas de las primeras figuras de su ciudad natal, como el cantaor José Valencia , para mostrar sus credenciales como artista. Suya es la estampa a la que todos miran de soslayo para no comprometerla. Más que una promesa, una bendición o una suerte. La garantía de la continuidad de un arte cabal y profundo que sus propios ancestros construyeron.

Sofía Suárez es por eso un tatuaje en el reverso de la piel. Un secreto que se pasea de puntillas por el Arco de la Villa y despierta sueños remotos que ahora apuntan a hacerse realidad. Todos la observan con hambre, pero quieren que coma despacio, como su baile. Utrera ansía tener a una joven que despierte delirios en la generación a la que pertenece y ella trabaja duro en el presente para conquistar con acierto el futuro. ¿Pero qué rostro tiene ese futuro? Pues uno que se parece «a la fuerza de los míos combinada con técnicas nuevas ». Hace tiempo que la llamaron los duendes y desde entonces se ha propuesto no dejarlos escapar.

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