Sevilla

El rincón de... Antonio Rescalvo Vizcaíno: «No soy turismofóbico pero sí que hay que ponerle controles al turismo»

Es profesor de Lengua francesa y jefe de estudios de un centro educativo calificado de «alta dificultad». Pero lleva sin moverse de ese volcán de dificultades 38 años.

Antonio Rescalvo Vizcaíno en uno de sus rincones preferidos junto a los Jardines de Murilo Rocío Ruiz

Félix Machuca

¿No tiene intención de cambiar de instituto?

No tengo previsto cambiar de centro porque me siento muy implicado en aportar mi granito de arena y hacer más feliz la vida de estos chavales.

Perdóneme si le suena irónico.¿ Pretende usted enseñar lengua francesa cuando, difícilmente, algunos de sus alumnos, manejan con gran dificultad la propia…?

La verdad es que no. Poco a poco se consigue que prenda su interés por otras culturas. Y aunque no se consiga alcanzar los niveles de otros centros, siempre se cosechan satisfacciones.

¿Sería justo hacernos una idea de su trabajo en el instituto como reflejan algunos videos virales de escuelas francesas donde los alumnos destrozan aulas y la seguridad de los profesores?

No. No es exactamente. Conseguimos que las instalaciones se mantengan en buen estado y aunque hay dificultades no alcanzan los niveles que vemos en eso videos virales.

¿Lo más duro que le ha pasado a usted dando clases qué ha sido?

Algún alumno empiece a gritar desaforadamente sin motivos aparentes. O no conseguir que los niños no utilicen el móvil en clase. Aunque creo que esto último es común a muchos otros centros.

Si apenas hay sucesos reseñables ¿por qué es un centro de «alta dificultad»?

Porque los resultados globales de promoción y asistencia a clases no son los adecuados, hay mucho absentismo escolar.

En 38 años de docencia en el centro ¿Han cambiado los hábitos escolares y la conducta de los estudiantes a bien o a mal?

Desde la última crisis para acá los chavales de secundaria llegan con niveles educativos más bajos y con pocas habilidades sociales

Pero me da la sensación de que el problema del Polígono Sur no es de dinero. Creo que no hay barrio en Sevilla que lleve invertido el dinero que ha llovido en ese barrio.

Es cierto. Pero nunca existió una política integral que abarque a la familia y además de ayuda se le exija responsabilidades. Si un padre no comparte la política educativa y correctora de un centro no debería tener determinadas ayudas sociales.

Hay otras zonas con dificultad en Sevilla. Por ejemplo, la de su arbolado. ¿Qué está pasando con la tala y la poda de la masa forestal de la ciudad?

Que se ha dejado el mantenimiento del arbolado en un servicio externo y no hay control municipal de lo que se está haciendo. Por lo que se poda y tala a destiempo y mal.

Dicen que a Sergio Ramos le ha caído un multón por talar noventa árboles. ¿A quien habría que multar o sancionar en Sevilla por el trato dado a su arboleda?

A los responsables municipales.

Pero siempre pagaría el ciudadano a través de los impuestos, para que los responsables reales se fueran sin despeinarse.

Eso habría que cambiarlo. Deberían pagar los responsables políticos directos tanto en ese asunto como en otros de comisiones ilegales, corruptelas y gastos negligentes.

Tampoco los ciudadanos menos sensibles cooperan mucho. Hay quien ciega los alcorques de los árboles porque les molesta tenerlos delante de sus casas y negocios.

Y yo le respondo que hay muy pocas sanciones al respecto. Cosa muy negativa porque se une el hambre con las ganas de comer.

Es usted profesor de instituto, un ciudadano muy ecológico y me gustaría saber si también es turismofóbico.

En absoluto. Pero sí estoy por poner ciertos controles al turismo.

Dígamelos…

Por ejemplo: impedir la gentrificación del casco histórico de la ciudad

Disculpe, ¿qué significa el palabro gentrificación?

Convertir el centro histórico en zona excluyente para los sevillanos.

¿Está a favor de la tasa turística?

Por supuesto. Está demostrado que la tasa no funciona en ninguna ciudad como elemento disuasorio de visita. Lo recaudado debería revertir en el adecentamiento de la ciudad y sus monumentos emblemáticos.

De un tiempo a esta parte parece que gran parte de los desajustes de la ciudad es culpa del turismo. Veladores, pisos turísticos, masificación de edificios emblemáticos. Digo yo que alguna responsabilidad será nuestra ¿no?

No hemos sabido proteger elementos tradicionales que abarcan desde el comercio hasta las viviendas. Y eso hay que regularlo.

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