Sevilla

La Policía no obtiene información de la «caja negra» del ascensor en el que murió una mujer en Valme

Los datos de las operaciones se pierden del sistema cuando se desconecta de la red eléctrica

Patrullas de la Policía Nacional en el Hospital Virgen de Valme el día del trágico suceso Rául Doblado

J.D.

La Policía Nacional no ha podido extraer datos de la memoria de la CPU del ascensor del Hospital Virgen de Valme de la capital en el que murió la joven Rocío Cortés el 20 de agosto de 2017 cuando era trasladada tras dar a luz a su tercer hijo, por lo que el análisis de la «caja negra" del elevador siniestrado no va a arrojar luz a este trágico suceso y en cuya causa judicial están siendo investigados el celador de la camilla y el ascensorista.

Este informe de la Sección de Ingeniería e Informática Forense de la Comisaría General de la Policía Científica era muy esperado por la familia de la joven fallecida, pues, a juicio del abogado de la misma, José María Núñez, iba a servir para esclarecer «la avería del ascensor si la tuviera y por qué inició la marcha con las puertas abiertas». Y es que, según el letrado de la acusación, Núñez no había explicación del borrado de los datos de la CPU. «No sabemos si fue intencionado o accidental».

En un oficio al que ha tenido acceso este periódico y en contestación a un escrito de 19 de diciembre de 2018 en el que Juzgado de Instrucción número 1 de Sevilla , que investiga el caso, solicitaba en análisis de la CPU del ascensor siniestrado, la Policía Nacional concluye que «no se ha podido extraer datos de su memoria de operaciones».

Tras revisar los esquemas de la placa instalada como 'sistema de control del ascensor' que han sido facilitados por la empresa Orona , encargada del mantenimiento de los elevadores del hospital sevillano, los investigadores aseguran que no se puede sacar información de la CPU porque «es un tipo de memoria 'RAM', que pierde la información una vez desconectada de la red eléctrica».

Según explica la Policía Científica , esta memoria sería la encargada de almacenar las instrucciones que son enviadas al sistema de control del ascensor -CPU-, así como las anomalías detectadas en la programación y las operaciones que los usuarios activan con los pulsadores que existen para las llamadas y marcación de planta. Por todo ello, no se puede determinar lo solicitado por la juez instructora, María Elvira Alberola .

Cabe recordar que los peritos de Atisae descartan en su informe la existencia de un fallo técnico en el ascensor, como también lo hace el atestado policial, y apuntan a «un fallo humano» .

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