El Seprona en Sevilla: 30 años de la primera policía ecológica

De luchar contra el furtivo al desastre de Boliden y la mafia de la angula, ésta es la historia de los agentes que velan por el medio ambiente

El Seprona denunciando a pescadores furtivos ABC

Silvia Tubio

El príncipe Guillermo de Inglaterra entregaba el pasado mes un reconocimiento al Seprona por su lucha contra el tráfico ilegal de la angula europea, una especie en peligro de extinción. Ese premio llegaba después de varias operaciones internacionales capitaneadas por los especialistas de la Guardia Civil y que han atacado el mercado ilegal de una especie que crece en el río Guadalquivir. Es el penúltimo éxito de un servicio que este año celebra su 30 aniversario.

El 21 de junio de 1988 se creaba la primera policía medioambiental del mundo que tiene en la Comandancia de Sevilla su particular historia con episodios dramáticos como el desastre de Aznalcóllar , que supuso la primera gran investigación de calado. Pero también con la satisfacción de haber sido el acicate para una mayor concienciación social en materia ecológica como la guerra sin cuartel contra la pesca de inmaduros o los vertidos incontrolados. Actividades que hace tres décadas se llevaban a cabo a la vista de cualquiera porque no había una conciencia social de que se estaba castigando al entorno natural.

El despliegue territorial arrancó con una patrulla por compañía , priorizando en aquellas zonas de la provincia con un importante peso de los recursos naturales como es la Sierra Norte. En 1993, tal y como publicaba ABC en el primer reportaje que se elaboró sobre esta novedosa unidad, la Comandancia de Sevilla contaba con un equipo y seis patrullas. En total, 22 agentes. Hoy el despliegue duplica esas cifras, sobre el papel, con once patrullas y una oficina técnica. Los puestos disponibles son 57; si bien a día de hoy no están cubiertas todas las plazas tras unos años de restricciones en las ofertas de empleo público por culpa de la crisis.

Una oficial al mando

La evolución en estos 30 años también se ha dejado notar en el mando que dirige el Seprona en Sevilla. Hace tres décadas que se incorporaba la mujer al Instituto Armado . Un aniversario que también se viene celebrando en los últimos meses. Y hoy en día una teniente es la oficial que está al frente del Servicio de Protección a la Naturaleza en la Comandancia sevillana.

El origen del Seprona son los motoristas todoterreno ABC

En estos años, las competencias de esta especialidad han ido creciendo conforme el Códido Penal español recogía una mayor preocupación por los atentados contra el medio ambiente . Antes de la reforma del 95, en España apenas se recogían delitos de estas características. Ahora hay todo un capítulo donde se reservan penas por vertidos, extracciones ilegales de agua o cualquier acción que atente contra el equilibrio de los entornos naturales. Pero además, el Seprona es la Policía Judicial que investiga los delitos contra la ordenación del territorio, muy en boga hace unos años con el «boom» del ladrillo, o la defensa del patrimonio histórico. El catálogo de competencias es muy amplio, de ahí que sea de las especialidades con más servicios al cabo del año.

Aquella Feria de Sevilla

Pero en los inicios, aquel grupo pionero de agentes no desarrollaba grandes operativos, sino que establecía controles, sobre todo, para vigilar la aplicación de cada nueva normativa que se iba aprobando. En el libro de anécdotas del Seprona de Sevilla está aquella vez, hace más de una década, que una patrulla que estaba de servicio durante la Feria de Abril decidió inspeccionar la mercancía de los proveedores de alimentos de las casetas y los puestos de alimentación de la calle del Infierno.

«No se había hecho jamás. Fue algo que se nos ocurrió en mitad de la jornada, sin que se hubiera preparado nada». La patrulla se fue a los accesos al Real y tuvo que pedir refuerzos al rato porque no podía asumir tantas actas de infracciones por alimentos mal conservados, sin etiquetar o sin cumplir la normativa de elaboración. «La gente no entendía muy bien qué estaba pasando. Lo habían hecho toda la vida y no se creían que podían ser multados», señala fuentes del Seprona. Aquella actuación fue el germen de las operaciones que hoy en día desarrolla la Policía Local para prevenir que no haya un problema de salud pública por culpa de la alimentación en una de las grandes congregaciones lúdicas del país.

El tráfico ilegal de angulas, uno de los grandes retos del Seprona actual Vanessa Gómez

De las inspecciones a los riancheros del Guadalquivir, los furtivos de la Sierra o los piteros cazatesoros que buscan con detectores, el Seprona ha pasado a convertirse hoy en día en vanguardia de las investigaciones transnacionales contra la mafia de la angula, que se lucra de esta especie en peligro de extinción vendiéndola a precio de oro en los mercados asiáticos. O también contra el tráfico del atún. El último operativo, la «operación Tarantelo» , ha supuesto la detención de casi 80 personas, la incautación de casi medio millón de euros en efectivos y el desmantelamiento de una red societaria que comercializaba atún pescado de manera ilegal fuera de España. La intoxicación de un turista que compró una partida en Sevilla desencadenó el operativo coordinado por Europol. «Ahora se prioriza en las investigaciones contra los grandes delitos porque atacando en ese terreno se pueden cambiar las cosas».

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