Sanguino Abogados reabrirá la histórica Casa Ybarra en el Prado de San Sebastián

La casa que diseñó Aníbal González para la familia Ybarra en el Prado de San Sebastián se reabrirá a finales de año como sede del bufete Sanguino Abogados, que se traslada desde la calle San Fernando a este singular edificio de 1.500 metros cuadrados en plena política de expansión del despacho, fundado por los abogados Ernesto Sanguino y José María Rodríguez hace diez años. La intención de esta sociedad es celebrar allí precisamente su décimo aniversario, ya que la planta baja del edificio estará abierta al público y tendrá un salón de actos para la celebración de conferencias y eventos culturales. De hecho, el bufete pretende realizar exposiciones aprovechando la ubicación del inmueble, justo al lado de los juzgados de instrucción y de la Audiencia Provincial, y el trasiego de personas que suele tener esa zona.

Por su parte, la familia Ybarra mantendrá las oficinas de su compañía en la parte posterior del edificio, que ha sido alquilado por Sanguino para los próximos 20 años y que será remodelado interiormente, sin reformas, «para adaptarlo un poco a este tiempo, ya que los barnices son antiguos».

Esta mudanza responde al crecimiento desarrollado por Sanguino Abogados, que tiene despachos en Tánger y Algeciras y que prevé incrementar sus ingresos este año en más de un 20 por ciento. Además, acaba de incorporar como asesor al bufete al exconsejero delegado de Emasesa durante el gobierno de Zoido, Jesús Maza.

La Casa Ybarra es uno de los edificios más representativos de la Sevilla del 29. De hecho, uno de sus elementos más significativos es la azulejería pintada a mano durante el año de la Exposición Iberoamericana. En esa cerámica se reproducen las rutas que hacía la compañía naviera Ybarra en aquella época, con mapas del mundo que incluyen las tarifas de los barcos que cruzaban el Atlántico. El edificio, situado exactamente en el número 4 de la avenida Menéndez y Pelayo, conserva todavía el espíritu marino de sus orígenes como compañía que gestionaba la línea regular de barcos de vapor con destino a Nueva York, por ejemplo, una filosofía que Sanguino mantendrá, ya que se conservarán las maquetas de navíos que hay en las distintas estancias del inmueble.

El bufete también acometerá las obras de climatización de la casa y la construcción de un ascensor, pero mantendrá todo el edificio en las mismas condiciones arquitectónicas en las que se encuentra actualmente.