Alejandro Costa, fundador de C&G Solutions
«Se puede ser serio sin ser triste. Los andaluces no sólo tenemos que ser serios sino parecerlo»
El sevillano Alejandro Costa, fundador de C&G Solutions, dice que la alegría y la extroversión andaluzas ayudan a hacer contactos en los negocios
Alejandro Costa , (Sevilla, 1981) no necesitó pasar por la universidad para fundar en 2004 con mucha ilusión y muy poco dinero, una compañía especializada en la reparación de dispositivos móviles. Catorce años después , esta empresa factura más de 8 millones de euros, tiene una plantilla de 150 personas y arregla más de 300.000 teléfonos procedentes de 71 países. Cuenta con 1.800 «partners» y es socio, entre otras, de Telefonica y Vodafone .
¿De dónde le viene su gen emprendedor?
De mi abuelo. Él era emprendedor y previsor. Empezó con una tienda de electrodomésticos, trabajaba en la Renfe y en el Bar Rápido , y por tarde vendía maquinillas de afeitar por los pueblos. Siempre tenía dos furgonetas por si una se averiaba . Luego se hizo repartidor de ABC y de las colecciones de la editorial Planeta.
¿Y sus padres?
Mi padre era empleado de El Corte Inglés y mi madre ama de casa. Él no tenía ese gen emprendedor aunque ahora lo entiendo porque tener un trabajo con un horario fijo le dio mucha estabilidad a toda mi familia . Éramos tres hermanos.
-Fuera de Andalucía se confunde a veces la alegría, la guasa, incluso el cachondeo, con la falta de responsabilidad y la seriedad en el trabajo.
Yo siempre digo que se puede ser serio sin ser triste . Somos serios en el sentido del trabajo, pero no somos tristes. Nos van las bromas, intentamos pasárnolos lo mejor posible cuando estamos trabajando , y te puedo mandar un guiño en Navidad o te puedo invitar a una jornada de puertas abiertas en Feria. Y luego te llevamos a comer a la Feria, por supuesto. Es verdad que nos cuesta a los andaluces vender seriedad y responsabilidad: nosotros no sólo tenemos que serlos sino también parecerlo.
¿Nuestra forma de ser «alegre» tiene alguna ventaja competitiva respecto al resto de España?
Sí. Para mí el andaluz tiene una ventaja competitiva que no tiene ningún otro español, que es nuestro sentido del humor, el saber reírnos de nosotros mismos y nuestra extroversión. Cuando voy a Madrid, que es todas las semanas, y entro en el edificio de Telefónica, la recepcionista me dice nada más escuchar mi acento: «¿De Sevilla o de Málaga?». T e aseguro que a uno de Cuenca o de Albacete no se lo pregunta. Ya te has ganado a la de la recepción. Y el directivo que vas a ver veraneará casi seguro en alguna playa andaluza. Generas una conexión y eso ayuda al negocio.
¿Se sigue subestimando a los andaluces de Despeñaperros para arriba?
Es cierto que para muchas pequeñas empresas andaluzas internacionalizarse es pasar Despeñaperros . Lo que hay que hacer es salir más fuera para que te respeten en Madrid o Barcelona . Hace tiempo un alto ejecutivo sevillano, con el que coincido muchas veces en el AVE a Madrid, me dijo: « Alejandro, si tú vas por la calle Sierpes y no saludas al menos a tres personas, tú no eres de Sevilla ». No digo que no tuviera razón pero yo ahora le diría: «Si tú vas en el AVE de las 7,45 y tú no saludas al menos a tres personas es que no estás en la pomada».
¿Esto está cambiando?
Sí. Veo a muchos empresarios andaluces que van a Madrid todos los martes o miércoles y que se vuelven a sus casas el jueves para ver a sus familias. Eso es algo que me llena de orgullo.
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