Sanidad

Polémica tras la marcha del responsable de la unidad del Dolor del hospital Virgen del Rocío de Sevilla

Antonio Pajuelo afirma que ha sido cesado por protestar por la deficiente asistencia y el SAS que fue una reestructuración

Antonio Pajuelo en el que era su despacho de la unidad del Dolor. En la actualidad está dado de baja por depresión JUAN JOSÉ ÚBEDA

Amalia F.Lérida

La controversia está servida en la unidad del Dolor del Virgen del Rocío. El que ha sido su responsable desde 2008, el doctor Antonio Pajuelo , denuncia que ha sido cesado de su cargo por criticar la deficiente asistencia que se presta a los pacientes mientras que el hospital argumenta que ha sido por cuestiones organizativas y que l os usuarios tienen garantizada la asistencia , algo con lo que no está conforme una asociación de enfermos que apoya y reclama la vuelta de dicho experto.

Pajuelo declara que fue cesado «sin aviso previo ni explicaciones razonadas y de forma verbal» por, según señala, «una discrepancia extrema en el reconocimiento del problema de salud y las líneas estratégicas de mejora para la atención de los pacientes con dolor crónico grave».

Este facultativo es un profesional que, entre otros muchos méritos, tiene el de ser pionero y uno de los 27 mayores expertos mundiales en una terapia revolucionaria y novedosa de neuroestimulación del ganglio de raiz dorsal que se utiliza para el tratamiento de patologías dolorosas de extrema gravedad. «Dado que nunca se me había informado, y por supuesto nunca firmé ningún acuerdo de gestión al respecto de cuales eran los indicadores de asistencia y de presupuesto que debía mantener, dicha decisión no puede tener más explicación que una supuesta falta de confianza o sintonía con el equipo directivo, lo que en nuestro hospital y en el último año ha acontecido, también de manera sorprendente, con otros prestigiosos responsables de unidad y jefes de servicio», relata Pajuelo.

Por su parte, fuentes de la dirección argumentan que Pajuelo, en la actualidad, «forma parte del programa de intensificación de la cirugía de cataratas que acaba de iniciar el hospital y que el desempeño funcional de todos los profesionales de la sanidad pública andaluza viene marcado por las necesidades de los distintos servicios sanitarios, que se van adaptando a su vez a las demandas de asistencia de la población, a quien hay que garantizar una respuesta acorde a sus expectativas y a los problemas de salud que presenta».

«Por ello —precisan— el doctor Pajuelo queda sujeto a las necesidades organizativas del centro , al igual que el del resto de profesionales adscritos en su misma situación».

Además, recalcan que «el servicio se ha reestructurado para adaptarlo a las necesidades actuales» y que «la continuidad de la unidad con la misma excelencia asistencial que la ha distinguido siempre está garantizada». Tampoco pasa por alto que los profesionales que la integran actualmente están «altamente cualificados en técnicas intervencionistas y del manejo del dolor, y con muchos años de experiencia».

Sin embargo, Antonio Pajuelo, critica que la unidad «presentaba y sigue presentando una altísima, y creciente demanda de asistencia para pacientes con dolor crónico grave, con un importante gasto por la aplicación de terapias muy especializadas y con una demora importantísima en consultas y en la aplicación de las técnicas».

«Estos aspectos —asevera— , aunque nunca fueron reconocidos por la dirección, los fui poniendo de forma reiterada en conocimiento de la misma. Todo ello parece que de manera muy incómoda a tenor de los acontecimientos. Incluso explique dichas carencias en un reportaje que publicó este periódico y que ha sido el detonante de la situación que se arrastraba» . Es más, afirma que en la actualidad «y aunque se pretende esconder estas cifras, dado que el tratamiento del dolor no está sujeto, incomprensiblemente, al decreto de garantía de demora asistencial, hay más de 7 meses de retraso para la valoración en consulta y más de 8 meses para realizar una técnica para el alivio del dolor».

Sobre esta demora el Virgen del Rocío afirma que en total se atienden unas 7.000 consultas anuales y que este hospital es el primer centro de España en colocación de implantes para la estimulación de ganglios de raíz dorsal, y en el uso terapéutico de Ziconotive , un principio activo activo frente al dolor grave que se utiliza solo en centros de referencia europeos porque requiere un manejo especializado.

«Los profesionales —dicen las fuentes de la dirección— trabajan además de manera constante para facilitar el acceso de los pacientes, optimizando las citas, agilizando los tiempos de respuesta en consultas y en quirófanos. Y acaban de crear un Comité de Garantías, tutelado desde la Unidad de Calidad Asistencial del centro, para garantizar la indicación y seguridad de los implantes neuromusculares que se prescriben».

Otra cuestión que denuncia Pajuelo es que ha sufrido un acoso administrativo a través de «injustificados» expedientes disciplinarios por el simple hecho de protestar.

«Tras cada escrito de protesta que he hecho llegar a la dirección gerencia de este hospital me han sido entregados, con la consiguiente parafernalia administrativa, dos expedientes disciplinarios con las más peregrinas argumentaciones incluyendo la manipulación de registros de demanda quirúrgica, ausentarme de mi puesto de trabajo sin permiso, trabajar en el ámbito privado por un periodo no determinado sin compatibilidad y la más sorprendente: un posible beneficio ilícito », que se refiere a sus retribuciones como docente de cursos teórico-prácticos para el adiestramiento de profesionales.

«En mi caso —sigue— se está haciendo un uso torticero, de la imprescindible, sobradamente regulada, y transparente financiacion de congresos y acciones formativas por parte de las compañias proveedoras de material sanitario. Sin su participación, que está perfectamente reglada, sería imposible mantener el alto nivel profesional que se exhibe por parte de los “no demasiado bien pagados” profesionales de la sanidad española».

Pajuelo critica también que intentan «ensuciar su honorabilidad» y todo por «de forma licita, regulada y comunicada a la dirección del centro, colaborar a expandir las acciones terapéuticas que ayudan a nuestros pacientes». « Hay un desconocimiento de la realidad, de la necesidad imprescindible de que por los cauces lícitos que están habilitados a nivel de las compañías y de los centros sanitarios, se financien los actos de formación», apostilla.

Sobre los citados expedientes, el hospital guarda silencio si bien al final del comunicado con el que ha respondido a ABC dice que «la obligación de cualquier profesional que lidera una unidad de un centro sanitario público es asegurar los principios de equidad , accesibilidad, transparencia y responsabilidad para con los recursos de los que dispone la sanidad pública andaluza y que el hospital universitario Virgen del Rocío debe asegurar que así sea».

Antonio Pajuelo espera que tras las averiguaciones necesarias para esclarecer este aspecto de los expedientes disciplinarios, —«ya lo he comenzado a esclarecer mostrando mi declaración de la renta a la dirección»— su nombre quede «completamente exonerado mediante el cese inmediato de todos los que han participado de manera activa en intentar arrojar sombras sobre mi honorabilidad, sin perjuicio de las acciones que mis abogados y yo en el futuro consideremos necesario realizar».

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