RELIGIÓN

El Papa canonizará a Nazaria, una nueva santa formada en Sevilla

Nacida en Madrid, encauzó su vocación en la capital hispalense, antes de marchar a América y fundar la orden de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia

La beata Nazaria Ignacia, que será canonizada en octubre ABC

Javier Macías

La beata Nazaria Ignacia, fundadora de la orden de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia , será canonizada el próximo 14 de octubre en Roma, en una misa que estará presidida Francisco y en la que también serán canonizados el Papa Pablo VI y el arzobispo de San Salvador, Óscar Romero . La beata Nazaria Ignacia (Madrid, 1889) se crió en Sevilla, ya que sus padres tuvieron que trasladarse a la capital hispalense desde que ella era pequeña. Estudió en el colegio de las Comendadoras del Espíritu Santo , junto a las Hermanas de la Cruz y San Juan de la Palma.

Fue en Sevilla donde Nazaria Ignacia encauzó su vocación. Cuenta el padre jesuita Manuel Ruiz Jurado que, aunque su padre tuvo que emigrar a México por problemas laborales, durante un tiempo ella se quedó en Sevilla con su madre, en un piso arrendado ayudadas por la conferencia de San Vicente de Paúl. Ruiz Jurado comenta que «el Jueves Santo de 1906, en el palacio de la Condesa de Galindo, en la plaza del Museo, el padre Tarín celebró una misa para las ancianas de la conferencia. Se reunieron allí para que el sacerdote les lavara los pies. Allí, según explica el jesuita, se coló tapada por un velo la joven Nazaria sustituyendo a su ama de llaves. «Durante la eucaristía, tuvo una experiencia mística, que no fue la primera, ya que en su comunión ofreció a Dios su virginidad», afirma. El padre Tarín la sorprendió y ella le confesó su mayor deseo en la vida: ser misionera jesuita, algo que era imposible por ser mujer. «El sacerdote le dijo que en tres años podría cumplir sus deseos, unas palabras proféticas porque ella se fue a México con su padre y en el barco encontró a dos Hermanitas de los Ancianos Desamparados y, como tenía deseos de santidad desde pequeña, vio la firmeza de estas religiosas y al llegar a su destino se presentó a la casa y la admitieron en el noviciado», cuenta el padre Manuel.

En 1925 , Nazaria se alejó de las Hermanitas y creó una nueva congregación llamada Hermanas Misioneras de la Cruzada Pontificia , que en San Juan de Aznalfarache tiene un convento. Durante 20 años, dirigió esta orden y, en 1943, falleció en un hospital de Buenos Aires. Sus restos fueron trasladados a la casa madre, en Sucre (Bolivia), donde continúa enterrada e incorrupta. El Papa Juan Pablo II la beatificó en 1992. Ahora, esta monja criada en Sevilla, será declarada santa por un jesuita: el Papa Francisco.

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