G6 Sevilla

Los países del G6 apuestan en Sevilla por más control sobre los imanes y los precursores de explosivos

Los estados miembro acuerdan reforzar el intercambio de información en la lucha contra la radicalización de terroristas

Un momento de la reunión de trabajo de los países miembro del G6 en Sevilla J. M. Serrano

SILVIA TUBIO

Tres meses después del último encuentro internacional en materia de seguridad, Sevilla volvía a acoger este lunes una reunión de trabajo que sienta en la mesa a los responsables de Interior de los países más poblados de la UE , incluyendo al Reino Unido que votó su salida de Europa en referéndum. El G6 , que nació en 2003 para mejorar la coordinación de las principales potencias europeas en asuntos como la inmigración, ha hecho parada este año y por primera vez en la capital hispalense.

El lugar de reuniones elegido ha sido el hotel Eurostars de Torre Sevilla , donde han llegado los dirigentes europeos sobre las nueve y media de la mañana de este lunes. Tras la foto de familia, la jornada de trabajo ha arrancado con el ministro español de Interior, Juan Ignacio Zoido , ejerciendo de anfitrión; sus homólogos de Francia, Gérard Collomb ; Polonia, Mariusz Blaszczak ; y del Reino Unido, Susan Williams de Trafford ; además de la secretaria de Estado de Alemania, Emily Haber ; y el embajador italiano, Stefano Sannino .

Además, han estado presentes el ministro de Marruecos, Abdelouafi Laftit , y dos comisarios de la Unión Europea. La presencia del Reino de Marruecos ha obedecido a una invitación de España, quien ha organizado este encuentro a pesar de que le tocaba por turno a Polonia. Juan Ignacio Zoido ha agradecido al socio polaco «su generosidad por haber cedido la organización de la cita atendiendo a los últimos acontecimientos como los atentados de Cataluña)».

El pasado mes de julio se reunían en Sevilla responsables de Interior del G4 con el reto de la lucha contra el yihadismo como punto principal del orden del día. El terrorismo también ha encabezado la agenda de trabajo del G6, con especial interés en los procesos de radicalización que acaban con terroristas atentando en los países donde han nacido o se han criado.

Foto de familia de las delegaciones que han participado en la cumbre del G6 J. M. Serrano

Los estados miembro han abogado, además, por reforzar el intercambio de información existente para conocer al detalle los itinerarios de vuelta de los retornados o los momentos más incipientes de la radicalización de un terrorista. La apuesta no es sólo para el cruce de datos entre gobiernos sino también incrementar la colaboración con las empresas privadas en los rastros que deja el uso de internet.

Menos privacidad a cambio de seguridad

Una cuestión peliaguda, que despierta antipatías, por cuanto que se accede a la esfera privada de los usuarios de la red. Por eso, el ministro del Interior, a renglón seguido de formular esta propuesta, aseguró que el acceso a las comunicaciones debe guardar siempre «un equilibrio entre privacidad y seguridad ».

Durante la reunión de este lunes, los integrantes del G6 están de acuerdo en la aplicación de medidas que vayan encaminadas a aumentar el control sobre la formación de imanes y el comercio de productos químicos que sirven de precursores de explosivos.

Los atentados en Cataluña evidenciaron el papel clave que tuvo el imán de Ripoll en el adoctrinamiento de los jóvenes que acabaron cometiendo los asesinatos. Y también se demostró cómo en España no hay ningún control sobre la formación de las personas que enseñan en las mezquitas.

Sobre la vigilancia de determinados productos químicos , que sirven para la elaboración de materiales explosivos, el ministro del Interior ha recordado que en España se está ultimando un reglamento que incrementará la vigilancia de las transacciones de determinados productos que «por si solo no son peligrosos, pero que en combinación con otros son precursores de explosivos». Juan Ignacio Zoido ha asegurado que ese marco normativo, que está por aprobar, busca la convivencia entre los intereses de los comerciantes y la necesidad de aumentar la seguridad para detectar, por ejemplo, la venta de cantidades grandes de determinados productos que puedan resultar potencialmente una amenaza.

Cataluña: «se hará lo que se tenga que hacer»

El contexto de esta cumbre pesaba demasiado y estaba marcado por la respuesta que debía dar el presidente de la Generalitat al requerimiento del Gobierno sobre la declaración de independencia de Cataluña. También sobrevolaba sobre la agenda de las delegaciones, la oleada de incendios de Galicia que ha obligado a Mariano Rajoy a viajar a su tierra natal. Sobre la respuesta dada por Carles Puigdemont , el ministro del Interior ha lamentado la «falta de claridad» del presidente catalán, que «ha demostrado una total falta de respeto a los ciudadanos». En sintonía con Moncloa, Zoido le ha exhortado a que aproveche «la otra oportunidad» que tiene hasta el jueves, cuando expira el segundo requirimiento, «para rectificar y abandonar a los radicales».

Sobre las medidas que se aplicarían en caso de que no haya respuesta por parte del Ejecutivo catalán, no ha querido avanzar ninguna: «No es oportuno hablar» de ello, se ha justificado. Tan sólo ha confirmado que el dispositivo de Policía Nacional y Guardia Civil no se moverá por ahora de Cataluña. Y acerca de que el estado español pase a tener el control de los Mossos en el marco de la aplicación del artículo 155, Juan Ignacio Zoido no ha querido mostrar ninguna carta: «Se hará lo que se tenga que hacer».

Los otros estados miembro del G6, según Zoido, han expresado «su total apoyo» a España en la crisis catalana y «su preocupación» por una hipotética fractura «sobre todo pensando en las consecuencias negativas que tendría para sus países».

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