ENTREVISTA

«Los padres quieren que sus niños sean Messi y muchos sufren lesiones de adultos»

El traumatólogo deportivo sevillano Emilio López Vidriero, formado en EE.UU. y Canadá, alerta contra los progenitores que quieren a toda costa que su hijo sea un deportista de élite: «Les meten tanta presión que a acaban estresados y lesionados»

Emilio López Vidriero ABC

Jesús Álvarez

Emilio López Vidriero es especialista en traumatología deportiva y artroscopia por la Asociación Norteamericana de Artroscopia y de patología del miembro superior por la Universidad canadiense de Ottawa. Ha trabajado en varios de los centros más importantes de Europa, Estados Unidos y Canadá. También es autor de múltiples trabajos de investigación científica y organiza un foro internacional en Sevilla donde se dan cita algunos de los mejores especialistas del mundo.

Con 16 años hizo la ruta Quetzal con Miguel de la Quadra Salcedo y chavales de casi doscientos países del mundo. Pudo ser campeón español de badminton pero una lesión y sus estudios de Medicina le impidieron alcanzar su sueño. Es traumatólogo oficial del Mutua Madrid de Tenis , donde ha tratado a las principales raquetas del mundo y dirigió los servicios médicos del Watford , equipo de la Premier inglesa.

¿Cómo fue su experiencia en el fútbol inglés?

El mundo del fútbol es difícil para los médicos porque no sólo tienes que saber de medicina o traumatología sino de psicología y de gestión y planificación de recursos: hay que saber hablar con los directivos, los jugadores y los entrenadores. Lo más importante es tener sentido común. Cuando yo llegué, la mitad del equipo estaba lesionado y, en pocos meses, conseguimos despejar la enfermería. Estaban lesionados por sobreuso, no por golpes.

¿Los médicos deportivos se están profesionalizando al mismo ritmo que los jugadores?

-El primer contrato que me ofrecieron a mí en Canadá era de 400.000 dólares al año ; luego me ofrecieron irme a Qatar por 800.000 dólares para trabajar en una clínica deportiva de lujo. Pero yo quería vivir en Sevilla porque la calidad de vida es magnífica aquí y acabé montando mi clínica privada aquí.

¿Nunca se ha arrepentido?

No, pero hay días que me levanto y me digo: «Con lo bien que se está siendo funcionario».

¿El papel de los médicos va a ser cada más revelante en el fútbol?

Los entrenadores venían antes a un equipo con un ayudante y un preparador físico, como mucho, y ahora empiezan a venir con un médico en su equipo. Uno de los mayores conflictos en el fútbol se establecen entre los técnicos y los médicos . Su objetivo es común: que los jugadores estén disponibles el mayor tiempo posible pero a veces hay que asumir riesgos.

¿La culpa de la lesión de un jugador es del médico que lo vigila?

Normalmente se echa la culpa a los médicos, pero lo que no se dice es que el médico le dijo antes al entrenador que ese jugador no estaba en condiciones de jugar o sólo de jugar sesenta minutos y el técnico lo sacó al campo. O lo aguantó todo el partido... hasta que se lesionó. Quien arriesga, a veces pierde.

Hubo una época en la que se culpó al equipo médico del Sevilla de las lesiones recurrentes de muchos de sus jugadores.

Lo recuerdo: hubo muchas lesiones y no digo que los médicos no tengan que ver, pero conozco casos en que el entrenador ha alineado a jugadores que no estaban en las mejores condiciones porque el partido era muy importante o no había relevo para su posición en ese momento. Otras tiene el alta médica, porque su lesión está curada, pero no la deportiva, porque no está al cien por cien. Entre el alta médica y el alta deportiva se producen los mayores conflictos entre médicos y técnicos. E l fútbol es un deporte muy lesivo, de los que más . Son los gladiadores del siglo XXI, se compran, se venden y ellos asumen esa esclavitud de lujo porque ganan mucho dinero.

Se dice que los equipos tienen que llegar en buenas condiciones a la parte final de la temporada, donde se juegan los títulos.

Sí. La mayoría de las lesiones son musculares y llegan por sobrecarga. Y se producen muchas recaídas , por lo que hay que saber controlar como está el estado del jugador, qué come, cómo duerme, su estado anímico.

¿Cómo se alimentan los futbolistas, en general, y los ingleses, en particular?

Cuando llegué al Watford, averigüé que la mayoría de los jugadores de origen británico desayunaban habichuelas, bacon y fritos . Eso no es lo más adecuado y decidí cambiarles la dieta. A los jugadores no les hace ninguna gracia dejar de comer lo que les gusta, pero a veces no hay más remedio.

¿Los puso a comer tostadas de aceite y tomate?

Les fuimos habituando a la dieta mediterránea, pero poco a poco. Les fuimos quitando la mantequilla y los hidratos de carbono refinados. Metimos aceite de oliva y mejoraron mucho. Había alguno como Troy Deeney , que tenía diez kilos de sobrepeso, que recuperó su peso ideal, con lo cual mejoró mucho su rendimiento. Pasamos de estar a punto de descender a quedar octavos y jugar la final de la Copa.

A Nadal le pirran las hamburguesas y a Federer, las pizzas y los helados de chocolate.

Seguro que no los comen todos los días, aunque conozco personas que comen mal y tienen una excelente condición física, de lo cual deduzco que la genética también puede ser determinante. En la biografía de Nadal se cuenta que en Wimbledon le apetecieron unos donuts de chocolate y su tío Toni le dijo que se los tomara, que le dolería después la tripa y ya no lo volvería a hacer. Es lo que ocurrió.

Ha tratado a muchos tenistas. ¿Nadal es el mejor ejemplo de lo importante que es la condición física en el deporte actual?

La mayor propiedad de Nadal es su capacidad menta l porque está mermado físicamente por las lesiones que ha sufrido. Tras ganar Roland Garros confesó que una semana antes no sabía si podría jugar o no en París. Su capacidad para sobreponerse al dolor es extraordinaria porque él casi siempre juega con dolor.

¿Esto es normal en el tenis?

Sí, casi todos juegan con dolor, aunque tienen médicos que los atienden y supongo que habrá grados en ese dolor. Puede ser el hombro o cualquier otra zona. E l tenis es un deporte muy duro , casi inhumano, que roza ya los límites del organismo. Entrenan veinte horas semanales y compiten prácticamente cada semana. Es un deporte mucho más duro que el fútbol. Un futbolista entrena dos horas diarias como máximo. En todos los deportes h ay mucho más dinero en juego y todo se ha profesionalizado mucho. Hace treinta años muchos futbolistas y tenistas fumaban.

¿Sufren las mismas lesiones que hace treinta años o eso también ha cambiado?

Eso también ha cambiado. La lesión del codo era la habitual en un tenista; ahora es el hombro y la muñeca , curiosamente la muñeca no dominante y esto tiene mucho que ver con la forma de golpear el revés a dos manos. En las lesiones de hombro hemos avanzado mucho gracias a las investigaciones norteamericanas sobre los «pitchers» del béisbol y se ha reducido mucho sin recurrir a la cirugía. La cirugía es el fracaso de la medicina y nosotros intentamos curar siempre sin operar . En el tenis se cambia el cordaje o la biomecánica y con eso se pueden prevenir lesiones. Agassi ya lo sabía hace veinte años y cuando cambió de patrocinador se mantuvo con su raqueta y la pintó encima con la marca que le pagaba. Lo contrario podría haberle supuesto una lesión.

Hay deportistas que por su genética, o por cualquier otro motivo, apenas se lesionan. Messi, por ejemplo.

Messi se lesiona mucho, lo que pasa es que no se hace público y se le acelera muchísimo la recuperación . De todas maneras, no tengo ninguna duda de que quien llega a la élite es principalmente por dos razones: porque tiene mejor rendimiento y porque tiene menos lesiones. Ahí la genética influye mucho: se lesionan menos y, cuando lo hacen, se curan antes. Hay una selección natural.

Ustedes, los médicos deportivos, ayudan mucho en la rapidez de esa recuperación.

El plasma con factores de crecimiento, que extraemos de la propia sangre del deportista con sus proteínas y que concentramos en la zona lesionada, funciona espectacularmente en los deportistas de élite, pero en las personas normales los resultados no son tan espectaculares. La sangre de un deportista de este tipo no tiene las mismas proteínas que curan que usted o yo. Tiene más.

¿Hay muchos padres que quiere convertir a sus hijos en Messi y ser también ellos millonarios?

Demasiados. A veces los padres tienen más ganas de que sus hijos sean Messi que ellos.

¿Demasiada profesionalización?

Y demasiada paternalización. La hiperprofesionalización ha llevado a que les meten tanta presión que a menudo acaban estresados y lesionados. Y creo que uno de los retos actuales de la medicina deportiva es proteger a los deportistas de sobrecargas o estrés, sobre todo a los niños. La profesionalización está acelerándose mucho y empezando desde edades muy tempranas. A mi consulta han llegado niños de 11 años que han jugado en el Paris Saint Germain y que presentan lesiones de profesionales adultos . En el béisbol, la liga americana ha detectado este problema y restringido el número de lanzamientos del «pitcher» , porque saben que a partir de un cierto número empiezan las lesiones. Los límites de la naturaleza se están tocando: la tasa de cirugía de codo que se hace en colegios preuniversitarios norteamericanos es altísima.

¿Ha visto a muchos aspirantes a Messi infelices?

No me atrevería a decir eso. Ellos vienen de la mano de sus padres y no pueden hablar con total libertad, pero algunos sí me han dicho que no querían entrenar más sino hacer otras cosas o estar simplemente con sus amigos . Algunos de esos padres, después de entrenar, los ponían a chutar en el polideportivo del barrio y las lesiones con las que vienen a mi consulta son las típicas de adultos que están todo el día pegándole a la bola con el mismo músculo. Es importante fomentar el compromiso en los niños, pero ese estrés es malo y contraproducente. Yo siempre digo que el dolor es físico pero el sufrimiento es algo mental y lo he visto en algunos de mis pacientes. Llegar a la élite exige muchas renuncias y sacrificios.

Nadal, nuestro mejor deportista de todos los tiempos, ¿puede ser también el paradigma de este sufrimiento que hay que atravesar para alcanzar la cumbre?

Yo he leído su biografía y en ella contaba cómo lloraba en una escalera cuando era un niño porque no tenía amigos. O cómo, con 12 ó 13 años, t ras ganar un importantísimo torneo junior en Australia, los padres le tienen preparada una fiesta y su tío Toni le dice que no hay fiesta porque a las nueve de la mañana lo espera en la pista para entrenar. El niño se queja, pero acepta y allí está a esa hora. Al final, si dedicas toda tu infancia y juventud a un deporte te pierdes otras cosas . El blindaje que le hizo su tío habrá sido necesario para llegar a donde ha llegado pero opino que tiene sus consecuencias.

Usted jugó al badminton en su juventud.

Se puede decir que fui casi deportista de élite porque estuve en la selección nacional mientras estudiaba Medicina . Entonces hubiera dado un brazo por ser profesional, pero alguien tiene que protegerte a veces de tus ilusiones.

¿Quién le protegió?

A mí me protegió el sentido común y, sobre todo, que no era tan bueno. También tuve una lesión y al final mis estudios me tiraron más. La vida son muchas más cosas que el deporte.

Mutua Madrid Open

Usted es el traumatólogo oficial del Master 1000 de Tenis de Madrid. Supongo que habrá visto de todo allí, aunque no pueda contar ni la mitad...

Este año casi todos tuvieron gastroenteritis. Nadal tuvo molestias también y a Cilic fuimos a verlo en la Caja Mágica la mañana de su partido porque había estado vomitando toda la noche.

Cuando están en la pista, no se les nota. O lo disimulan...

Es la concentración mental. Pero en cuanto acaba el partido, se derrumban. Los cirujanos solemos operar con música y yo hasta que no cierro la incisión es que ni me entero de la música . En guardias, he operado a las tres de la mañana con total concentración pero, en cuanto cierras, te vuelves abajo otra vez.

Cómo se explica que con 38 años Federer pueda seguir ganando torneos. ¿Esto es normal o tiene algo que ver con el avance de la Medicina y la Fisioterapia?

Federer es un superdotado: tiene una genética extraordinaria, una increíble capacidad técnica y un talento sobrenatural, pero también invierte mucho en su equipo médico. Es impresionante y se lo lleva con él a todos los torneos. Nadal también lo tiene, pero hay muchos tenista que no tienen ni médico propio. Por ejemplo, a Serena Williams , exnúmero uno del mundo, la atendí en Madrid y le pedí el número de su médico para consultarle dudas sobre una lesión y me dijo que hiciera lo que yo creyera conveniente, que ella no tenía ningún médico. Me resultó muy paradójico que no tuviera médico, pero sí un chef privado que le hacía todos los días su comida.

Le curó el hombro a Mireia Belmonte sin operarla.

Lo tengo supercomprobado y no lo digo yo. Estoy seguro de que muchos tenistas que se han operado del hombro se podrían haber curado sin pasar por un quirófano. Para un cirujano, incluso para los mejores del mundo, lo más difícil es saber cuándo no debe operar. El problema es que en España la medicina deportiva se practica de una manera aislada, no conectada con otras disciplinas, como debiera. Cuando conocí a Mireia, se había retirado del Mundial de Kazán. Recuerdo la conversación con su padre y con su entrenador, pero yo sabía que la podía curar.

Ella declaró que sin usted no habría conseguido la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río.

Ella decidió confiar en mí. Y pudimos curarla sin el trauma de una cirugía. A Deulofeu , en el Watford, también. Con fisios los curamos.

Hace treinta años bastantes futbolistas retirados del Betis o del Sevilla cojeaban con apenas 40 años.

Y ahora también pasa, aunque las cirugías que se hacían veinte o treinta años atrás no eran tan precisas. Del Corral , que es traumatólogo y jugó al baloncesto con el Real Madrid y la selección, tuvo que retirarse tras una operación de rodilla.

Mi médico de cabecera sostiene que «el ejercicio es muy saludable pero el deporte es muy peligroso».

Y tiene razón. El deporte como diversión es saludable, pero cualquier cosa que se lleve a un extremo tiene consecuencias. La rodilla de un futbolista o el hombro de un tenista a los 40 años está mucho más desgastado que la de cualquier otra persona.

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