La organizadora de la Carrera de la Mujer asegura que el Ayuntamiento de Sevilla forzó la suspensión

La empresa acusa al Consistorio de endurecer los requisitos para forzar la cancelación de la prueba

Particiopantes en la Carrera de la Mujer dejan la zona de salida de la prueba ROCÍO RUZ

EDUARDO BARBA

La cancelación de la Carrera de la Mujer este domingo ha generado una enorme polvareda y un cruce constante de declaraciones entre el Ayuntamiento de Sevilla y la organizadora, Motorpress Ibér ica, culpándose mutuamente de lo sucedido y de que las 14.000 mujeres inscritas se quedaran sin poder participar.

Más allá de los hechos, de fondo ha pesado en el asunto la visión municipal sobre este tipo de pruebas deportivas, que ha cambiado sustancialmente en los dos últimos años y que ha provocado el choque con la compañía encargada de la carrera desde hace meses hasta desembocar en la anulación de la misma el domingo.

Las instrucciones internas en el gobierno local socialista se centran ahora en diferenciar las carreras «oficiales» de las que no lo son , como la del domingo. La de la Mujer es considerada por el Ayuntamiento como un «evento particular», de ahí que «se extremen los requisitos». Así se explicaba este lunes desde despachos municipales haciendo hincapié en el uso del suelo público.

Porque el detonante definitivo para que no se celebrase la carrera fue la ocupación «del cien por cien de la Plaza de España desde el sábado por la tarde y sin previo aviso, petición de licencia ni pago de tasa alguna». En este lugar se dispusieron 25 carpas, expositores, dos globos aerostáticos y hasta un camión de grandes dimensiones preparado para convertirse en escenario de un concierto para el que tampoco existía el pertinente permiso de Medio Ambiente.

«Nos dijeron que si se celebraba la carrera nosotros nos hacíamos responsables civiles»

La compañía

indignada

El Ayuntamiento exigió a Motorpress que se hiciera responsable de todo lo que allí se había montado, además del pago de la sanción administrativa por la documentación que faltaba para realizar la prueba en sí, que sí podía celebrarse puesto que dos días antes la empresa había presentado «lo esencial después de muchas vueltas y defectos formales». La organizadora decidió entonces cancelar. «Se podía correr sin problema, pero decidieron no hacerlo al anunciársele que debían hacer frente a la multa y a la responsabilidad de lo que ocurriese en la Plaza de España», indicaban ayer fuentes municipales.

«Somos una empresa seria»

Desde Motorpress Ibérica la versión de los hechos era este lunes ostensiblemente distinta a la del Ayuntamiento. Fuentes de la compañía explicaron a este periódico que «este año han puesto muchos más requisitos que en los anteriores . Llevamos once ediciones seguidas de esta carrera y hasta el año pasado todo se arreglaba en media hora y daban los permisos una vez se cumplimentaba toda la documentación sin mayor problema. Como en cualquier ciudad. Pero esta vez no ha sido así y hasta el talante ha sido otro, sorprendentemente. Con todo, hemos estado enviando documentación al Ayuntamiento puntualmente con todo lo que se requería y el mismo viernes nos convocaron a una reunión para explicar que faltaban cosas».

En dicha reunión, según la compañía, «se volvieron a exigir nuevos requisitos, que resolvimos sobre la marcha hasta dejar lo esencial cerrado y pactados verbalmente los detalles que quedaban, que eran menores puesto que la seguridad y la movilidad estaban garantizadas y la compañía dispone de personal en todo el recorrido, para dar la cobertura necesaria. Pero el mismo domingo por la mañana la Policía Local que se presentó en la carrera con los 50 agentes que iban a cubrir su seguridad nos trasladó que seguíamos sin tener autorización administrativa y que nos hacíamos responsables administrativa y civilmente de la prueba si queríamos que se disputase, algo que no podíamos aceptar. ¿Cómo vamos a responsabilizarnos nosotros de eso?», se preguntaban ayer en la compañía.

«La Policía nos indicó que ellos no se harían responsables y nos entregaron un documento donde se indicaba que no existían los permisos para celebrar la carrera , con lo que, como es lógico, tuvimos que suspender pese al acuerdo verbal al que habíamos llegado el viernes. No había nadie del Ayuntamiento con el que tratar el tema, con lo que cancelamos la carrera. No podíamos hacernos cargo de algo que jamás se nos había pedido anteriormente. Era inasumible sin un permiso firmado en papel por el Ayuntamiento».

Juan Carlo Cabrera

El delegado responsable de Seguridad y Movilidad, Juan Carlos Cabrera, mostraba su malestar y anunciaba que se están estudiando acciones legales por la «anulación unilateral de la prueba» y por «haber dejado tiradas a todas las mujeres que querían correr». El edil expuso que «la voluntad municipal fue siempre muy buena y se ha tenido un trato extraordinario con la empresa, a pesar de que se ha ido descolgando constantemente con demoras e incumplimientos». De esta forma, indicó que «ya estaban vendiendo dorsales cuando ni siquiera se conocía el recorrido , y cuando el mismo se le trasladó por parte del Ayuntamiento, que era la Cartuja, se negaron alegando que ya tenían casi 14.000 inscritas y que con ese número tan alto no podían organizar la prueba en la isla sino que preferían el entorno de Parque de María Luisa. La justificación fue esa, que ya habían vendido muchos dorsales. Y cedimos y nos adaptamos por no perjudicar a quienes tienen la ilusión de participar».

El delegado indicó que «pese a todo se tuvo buena voluntad y se estudió la alternativa, aceptándose finalmente la Plaza de España, pero hasta este mismo viernes se les estuvo requiriendo la documentación que faltaba, que era mucha». « Estuvimos hasta bien entrada la tarde esperándola con los funcionarios —agregó Cabrera— y después de muchas advertencias sí nos trasladaron la esencial, la que tenía que ver con la seguridad y el plan de movilidad. Faltaba mucha otra documentación no crucial pero preceptiva y se les dijo que debían entregarla o se les impondría una sanción administrativa, aunque se les iba a permitir correr porque lo principal es que las mujeres inscritas pudieran hacerlo, sobre todo por tratarse de una causa benéfica. La Policía Local volvió a pedirles el mismo domingo por la mañana los papeles que faltaban y, como seguían sin estar, se les indicó que deberían hacer frente a una sanción administrativa a pesar de que la prueba podría celebrarse. Y fue entonces cuando decidieron cancelarla».

Tensión interna

Además de esa nueva posición municipal sobre el uso de los espacios públicos, en el trasfondo de este asunto existe también una indisimulable tensión interna en el gobierno local a cuenta de la cantidad de eventos —especialmente deportivos— a los que deben dar cobertura la Policía Local y el Cecop con las correspondientes horas extras de los agentes. Los mensajes cruzados entre el Área de Seguridad, donde se vienen quejando de la falta de efectivos, y el Instituto Municipal de Deportes son cada vez más intensos...

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