Patrimonio

Los once puntos que debe cumplir el proyecto de restauración de las Atarazanas

Hace ahora un año, Adepa pactó con la Junta y La Caixa un acuerdo para que el proyecto no fuera de intervención sino de conservación

Las Atarazanas de Sevilla, cuyo proyecto se ha retrasado J. M. Serrano

Javier Macías

El retraso del documento de intervención de las Reales Atarazanas ha supuesto un nuevo paso atrás de cara a la rehabilitación de este edificio histórico, cuyo objetivo es que estuviera restaurado en 2022. La falta de transparencia a la hora de presentarlo a los miembros de la comisión de seguimiento representantes de la sociedad civil podría ocasionar que, de nuevo, el asunto acabe en los tribunales. Además, a todo esto se le une el vuelco electoral en Andalucía , con un posible cambio de signo político en la Junta que, si bien no tendría por qué suponer un riesgo para el acuerdo, sí que paralizaría aún más el proceso.

El último hito alcanzado, pese a que las reuniones no han cesado en los últimos meses, es el acuerdo ratificado por la Consejería de Cultura, la fundación La Caixa y Adepa, que descartaba un proyecto de intervención sobre el edificio, en favor de uno conservativo, menos agresivo, que recuperara lo máximo posible su concepción original. Este pacto determinaba hasta once compromisos concretos que debían cumplirse en el proyecto.

1. Recinto amurallado de Sevilla

En el acuerdo se hace referencia al descubrimiento de que en las Atarazanas se ha conservado en su totalidad la barbacana almohade, así como una torre y una importante puerta en recodo. «Se trata de un importante edificio histórico, de al menos cinco metros de altura, que permanece enterrado. Por ello, la recuperación de este fragmento exige excavar hasta la cota original , no solamente del propio edificio, sino también de un espacio en su entorno que permita su contemplación, incluso su acceso».

2. Refuerzo de la cimentación

La intervención, tras el fallo judicial en el que se descartaron las grapas interiores, debe contemplar «un sistema alternativo de refuerzo para que en ningún caso efecte a la materialidad de la fábrica histórica ni interfieran en la conservación de la integridad de los pilares».

3. Recuperación del espacio original

En el acuerdo se expone que «la mayor trascendencia histórica de las Reales Atarazanas es su construcción inmediata a la conquista de Sevilla. Llegaron a contar con 17 naves, de las que sólo subsisten siete, en un edificio de una sola planta con 13 metros de altura interior, con cubiertas a dos aguas y recogida de ellas en acueductos centrados, en las que se construían las galeras con toda su arboladura y, una vez terminadas, se trasladaban al río». Por ello, se considera que «algunas de estas naves recuperen toda su altura (la 6 y la 7 concretamente).

4. Mantenimiento de la integridad visual

Igualmente, dado el valor que tiene la «espacialidad diáfana realzada por el juego alternativo de luces y sombras», se acuerda que esto debe ser «respetado evitando obstáculos de gran tamaño que la alteren».

5. Mantenimiento de la direccionalidad

La disposición del conjunto de naves del astillero siempre fue en dirección al margen más amplio del río. Por ello, se firmó que se debe mantener «la apertura a la calle Dos de Mayo , facilitando el acceso secundario por esta calle como máximo en dos arcadas».

6. Fundición de la Maestranza

Otra de las cuestiones acordadas fue la de mantener la obra de Antonio Barrionuevo en las construcciones dieciochescas que conformaron la Maestranza de Artillería. Por ello, la intervención debe contemplar «el mantenimiento del espacio unitario de la Real Fundición, la reproducción de su cubierta primitiva, restaurada hace poco más de diez años, conjuntamente con la chimenea».

7. Espacios singulares

De la intervención durante el reinado de Carlos III permanecen vcarios espacios singulare que deben ser salvaguardados , como la sala de armas y de mando, así como la escalera principal y la bajo cubierta con su estructura de madera.

8. Elementos aislados

También deben respetarse elementos como los raíles propios de la actividad indusrial y otros de carácter decorativo, como las cristaleras o arrimaderos de azulejería .

9. Pabellones exteriores

«En la mitad del siglo XIX se emprende, bajo la dirección de Balbino Marrón, la ordenación de toda esta ribera del río. Consecuencia de ello será la apertura, ya a inicios del XX, del Pasaje Temprado que habría de separar el Hospital de la Caridad de sus jardines y las Atarazanas y las Atarazanas de sus instalaciones exteriores inmediatas al río. En 1902 se levanta un primer pabellón y en 1919 se completó la disposición de gachada al levantar un segundo edificio». Por ello, en la intervención contempla el mantenimiento de las dos edificaciones exteriores pero se permite remodelar el edificio.

10. Tratamiento de los cuerpos altos sobre cubiertas

Sobre las naves 2, 4 y 6 se construyeron cuerpos altos que actualmente se encuentran desmantelados y sin uso. La intervención prevé mantener el actual modelo y estudiar su uso como posible mirador. «La utilización de las naves 2 y 4 para las salas de exposiciones y proyecciones se resolverán en su cota actual , minimizando las cargas estructurales».

11. Tratamiento de la luz

«El sistema de iluminación que hoy proporciona la disposición alternada de cubiertas a ciegas y translúcidas confiere al espacio interior unas características que lo identifican y lo cualifican plenamente. Esta calidad espacial debe ser protegida» , según el acuerdo.

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