Tribunales
El hermano del bebé fallecido en el piso de Los Prunos presentaba signos de agresión
El forense que lo asistió asegura que el niño de tres, a la pregunta de quién se las había hecho, contestó: «mami»
Ezequiel T.R. e Isabel R.M. se sientan en el banquillo de los acusados desde el pasado lunes como presuntos autores de la muerte a golpes del bebé de ella de 18 meses el 23 de abril de 2016, cuando vivían en un piso de la barriada sevillana de los Prunos. Pero también están siendo juzgados por las lesiones y maltratos presuntamente ocasionados al hermano del fallecido , que tenía entonces tres años de edad. Este miércoles, precisamente, el médico forense que atendió a este pequeño ha confirmado las lesiones, hematomas y quemaduras que presentaba , afirmando que fueron provocadas por una agresión. «No es una contusión aislada, sino todo el muestrario de lesiones que se usan para describir una agresión», ha asegurado.
El doctor López Aguilar ha comparecido este miércoles como perito en el juicio con jurado que celebra la Audiencia de Sevilla contra Ezequiel e Isabel, que se enfrentan a más de 28 años de prisión por estos hechos. El forense fue requerido por la pediatra del hospital Virgen del Rocío ante sus sospechas de estar ante un caso de maltrato tras la exploración al niño de tres, toda vez se había tenido conocimiento del fallecimiento del bebé en la noche del 23 de abril.
Este especialista en la materia ha ratificado su informe y ha relatado todo lo que observó en el cuerpo del pequeño, quien en todo se momento se mostró con una actitud de « temor, miedo, retraído o de difícil comunicación». De hecho, según ha añadido, no dijo nada. Hematomas y arañazos en la cara de distinta fecha de origen, lesiones compatibles con quemaduras de cigarrillos en la frente y en el abdomen, moratones en el muslo y en la pierna, un eritema en la parte trasera del cuello compatible con un golpe con una mano abierta, hematomas en los glúteos, así como grietas en la misma zona por falta de higiene. Éstas han sido las lesiones descritas por el forense en la sesión de este miércoles.
Nada accidental
«Reunía toda la patología y muestrario de lesiones que se usa» en su campo de actuación para apuntar la existencia de « una agresión ». «No era una contusión aislada sino múltiples», ha manifestado el médico forense, que ha descartado que las quemaduras pudieran ser ocasionadas porque un cigarro se cayera accidentalmente sobre la piel del niño.
El forense, junto a la pediatra, le preguntaron al niño de tres años sobre quién le había hecho esas lesiones y el niño sólo respondió: «mami» . Ya no dijo más, según este doctor, que tomó aquella palabra como una respuesta a la pregunta y no como una llamada a su madre Isabel, ha aclarado el médico a preguntas de la presidenta-magistrada.
Además, ha descartado que algunas lesiones fueran provocadas por golpes con piezas Lego como alegó la madre para explicar el origen de las mismas. Eran lesiones «visibles y muy llamativas».
Antes que el forense han declarado como testigos agentes de la Policía Nacional y, por parte de la defensa de Ezequiel, familiare s, amigos y compañeros de trabajo de éste.
Precisamente, uno de los agentes ha señalado que cuando se personaron en el hospital Virgen del Rocío en la noche de la muerte del bebé, al que vieron «bastantes hematomas en extremidades y tronco». Otros compañeros han coincidido en indicar las contradicciones de las versiones dadas por los acusados, sobre todo, en lo referente a quién acostó al niño sobre las siete de la tarde en la cuna. La madre fue a darle el biberón y a cambiarlo sobre la una y ya se lo encontró « frío y sin reaccionar ».
Testigos de la defensa
En primer lugar, dicen que fueron los dos a llevarlo a la habitación. Después, Isabel dijo que fue Ezequiel sólo, mientras ella hablaba por teléfono y preparaba la merienda del otro hijo. Por esto, la Policía Nacional, encargada de la investigación solicitó autorización judicial para colocar un micrófono oculto en el furgón que desplazó a los acusados desde las dependencias policiales hasta los juzgados cuando fueron detenidos. Allí, ella « lo acosó y le dice a él cómo ha sido capaz de hacer esto ».
Después han declarado un hermano de Ezequiel, dos tíos y una amiga, así como dos compañeros de trabajo, testigos a propuesta de su defensa y que han corroborado su línea argumental de que los niños de Ezequiel y su exesposa, de trece y once años, «mienten, son manipuladores, chantajistas y no tienen credibilidad ». Y es que estos han declarado los malos tratos a los dos acusados sometían a los pequeños. La tía del acusado que ha declarado no puede acercarse a los hijos de éste porque tiene una orden de alejamiento.
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