Salud

¿Qué hacemos si un niño se atraganta?

Hay algunas técnicas que pueden ayudarnos a salvarle la vida

Con un niño mayor de un año se procede como si fuera un adulto EFE

Amalia F.Lérida

La muerte de un niño de 3 años durante el pasado Fin de Año en Gijón tras atragantarse con una de las tradicionales uvas de Nochevieja en su domicilio pone de actualidad que el atragantamiento en menores y mayores es un hecho que puede ocasionar la muerte y que en muchos casos podría evitarse con una serie de técnicas que llegarían a la RCP o reanimacióncardipulmonar.

Victoria Arroyo , médica del 061, recomienda llamar siempre a este servicio que con sus pautas —ponemos el teléfono en manos libres— puede ser de gran ayuda mientras los efectivos se ponen en camino. También recalca que la RCP debería saber hacerla todo el mundo porque está demostrada su utilidad como primeros auxilios. No obstante lo anterior, hay una serie de pasos a seguir para que el niño expulse el cuerpo extraño que se ha tragado sea comida o un objeto.

Si el menor tiene más de un año de edad se procede como si fuera un adulto , porque en los lactantes la secuencia de desobstrucción de la vía aérea es diferente ya que no se deben realizar comprensiones abdominales que originen lesiones en las vísceras de esa parte del cuerpo y hay que colocarlo boca abajo con la cabeza más baja que el tórax, según Arroyo. Otra cuestión no menos importante que resalta es que hay que diferenciar entre obstrucción incompleta y obstrucción completa.

En el primero de los casos, el niño, si está jugando o comiendo, de forma brusca se pone inquieto, presenta dificultad para llorar o hablar y empieza a toser emitiendo un ruido extraño al coger el aire.

«En este caso —dice Victoria Arroyo— actuaremos como si fuera una persona mayor, trasmitiéndole tranquilidad y animándole a que siga tosiendo. No se efectuará ninguna otra maniobra».

Otra cosa es la obstrucción completa. Si eso sucede, el niño deja de hablar o de llorar. Querrá toser pero no podrá pues es imposible que coja aire y tendrá dificultad para respirar y una coloración azulada en labios y cara.

Entonces «se debe actuar con rapidez ya que en pocos minutos puede perder la conciencia» .

«Hay que realizar —explica— una serie de cinco golpes interescapulares, entre las “paletillas” con el talón de una mano de manera enérgica y, si el problema no se resuelve, iniciar las comprensiones abdominales o maniobra de Heimlich. Se trata en este caso de colocarnos detrás de la persona, inclinarla hacia delante y rodear su cintura con ambos brazos. Luego colocaremos el puño de una mano cerrándola y metiendo el pulgar dentro de ella, a nivel de la boca del estómago o epigatrio. Sujetaremos el puño con la otra mano y comprimiremos con un movimiento rápido y enérgico hacia arriba y atrás. Lo que se pretende es aumentar la presión en el interior del tórax».

Según su experiencia los atragamientos son más frecuentes en adultos que están comiendo y muchas veces acaban en fallecimiento.

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