La Fiscalía denuncia a tres policías locales de Sevilla por acosar al que investigó las oposiciones amañadas

Dos policías locales que serán procesados por haber ingresado de forma presuntamente fraudulenta en el Cuerpo, beneficiándose de la filtración del examen, y el hermano de otro de los implicados tendrán que declarar mañana como investigados por delitos de amenazas y contra la administración de Justicia por supuestas coacciones a un miembro de la unidad que destapó el amaño, el llamado grupo Gepol. Es, además, la propia Fiscalía la que ha denunciado a estos tres agentes por unos hechos que califica de «represalia» contra el miembro del Gepol y su esposa «por su actuación profesional como agente de la autoridad en relación con esa investigación judicial». Según el Ministerio Público, este policía «ha venido sufriendo varios actos de acoso por parte de otros agentes de la Policía Local de Sevilla de los que se ha dado conocimiento a los responsables policiales».

Estas amenazas se produjeron, según relata la denuncia, en dos momentos concretos: el Viernes de Dolores y el Domingo de Ramos de este año. Uno de los policías a los que se señala «vestía uniforme y llevaba armas reglamentarias» cuando vio al miembro del Gepol que, «a título particular, participaba en un desfile procesional y, para intimidarlo, se dirigió a él en la calle Enamorados (Bellavista) y empezó a grabarlo con su teléfono móvil al tiempo que con la otra mano y encarándose con él hacía el gesto de pasarse el dedo pulgar de un lado a otro del cuello, como si quisiera advertirle que se lo iba a cortar, para, acto seguido, poner el dedo pulgar hacia abajo». Además, «realizó un último gesto que fue el de simular con la mano un disparo dirigido» al policía de asuntos internos. Ese vídeo fue colgado después por el propio investigado en internet y consta como prueba.

La otra amenaza denunciada ocurrió el 21 de marzo, Domingo de Ramos, cuando un policía local, «hermano de uno de los encausados en el procedimiento judicial» del amaño de las oposiciones, y otro agente «también inculpado en esa causa buscaron y encontraron al referido agente» del Gepol «al saber que éste se encontraba con su esposa en la Avenida de la Constitución con ocasión de celebrarse desfiles procesionales en ese lugar». Ambos se adentraron en las sillas, donde el matrimonio tiene sus abonos, y «al llegar a la altura de ellos» uno de los dos policías «se posicionó a muy escasa distancia de la esposa, puso su mano sobre la pistola que llevaba por su profesión y se encaró con ella mirándola fijamente durante varios segundos de modo amenazante e intimidatorio». Además, «ambos policías se quedaron después en el lugar mirando durante minutos en actitud desafiante y amenazadora, lo que provocó un gran estado de nervios en la esposa del funcionario».

El agente supuestamente acosado tuvo que recibir atención médica «al padecer síndrome de angustia y ansiedad», relata la denuncia de la Fiscalía. De hecho, fue el propio médico que lo atendió quien notificó la situación al juzgado de guardia. En consecuencia, el Ministerio Público ha pedido que se les tome declaración a estos policías en calidad de investigados, que se acredite en el juzgado la situación sanitaria del afectado y que el jefe de la Policía Local informe sobre los servicios que tenían asignados los policías denunciados los días en que ocurrieron los hechos, por si pudiera darse el caso de que acudieron a estos lugares sin que fueran sus destinos reales. Por último, el fiscal solicita que el juzgado de instrucción número 9, que es el que ha investigado el amaño de las oposiciones, confirme si los presuntos acosadores están encausados en esas diligencias, lo que reforzaría la idea de que se trate de una «represalia» contra uno de los compañeros que destapó este fraude.

El juzgado que investiga estas amenazas es el número 5, dirigido por Beatriz González, que ha citado mañana a los tres investigados y también tomará declaración como testigos a los afectados y al jefe del Gepol, entre otras personas que podrían haber visto los hechos denunciados, ya que las situaciones descritas se dieron durante el paso de cofradías, actos en los que siempre hay mucho público. El grupo Gepol, por cierto, ha sido ya disuelto por el actual gobierno municipal y sus miembros han sido trasladados a unidades en las que tienen contacto directo con implicados en las oposiciones, algo que el juez penal ha ordenado que se corrija.