Inmobiliario
Dos edificios de la Plaza de San Francisco se destinarán a un alojamiento de lujo en pleno corazón de Sevilla
Los inmuebles, propiedad de Bankia, pasarán a manos de una sociedad inmobiliaria que los explotará con fines turísticos
Los dos edificios regionalistas que Bankia posee en la Plaza de San Francisco , en pleno Casco Histórico de la ciudad de Sevilla , se convertirán en un alojamiento de lujo, presumiblemente apartamentos, dadas las dimensiones y el nivel de protección del que gozan. La entidad los ha vendido a una sociedad de inversión inmobiliaria (socimi) , que tiene previsto destinarlos al negocio turístico, ampliando así la capacidad hotelera de la ciudad en el enclave más monumental de Sevilla, a pocos metros de la Catedral y el Real Alcázar y con vistas a la fachada plateresca del Ayuntamiento.
El inversor ha adquirido estas propiedades previa subasta en un concurso público, cuyo plazo expiró el pasado 5 de octubre. El banco, a través de su sociedad inmobiliaria Haya Real Estate , optó por este procedimiento para dar salida a ambos lotes, referentes a los números 11 y 12 de la céntrica plaza, situados muy próximos a la sede del Banco de España . La operación, que se ha llevado a cabo con gran discreción, ha causado sorpresa en el ámbito inmobiliario de la ciudad , pues los inmuebles están ocupados actualmente por la propiedad que tiene allí instaladas las oficinas, cajeros y una sucursal abierta al público.
El primero de ellos, el que se encuentra ubicado en el número 11, tiene una superficie de 834 metros cuadrados, repartidos en tres plantas sobre rasante y un sótano. Desde que la entidad lo adquirió ha servicio como edificio de oficinas, primero de Caja Madrid y luego de Bankia , cuando cambió su nombre con la reforma de las cajas de ahorros. El edificio es obra del arquitecto Juan Talavera Heredia , que lo diseño hacia 1914 como casa señorial para María Cháfer. Es una de las más originales de estilo neomudéjar que se levantaron en el primer cuarto del siglo XX en la capital andaluza.
El segundo, que pasó a manos de la entidad madrileña tras la fusión con BMN , tiene una superficie de 727 metros cuadrados, distribuidos también en tres plantas, según la información de la Dirección General del Catastro. Este es, quizá, el más señorial y el que más se diferencia del resto por sus detalles modernistas, como los barcones redondeados y los motivos de las rejas. La finca lleva la firma de José Espiau y fue encargada por la familia Arcenegui.
Como consta en el pliego de condiciones redactado para la enajenación, los activos «cuentan con un nivel de protección C o parcial de grado 1» , lo que obliga a conservar elementos como la fachada, las escaleras y los patios. Y esas limitaciones han más viable un proyecto de apartamentos turísticos que de hotel, como apuntan fuentes del mercado inmobiliario consultadas por ABC. Según explican, «tanto las dimensiones como la necesidad de respetar determinados elementos obligarían a bajar la categoría si se optara por el modelo hotelero tradicional en un entorno en el que tendría que competir con los de cuatro y cinco estrellas».
En todo caso, la operación garantiza que estarán abiertos al público manteniendo ese uso terciario que permite tanto oficinas como negocios turísticos. También implica el traslado o cierre de la oficina de Bankia en el céntrico enclave , pues, como anuncia en el propio pliego de condiciones, una vez firmada la escriturá, la compañía se tomará un plazo de seis meses para dejar libre el espacio.
El banco madrileño se ha asegurado, asimismo, que la venta de ambos edificios no sirva para fines especuladores, incluyendo una cláusula en la que obliga a abonar al comprador un 25 por ciento de la diferencia entre lo abonado y el precio por el que transmita el inmueble a un tercero si así lo decidiera.
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