La Kutubiya de Marrakech y la Giralda de Sevilla
La Kutubiya de Marrakech y la Giralda de Sevilla - ABC
Patrimonio

Desde Sevilla a Marrakech: las Torres Gemelas del arte almohade

Sevilla y Marrakech sellan el hermanamiento que abre oportunidades de cooperación económicas, sociales y culturales

SEVILLA Actualizado: Guardar
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El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, y el presidente de la Comuna de Marrakech, en Marruecos, Mohamed Larbi Belcaid, han firmado estos días el memorando de entendimiento entre ambas ciudades durante un acto formal celebrado en la ciudad musulmana y que supone el hermanamiento entre ambas y, por tanto, estrechar relaciones culturales, sociales y económicas.

«Considerando los tradicionales lazos que unen como amigos y como hermanos a Marruecos y España, considerando el deseo expreso de ver cómo las relaciones de amistad consolidarán, aún más, a los dos países y remitiéndose a los instrumentos de cooperación para el desarrollo (…), Sevilla y Marrakech desean contribuir a la aparición de una solidaridad internacional de ciudades, facilitando los contactos directos entre las poblaciones respectivas», reseña el memorando.

Las dos ciudades llevarán a cabo el intercambio de buenas prácticas en los diversos campos de la protección del patrimonio, la educación, la democracia participativa, la creación de instituciones, la salud y la juventud, así como las redes locales y el desarrollo local, incluidos los económicos, sociales, culturales y medioambientales, y se realizarán por memorandos específicos planes de acción anuales y plurianuales.

Espadas resaltó que «es un día muy importante para ambas ciudades. La Comuna de Marrakech y la Ciudad de Sevilla podrán aportar los socios técnicos y financieros nacionales e internacionales, que consideren necesarios, para lograr sus proyectos de cooperación», agregó.

Patrimonio común

Entre los lazos que unen estas dos ciudades, destaca la Kutubiya, la mezquita más importante de Marrakech y que si se observa en la imagen es muy parecida a la Giralda de Sevilla.

Esta mezquita fue una de las mayores del mundo islámico de 70 metros de altura cuando finalizó su construcción en 1158. La construcción del edificio se inició en 1141 por el califa almohade Abd al Mu-min y tiene un color rosado, una piedra de arenisca típica de la ciudad.

Cinco veces al día y una solo voz se eleva por encima para llamar a los fieles a la oración desde el minarete. El alminar es el símbolo y punto de referencia de la ciudad y, sin duda, el momento más representativo de la misma.

Al otro lado del Estrecho se encuentra una torre casi idéntica: la Giralda de Sevilla. La construcción se inició años más tarde que la Kutubiya, en 1172, y es una de las mayores atracciones de la capital, que también es un referente de la misma. Mide 97,5 metros de altura y 101 con el Giraldillo. Durante siglos fue la torre más alta de España y una de las construcciones más elevadas de Europa. Tiene casi 800 años de historia y ha resistido a conquistas, revoluciones y guerras, y hasta hace poco era el edificio más alto de la ciudad.

En 1248 se produjo la Reconquista de Sevilla por Fernando III el Santo y la mezquita fue consagrada como templo cristiano. La Giralda ha pasado por tres estados, una primitiva torre almohade del siglo XII, una fase intermedia después de la caída de la bola que coronaba el alminar en el siglo XIV y la actual con el remate renacentista del campanario del siglo XVI. En 1987 fue declarada Patrimonio de la Humanidad.

La Giralda tiene su «torre gemela» en Marruecos, pero hay otras muchas repartidas por España, como la de Carmona, Badajoz o Arborc (Tarragona), y por el mundo, como en Lovaina (Bélgica), Kansas City y Miami (EE.UU), La Habana (Cuba) o San Juan de Puerto Rico.

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