David Troya
David Troya - FOTOS: J. J. ÚBEDA
DAVID TROYA, MEDALLA DE SEVILLA

«En Sevilla hay muchos jóvenes con talento sin utilizar»

La vinculación emocional hizo que David Troya fijara en Sevilla la sede de Glamping Hub, líder mundial en reservas de alojamientos únicos en la naturaleza

SEVILLA Actualizado: Guardar
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El joven que no quería ser mileurista. David Troya (Sevilla, 1981), al que el Ayuntamiento acaba de conceder la Medalla de Oro de Sevilla como emprendedor, estudió Turismo en EUSA y desde los 20 años trabajó en la recepción de dos hoteles de lujo de la ciudad, vendiendo tiques de City Sightseein en Paseo Colón, como guía en la Casa de Pilatos y dirigiendo una agencia de viajes para americanos. Decidió que no quería ser mileurista y apostó por emprender. Con 29 años y dos amigos -el estadounidense Ruben Martínez y el marroquí Talal Benjelloun- cofundó Glamping Hub ( https://glampinghub.com/es/), valorada hoy en tres millones de euros y líder mundial de reservas on line de alojamientos de lujo en la naturaleza: cabañas, casas en árboles, tiendas de campaña, jaimas, yurtas...

- Acabó Turismo y se fue a San Francisco a estudiar un MBA con una beca Talentia de la Junta de Andalucía. ¿Qué buscaba allí ?

-Cuando terminé Turismo vi que tenía pocas opciones profesionales porque había que elegir entre las agencias de viajes o los hoteles, todo ello con estructuras muy jerárquicas. De hecho, estuve trabajando en un hotel en Sevilla como recepcionista de noche y cuando llevaba dos semanas le presenté a la directora un plan sobre cosas que podían mejorarse en el establecimiento y ella cortésmente me dijo que me centrara en lo mío. Esa iniciativa en EE.UU. se hubiera valorado. No me lo tomé a mal pero vi que con una estructura tan jerárquica iba a sentirme frustrado desde el primer día. Fue así como me di cuenta de que quería ser emprendedor y estaba dispuesto a asumir el riesgo. No me parecía atractivo ser mileurista y cuando terminé la carrera pensé en cómo volver a salir de Sevilla, ya que había estado estudiando antes en las universidades de Hawai y Alemania.

-¿No encontró condiciones en Sevilla que le animaran a emprender?

-No. Necesitaba estar rodeado de un entorno que me empujara a emprender. En 2005, con 24 años, me dieron una mención especial en un concurso de la provincia de Sevilla sobre ideas innovadoras, al que presenté un programa de estudios con viajes culturales especiales. Enseguida mi entorno me desanimó para llevarlo a la práctica porque decía que me estaba lanzando al vacío, que tenía poca experiencia, que necesitaba dinero... Me dejé convencer y me metí en una agencia de viajes de Sevilla fundada por unos jóvenes emprendedores americanos. Dije «guau, yo también quiero hacer eso». Ellos me contagiaron el emprendimiento y el contagio final me llegó cuando me fui a San Francisco para hacer un MBA. Noto que Sevilla está cambiando ahora pero para mí está cambiando más lento que el mundo y que yo mismo. Por eso me he inventado en Sevilla, junto a la Plaza del Salvador, este mundo paralelo que es mi empresa Glamping Hub.

-Montó su empresa con dos socios: el estadounidense Rubén Martínez y el marroquí Talal Benjelloun. ¿Hubiera emprendido el negocio solo?

-No montaría nunca un negocio solo y si volviera a empezar llamaría a alguien.

-¿Qué pros y qué contras tiene emprender en Sevilla?

-Es más barato emprender aquí. Por ejemplo, el alquiler es una cuarta parte de lo que cuesta en San Francisco. Sin embargo, la razón que más pesó para fijar en Sevilla la sede de la empresa fue mi vinculación emocional con Andalucía. Pensé que si la empresa iba a ser global, ¿por qué no hacerlo en Sevilla?. En cuanto a los contras, en Sevilla no hay tanto de lo que aprender en mi sector y eso me resulta un poco frustrante.

-¿Le ha frenado empresarialmente quedarse en Sevilla?

-En algunos aspectos sí. Por ejemplo, la primera ronda para levantar financiación me costó sudor y lágrimas y lo logré que mi empresa se valorara en un millón de euros. Sin embargo, yo conozco emprendedores en EE.UU. que han logrado 10 millones de euros de financiación con un power point de su empresa. En rondas de financiación en San Francisco me han llegado a decir: «Si quieres financiación para tu proyecto tienes que venir a vivir aquí». Es decir, la localización de mi empresa me ha cerrado la puerta a la financiación en alguna ocasión. Hay que tener en cuenta que los inversores tienen mucho donde elegir y ¿para qué se van a complicar la vida con alguien que ha montado su empresa en Sevilla?. En la última ronda para buscar financiación logramos una valoración de la empresa de tres millones de euros. Para buscar financiación tengo que viajar a Chile, EE.UU., Reino Unido... porque a nivel de tecnología no he encontrado en Sevilla fondos dispuestos a meter un millón de euros en una empresa.

-¿Eso no le ha hecho pensar en volver a EE.UU.?

-Sí, muchas veces, porque veo que aquí vamos con diesel.

-Su empresa se llama Glamping, una palabra que viene de glamour y camping, dos términos que parecen contradictorios. ¿Se puede tener campista con glamour?

-Ofrecemos alojamientos que permiten un contacto con la naturaleza sin perder comodidades. Es un concepto que originalmente viene de los safaris de África. Tenemos desde cabañas en árbol con agua corriente a iglús, pasando por yurtas, jaimas... Ofrecemos en 90 países unos 5.000 alojamientos con 50.000 camas.

-¿Ha estado usted en algunos de los alojamientos que ofrece?

-Sí. He estado en un campamento en una isla de Panamá al que había que llegar en barca y luego ir por un sendero 25 minutos. Te encontrabas con una jungla con todo tipo de animales y una playa para ti solo por 70 euros la noche.

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-¿Hay que ser aventurero para contratar uno de esos alojamientos?

-No. Hay que ser abierto de mente porque muchos de estos establecimientos son bastantes cómodos y se puede llegar a ellos en coche en dos horas. En cuanto al perfil del cliente, es curioso que el 70% de reservas las hacen las mujeres y creo que es porque son más románticas y buscan una experiencia única con sus parejas.

-¿Cuál es el gasto medio de sus clientes?

-Una reserva media son 500 dólares.

-¿Glamping Hub cobra una cantidad fija a los alojamientos que se publicitan?

-Nos llevamos un 10% de cada reserva.

Cuando estaba en San Francisco estuve tres días intentando montar la empresa Glamping en España
David Troya

-¿Cuál es la clave para que una empresa joven levante capital?

-El emprendedor. Ideas hay muchas pero los inversores se preocupan más por las personas que quieren desarrollar esa idea. La pregunta no es si la idea es realizable, sino si el emprendedor es capaz de ejecutarla, si tiene capacidades intelectuales y emocionales.

-¿Qué propone a las administraciones para fomentar el emprendimiento entre los jóvenes? ¿Repetir la experiencia del Gobierno chileno?

-Sí, eso sería alucinante. Chile ha montado un ecosistema emprendedor a golpe de talonario. Ellos gastaron 10 millones de euros en los primeros cuatro años, lo cual no es dinero para un Gobierno, pero se trajeron a cien emprendedores internacionales cada seis meses. Sería fantástico hacer algo así en Sevilla.

-Algunos empresarios piden bajar impuestos y facilitar los trámites para abrir una empresa.

-En lo primero estoy de acuerdo a medias, en lo segundo totalmente. Cuando estaba en San Francisco estuve tres días intentando montar la empresa Glamping en España. Tenía 10.000 euros en el banco, mi DNI electrónico y mi idea pero no conseguí crear mi empresa en España desde allí. Al final la creé on line en los Estados Unidos por 100 dólares y en menos de 40 minutos, y eso que sólo era un estudiante con visado. Los emprendedores en España pierden mucho tiempo y energía con el papeleo.

Yo diría a los jóvenes emprendedores que Andalucía es un sitio fantástico para emprender
David Troya

-Después de lo aprendido con sus aciertos y equivocaciones ¿Qué aconsejaría a un emprendedor de Sevilla: que planee antes de actuar o que se lance si tiene una idea?

-Lo segundo, aunque tampoco se trata de gastarse 10.000 euros en el primer día. Eisenhower decía que los planes no servían para nada pero planear es muy útil. De hecho, me río cuando leo mi primer plan porque no tiene nada que ver con lo que he hecho. Espero que la Medalla de Sevilla sirva para jóvenes sevillanos conozcan mi experiencia y se animen a ser emprendedores porque en Sevilla hay mucho talento sin utilizar y sin salida. Yo diría a los jóvenes emprendedores que Andalucía es un sitio fantástico para emprender y que no hay nada que perder emprendiendo porque tampoco aquí hay grandes ofertas de trabajo para asalariados. Yo empleé los 10.000 euros que tenía ahorrados en mi salario de un año antes de encontrar financiación en Chile para Glamping Hub. Por tanto, tuve que sobrevivir con 600 euros al mes durante un año. Se puede empezar con muy poco, aunque es cierto que es más fácil en San Francisco que en Sevilla porque al poco de empezar familiares de compañeros de clase que no me conocían me dieron 30.000 euros para invertir en la empresa. Recibí ese dinero a cambio de un pequeño porcentaje en la compañía y, de hecho, hoy el abuelo y la madre de uno de mis compañeros son socios de Glamping. Todos mis compañeros de clase de San Francisco me apoyaron cuando empecé y algunos amigos míos de Sevilla se rieron cuando les conté mi idea, no con mala intención, sino con esa guasa sevillana de quien se ríe de todo lo que se sale de lo normal.

-Muchos jóvenes con espíritu emprendedor no crean empresas porque los bancos no les financian. ¿Se topó usted con ese problema?

-Sí, pero no lo identifiqué como un problema. Mi mentalidad es de resolver, no de refunfuñar. Me he encontrado miles de dificultades pero lo que hago es buscar soluciones en lugar de quejarme de los bancos porque ese diálogo es absurdo y te desgasta. El banco tiene su negocio y no es dar dinero a emprendedores. ¿Qué el banco no me da financiación? Pues entonces me busco la vida en otro sitio.

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