URBANISMO Y RELIGIÓN

La comunidad islámica denunciará al Ayuntamiento de Sevilla por el «no» a la mezquita

Los musulmanes ven una «broma de mal gusto» el trato municipal. «Vamos a demandar, no quieren escucharnos»

Los responsables de Ishbilya, en una rueda de prensa PEPE ORTEGA

EDUARDO BARBA

La Comunidad Islámica Ishbilya Mezquita de Sevilla va a denunciar al Ayuntamiento en los tribunales por su negativa a atender su petición de licitación de una parcela en Sevilla Este donde esta organización pretende levantar una gran mezquita. Así lo confirmaron a ABC desde esa organización, cuyo equipo jurídico ya trabaja en la demanda por la vía contencioso-administrativa , para la que tienen de plazo hasta noviembre tras el desestimiento por parte de la Gerencia de Urbanismo del recurso de alzada que presentó en febrero esta comunidad. Ishbilya solicitaba la licitación de una pastilla de terreno de 10.000 metros cuadrados entre la avenida del Deporte y la calle Doctora Navarro Rodríguez calificada como suelo de interés público y social (SIPS) en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), pero el gobierno municipal resolvió en contra.

Los motivos que la Gerencia de Urbanismo alegó fueron el desconocimiento del proyecto y del promotor, la oposición de los vecinos de la zona, la existencia de «suficientes mezquitas» en la ciudad y la inexistencia de otros solares públicos que reúnan las características necesarias para este complejo. La comunidad musulmana rechazó esos argumentos y presentó un recurso de alzada, señalando la obligación de licitar ese suelo por parte del Ayuntamiento. Fuentes municipales han confirmado a este periódico que la Gerencia ha desistido en ese proceso, dando carpetazo al asunto por su lado.

Pero Ishbilya no pretende dejar ahí el tema. El consejero político de esta entidad, Juan Pedro Andrades , explicó que «los motivos que alega el Ayuntamiento no son de recibo, parecen una broma de mal gusto, y no se puede decir que los vecinos están en contra cuando no es así o que ya hay mezquitas en Sevilla. Lo que hay son locales ilegales que nosotros mismos hemos pedido que se cierren, almacenes o pequeños locales que hacen de mezquita». «Este alcalde está engañando a los vecinos y vamos a interponer una demanda porque no nos quiere ni escuchar», añadió Andrades. Para los promotores de la mezquita de Sevilla Este, « Juan Espadas no quiere pasar a la historia como el alcalde que permitió la primera mezquita en la ciudad, no hay más que eso». Este proyecto de Ishbilya supondría, de comenzar a construirse, la contratación de 5.000 personas e incluiría, según detallaron desde esa organización, no sólo el templo sino un centro social, un centro cultural e instalaciones para los vecinos.

Mejor control

También el presidente de la Comunidad Ishbilya, Yihad Sarasúa , mostró su resquemor ante la «postura cerrada del Ayuntamiento» tras la propuesta de su organización. «Tenemos derecho a una respuesta oficial después de 18 meses detrás preguntando por el asunto y pidiendo que se nos escuche al menos. Están obligados a responder y dan una callada por respuesta . Esa no es la manera de tratar a una entidad que ha hecho y hace un gran trabajo y que simplemente quiere que los responsables municipales les atiendan un día para trasladarle su iniciativa. Y no se trata sólo de la mezquita, no es eso. Se trata de atender a nuestra comunidad, que también está formada por sevillanos que tienen demandas y asuntos de su rutina diaria que resolver».

Sarasúa apuntó, de hecho, que «la ubicación de la mezquita se puede replantear o modificar si se ofrece una alternativa, ni mucho menos es una decisión cerrada sino un intento de abrir una vía de diálogo con el Ayuntamiento. Porque lo que hay detrás es mucho más importante que el sitio donde se construyese. Lo que hay es una correcta regulación y una mejor integración de la comunidad islámica sevillana , que la necesita para poder tener un lugar de referencia y no estar rezando y haciendo vida social en locales pequeños y medio clandestinos donde no se puede controlar que llegue cualquier imán con cualquier mensaje que pudiera acercarse a la radicalización. Es mucho mejor tener una mezquita digna, amplia, transparente, abierta a todos y donde haya una visibilidad y una actividad regulada. No grupos escondidos en un polígono difundiendo mensajes peligrosos».

En este sentido, el responsable de Ishbilya recalcó que en su comunidad están «trabajando mucho por erradicar actitudes que nada tienen que ver con el Islam y desvincular la idea de que se trata de una religión retrógrada, machista o intolerante. Estamos federados, realizamos múltiples actividades de hermanamiento con otras religiones y hemos puesto en marcha muchas charlas contra la violencia de género, por ejemplo, que es algo que no se puede permitir ni entre musulmanes ni entre nadie».

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