OBRA SOCIAL
«Comedores con alma», una iniciativa de La Caixa que alimenta a 4.000 personas cada día
La Casa del Niño Jesús da de comer a trescientos niños sevillanos cuyas familias no disponen de recursos para hacerlo
La recuperación económica no ha llegado a muchas personas y menos aún a las que lo perdieron todo con la crisis, el trabajo, los ahorros y, en la mayoría de los casos, la autoestima . A estas últimas dedica la Obra Social de CaixaBank el programa «Comedores con alma», de una iniciativa que impulsa esta entidad financiera y que acumula desde su inicio en 2014 una partida de 1.244.670 euros .
Una inversión que rinde sus frutos y de la que habló este martes Rafael Herrador , director territorial de CaixaBank en Andalucía Occidental en la Casa del Niño Jesús , una de los centros que se beneficia de este programa y que concecerá este año ayudas por valor de 175.250 euros a treinta comedores sociales que desarrollan su actividad en Andalucía Occidental. Para Herrador, que participa a través de la Obra Social de La Caixa en numerosas iniciativas solidarias,ésta es una de las que se siente más satisfecho «por su efecto directo e inmediato».
«Comedores con Alma» atiende diariamente a más de 4.000 personas que no tienen cubiertas sus necesidades básicas a través de la actividad solidaria de Hogar Betania (Cartaya), San Vicente de Paúl (Ayamonte), Comedor Social Fecons (Lepe), Comedor Social Ntra. Sra. de Consolación (Cartaya), Comedor Social de Cáritas (Nerva), Comedor Social Virgen de la Cinta (Huelva), Comedor Manos Unidas (Isla Cristina), Obra Social Virgen Poderosa (Cádiz), Escuelas y cocinas El Salvador (Jerez), Fundación Hogar San Juan (Jerez de la Frontera), MªSol y Vida Comedor Social (El Puerto de Santa María), la asociación benéfica El Pan Nuestro (Cádiz), Virgen de Valnanuz (Cádiz), Centro Contigo (La Línea de la Concepción), Comedor del Carmen (Algeciras), MBAE (Algeciras), Los Trinitarios, San Juan (Córdoba), Cáritas Diocesana (Córdoba), Comedor Social de Montilla (Montilla), Cáritas Parroquial de San Bartolomé (Baena) Comedor Social El Resucitado (Utrera), Comedor social Castilblanco (Castilblanco de los Arroyos) y los sevillanos Asociación La Casa de Todos, Comedor social Pumarejo , Sevilla Triana , Comedor Orden de Malta , Casa Niño Jesús, Casa Jesús María La Providencia y Asociación Hermanos Pueblos Mundos.
Rafael Herrador destaca a ABC que el objetivo de este programa es que estos niños tengan no sólo una alimentación regular, esto es, que coman tres veces todos los días, sino que sea, además, «sana». «Muchas personas que viven en algunos barrios de Sevilla y de otras ciudades no la tienen. Atendemos a 4.000 personas diarias en las cuatro provincias de Andalucía Occidental y estamos muy contentos con la labor que hacen estos treinta comedores sociales», comenta.
Este programa arrancó en noviembre de 2014 en Sevilla y luego se extendió a Huelva, Córdoba y Cádiz . «El bienestar de una persona empieza por una buena alimentación y por el descanso, y a partir de ahí una persona puede tener receptividad para desempeñarse en otras facetas de la vida» , asegura el director territorial de Caixabank, que añade que «nos consta que aparte de comida, las personas que colaboran con este comedores les dan mucho cariño a estas personas vulnerables. Eso lo notan las personas que vienen a comer y eso nos hace felices a los que echamos una mano ».
Herrador asegura que esta colaboración se enmarca en las actuaciones que impulsa la red financiera de CaixaBank en Andalucía Occidental «para dar respuesta las necesidades de las personas más vulnerables, tratando de retornar a la ciudadanía parte de los beneficios que genera nuestra actividad financiera».
Barrios con necesidades básicas
El Centro del Niño Jesús da de comer diariamente a unos trescientos niños de entre 3 y 16 años de L os Pajaritos, La Candelaria, Tres Barrios, La Oliva, Tres Mil Viviendas y Amate, entre otros barrios.
Susana, que es tutora de 4º de Primaria, lleva 12 años trabajando en el comedor como voluntaria: «Hay muchísimo trabajo y hay casos realmente duros y difíciles pero es la experiencia más gratificante que he tenido en mi vida -cuenta-. Los atendemos desde las 8 de la mañana hasta las 6 y media de la tarde y se les da el desayuno, el almuerzo, la merienda-cena. También se les ayuda con el calzado escolar, el uniforme, los libros y la escolarización es completamente gratuita», asegura a ABC.
Estos niños son muy generosos con lo poco que tienen y enseñan a los compañeros a compartir, cuenta otra voluntaria. No hay ningún tipo de segregación entre los que se quedan en el comedor por su situación familiar y los alumnos de Nervión y de otras zonas cuyas familias sí disponen de recursos económicos. «Si hay alguna excursión, nosotros se la abonamos pero sin que se sepa. Ellos deben sentirse como los demás compañeros», comenta Susana.
Carmen, la presidenta de este centro privado que no está adscrito a ninguna orden religiosa, cuenta que «esto es un trabajo difícil que depende muchas veces de la beneficiencia particular, que es casi la providencia, aunque siempre contamos para alimentos con la ayuda de La Caixa y con Banco de Alimentos. Sin embargo, la casa hay que mantenerla y tenemos un personal que hay que pagar», añade.
«Tenemos tres turnos, en función de las edades. Nos suelen llegar de asuntos sociales, parroquias, familias que una vez escolarizadas nos cuentan su situación personal», asegura la presidenta.
La Caixa también patrocina otro programa de efectos inmediatos como «Zapatos nuevos», con el que se trata de equipar de calzado de calidad de distintos modelos a los niños en cada inicio de curso escolar. A ese mismo proyecto se le añade el kit escolar, una mochila con material escolar. Unos cuarenta mil alumnos se benefician cada año de esta inicitiva de la obra social de la entidad financiera, en la que colaboran las Diputaciones provinciales.
