Así agradecen a un sevillano en Mali la construcción de un pozo de 70 metros de profundidad

Con su implicación en este proyecto, Gilberto Morales ha hecho posible que en época seca ni las mujeres ni los niños de una aldea tengan que recorrer kilometros en busca de agua

Gilberto Morales recibido en la aldea donde han construido el pozo ABC

Pedro Ybarra

El sevillano Gilberto Morales trabaja desde hace ocho meses como Policía Nacional en el equipo de seguridad de la Embajada de España en Mali, su primer destino fuera de España como Policía. Del barrio de Santa Clara (Habitat71), estudió en el colegio de los Agustinos y en Altair, para después cursar estudios de Graduado Social en la Universidad de Sevilla, aunque nunca llegó a ejercer. Siempre fue un «buscavidas», como lo demuestran sus trabajos en hoteles en Inglaterra, Decathlon en el Puerto de Santa María, diseñador web en Sevilla, instalador de ascensores en Irlanda o guía turístico en Marbella. Hasta que decidió ser policía: «Siempre he sido una persona muy inquieta y ya desde pequeño me atraía la idea de ser policía o bombero. Casi todos mis trabajos los compaginé con las oposiciones a Policía», afirma.

¿Por qué Mali?

Por dos motivos: el primero el incentivo económico y el segundo por la oportunidad de conocer África.

¿Echa de menos allí Sevilla?

Sí, muchísimo. Bamako, la capital de Mali es muy diferente a Sevilla. Aqui no puedes irte de tapeo ni de cañas a ningún sitio, el calor es insoportable así que dar un paseo por la calle es algo impensable. Si a ello sumamos la polución, la suciedad y el riesgo de malaria por picadura de mosquito, entonces se convierte en empresa imposible. El olor de los naranjos, el disfrutar los cambios de estación, son muchas simplezas las que se echan en falta aquí.

¿Cómo surgió la idea de colaborar con los malienses?

Cuando estas aquí eres consciente de las tremendas limitaciones con las que viven la gran mayoría de los malienses. Limitaciones que son impensables en países desarrollados como España. Si no estás aquí es imposible darte cuenta de ello. La gente vive con una media de dos euros al día. S se limitan a sobrevivir y buscarse la vida como puedan. Niños pidiendo por la calles, chicas ejerciendo la prostitución, gente vendiendo lo que sea por la calle o buscando entre las basuras o la chatarra y unos niveles de escolarización y sanidad bajisimos. No puedo limitarme a estar aquí solo trabajando y rodeándome de occidentales mientras veo toda esta miseria a mi alrededor. Así que he decidido poner un poco de mi parte para ayudar a unos pocos el tiempo que dure mi estancia en Mali.

¿Por qué un pozo?

El pozo lo promoví porque tuve la gran suerte de conocer al padre Jesús, misionero de los Padres Blancos y lleva viviendo allí 50 años. Todos sus proyectos los realiza de manera altruista (pozos, presas, molinos, o lo que surja) y tiene mil niños escolarizados allí y en breve vuelve a España. En la Embajada de España me hablaron de él y quise conocerlo. Desde el primer día noté que era una buena persona, super honesta, y me fié de él. Le plantee hacer un proyecto y me contó que había muchas necesidades y me propuso hacer un proyecto sobre el agua. Encontraron una zona sin pozo, y gracias a él pude montarlo.

En toda aldea de Mali, para sobrevivir, lo primero que construyen es un pozo. Aunque la gran mayoria de las aldeas tienen pozo, éstos tienen mas de 50 años, son pozos muy viejos, cavados a mano, de unos 8 metros de profundidad, muy insalubres y que en época de sequía se secan. El proyecto de un nuevo pozo de 70 metros de profundidad, ayudará no solo a una aldea, sino a muchas otras aldeas de los alrededores a tener agua de manera permanente. En total saldrán beneficiadas unas 15.000 personas. Está muy bien y queda muy solidario mandar ayudas a los países pobres, pero de poco sirven sino se incentiva la economía local para que sean autosuficientes y eso es precisamente lo que se consigue invirtiendo en agua. Que ellos puedan cultivar, comerciar y desarrollar la economía local. Demos la caña y no el pescado.

Maquinaria utilizada para la construcción del pozo ABC

¿Son agradecidos los malienses?

¡Muchísimo! Dentro de sus posibilidades hacen lo posible para mostrar su agradecimiento. He estado ya dos veces en la aldea de Fanafie para entrevistarme con los jefes de las diferentes aldeas y me han recibido con abrazos, cánticos y bailes. ¡Además me han regalado tres gallinas y un saco con mazorcas de maiz!

¿Cuáles serían otras necesidades urgentes?

Las necesidades más urgentes aparte del agua, son la educación y la promoción de la mujer. El agua, como expliqué, para poder implementar los cultivos y ser autosuficientes, ya sea inviertiendo en pozos, presas o bombas de agua. Respecto a la educación, la creación de escuelas en aquellas zonas que no haya y/o el pago del año académico de los niños. Con 60 euros se puede pagar el colegio de un niño un año entero. Sin embargo, hay muchas familias que no pueden permitírselo.

La mujer tiene un papel muy importante en la sociedad maliense. Es de vital importancia que sean conscientes de que la educación es algo esencial para sus hijos. Y que ellas deben luchar para ejercer sus derechos y tener un puesto más igualitario en una sociedad muy machista donde aún se practica la ablación (mutilación genital femenina).

¿Cuál ha sido la misión concreta para este proyecto altruista y solidario?

Conseguir que en la epoca seca ni las mujeres ni los niños tengan que recorrer kilometros y kilómetros en busca de agua. Que el agua este disponible todo el año y puedan seguir cultivando y no tengan que sobrevivir de lo que cosechan en la epoca de lluvias. Y por otro lado que los niños ya no tengan que ayudar en casa yendo a buscar agua y puedan acudir a la escuela.

¿Cómo es la gente de Mali?

La gente de Mali, a pesar de su pobreza, son gente muy alegre, siempre sonríen y están de broma. Les encanta bailar. Y me atrevería a decir que tocan las palmas y bailan mejor que nosotros! Son personas honestas, me he llevado gratas sorpresas con este tema. Una noche un chico que guardaba la puerta de un bar, me tocó la espalda para devolverme un billete de 5.000 CF (7 euros) que se me había caído del bolsillo cuando entraba al local. No me lo podía creer, semejante gesto de honestidad, por parte de personas tan pobres. Me di la vuelta y se lo he entregué. Le dije: «Te lo mereces, es tuyo».

¿Tiene algún nuevo proyecto en mente?

En los dos años que tengo que estar en Mali quiero embarcarme en otros dos proyectos más. Uno ya está en fase de estudio, que consiste en suministrar dos molinos diesel para triturar grano a una aldea cerca de Gao en el norte de Mali para que puedan organizar una cooperativa, y otro que aún no se ha desarrollado que es crear una escuela. La gente tritura el grano artesanalmente en las aldeas golpeando con una especie de morteros enormes. Las máquinas de triturar permite acelerar el proceso. Se benefician muchas personas que se agrupan en cooperativas y pueden vender el excedente triturado en el mercado. con el beneficio obtenido se encargan del mantenimiento de las maquinas y del combustible. Por otro lado los niños se liberan de esa ingrata tarea domestica y tienen posibilidad de ir al colegio.

¿Quién puede colaborar en estos proyectos?

Puede colaborar quien quiera. Lo que realizo es una iniciativa particular apoyada mayormente por amigos. De hecho hay personas como Jorge Moreno Inocencio, un compañero Policía Nacional de Madrid también destinado en Mali que se ha volcado en mis proyectos y me ha ayudado en este proyecto concreto al financiar la mitad del pozo. Solo intento demostrar el potencial individual que todos tenemos para poder efectuar cambios en la sociedad. Me pueden contactar por Facebook (Gilbert Morales), por mail gilbertomorales73@yahoo.es o a traves de mi blog www.bikeblog.es

¿Cómo podrían ayudar con sus iniciativas?

Lo más fácil es hacer una transferencia bancaria pero también pueden colaborar encargándome artesanía maliense o crema de Karite.

¿Se puede hacer de este mundo un lugar mejor?

Soy consciente de que el mundo es injusto, de que difícilmente vamos a poder realizar cambios sustanciales a medio plazo en este planeta. Pero me niego a estar de brazos cruzados y limitarme a decir «es lo que hay, el mundo es así». Cada uno debe aportar lo que este en su mano para hacer de este mundo un lugar un poco mejor ya sea donando sangre, donando medula, plantando un arbol, rescatando un animal, acompañando a un anciano, cuidando un enfermo, lo que sea... Así al menos podrás sentirte orgulloso de haber contribuido a cambiar la vida de unos pocos, transformando sus vidas en algo más digno. Haciendo de este mundo un lugar un poquito mejor.

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