«El 13 por ciento de los adolescentes admite haber agredido físicamente a sus padres»

Más de 400.000 jóvenes españoles maltratan física o verbalmente a sus padres. La violencia filioparental ha crecido en los últimos años hasta convertirse en un problema social que sufre más del 10% de los hogares con hijos adolescentes.

El pasado viernes, 7 de octubre, a través de unas jornadas dirigidas a profesionales, equipos técnicos y comunidad universitaria se presentó ante más de 300 personas, en el Hogar Virgen de los Reyes de Sevilla, la Sociedad Española para el estudio de la Violencia Filioparental ( www.sevifip.org), entidad que preside el prestigioso psicólogo Javier Urra. En esta ocasión, el encuentro versaba sobre la búsqueda de respuestas educativas a esta problemática social que atañe a familias de distinta índole en su ámbito privado.

El propio Urra arrojaba datos al respecto: «El 13 por ciento de los adolescentes admite haber agredido físicamente a sus padres».

El acto fue inaugurado por el propio Javier Urra; Carmen Belinchón, directora general de Justicia Juvenil, y Mª Ángeles Fernández, delegada territorial de Igualdad, Salud y Políticas sociales, ambas de la Junta de Andalucía. Participaron la Universidad de Sevilla, la Consejería de Educación y el Colegio Profesional de Educadores y Educadoras Sociales de Andalucía además de compartir experiencias sobre la temática de ciudades vecinas como Granada y Murcia. Todo ello, con el patrocinio de la Obra Social La Caixa.

Este foro fue promovido por la Asociación Ariadna que presentó su Método Mentoris de intervención socioeducativa en ámbito familiar, cuya novedad consiste en trabajar con la familia en los espacios naturales donde se desarrolla la vida de las mismas, es decir, en la casa, en la calle, en los espacios de reunión de los jóvenes (como en los parques) y; de manera ordenada y sistemática, cualquier día y a cualquier hora de la semana.

Al respecto, los pedagogos Cosette Franco y Antonio Chamorro, creadores de Método Mentoris, justifican esta intervención afirmando que «los conflictos no entienden de días festivos ni de horarios. Los padres y las madres necesitan atención directa en los momentos de crisis, no saben qué hacer, cómo responder a las situaciones de tensión que se genera en sus hogares».