Las obras del tranvía cumplen siete años con tramos en San Fernando aún levantados

Fue en septiembre de 2008 cuando se colocaron las primeras vallas de obras para la puesta en marcha de un servicio de tranvía interurbano que debía conectar a Cádiz con San Fernando y Chiclana. Hace siete años que las máquinas entraron en la arteria principal de La Isla (la calle Real) para remodelarla y convertirla en peatonal. Siete años de cortes de tráfico, de molestias para los negocios, de dificultades de paso para los peatones. Y después de todos estos años de trabajos, las vallas aún siguen en Real.

La intención era que los vehículos comenzaran a circular ya en el 2010. Luego se dio la fecha de 2012, 2014, hasta que la Junta de Andalucía dejó de decir fechas y aún hoy se desconoce el momento en el que los tranvías realizarán el trayecto desde Cádiz, pasando por San Fernando, hasta Chiclana y viceversa.

Ni siquiera se tiene seguro que eso vaya a ocurrir, pues sigue sin haber acuerdo cerrado (aunque nuevamente parece haber disposición para negociar) para que al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) permita que los vehículos pasen por sus vías para conectar Cádiz y San Fernando.

Aún falta por realizar una segunda fase de pruebas, que se esperaba que se pudiera hacer en abril, del nuevo medio de transporte y culminar las obras en Chiclana, todo ello cuando en San Fernando se ha levantado la práctica totalidad de Real para cambiar su diseño y colocar raíles de hormigón armado para el paso de vehículos, al romperse de forma continua las losas, según la Junta a causa del intenso tráfico rodado.

El objetivo es que tanto el tramo de Chiclana como el de San Fernando estén culminados para este año, pero aún hay que atar otros cabos para poder realizar los primeros viajes en tranvía. Además de no haber firmado acuerdo con ADIF, tampoco existe convenio de colaboración con RENFE, para que sea el operador de los vehículos, y falta por hacer una subestación que suministra de energía al medio de transporte.

Todo ello cuando el tiempo apremia (el tiempo de obra de la subestación sobrepasa con creces el año), ya que se está realizando esta obra con recursos de la Unión Europa y por lo tanto cuenta con una planificación y justificación de obra que corre el riesgo de excederse, lo que significaría perder los fondos (más de 134 millones de euros). Los vehículos deben estar en funcionamiento en marzo de 2017.