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10 razones para no ponerse un piercing en la boca

Están de moda, pero pueden ser peligrosos. Casi un 72% de las personas que llevan uno han sufrido alguna complicación en la boca

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Las razones para llevar un piercing son variadas, y van desde estar a la moda, diferenciarse de los demás, identificarse con algúnn grupo social o étnico, potenciar las sensaciones eróticas o simplemente decorar el cuerpo. El procedimiento es relativamente sencillo y se debe acudir a profesionales cualificados, ya que lo realizan en establecimientos limpios siguiendo todas las medidas de higiene, además de poner en práctica técnicas adecuadas. Existe en las diferentes autonomías un reglamento para estos locales.

Las cuestiones de estética y salud van casi de la mano. Las variantes que se utilizan para cambiar el aspecto y verse diferente muchas veces suelen causar lesiones graves en la piel. Los piercings y los tatuajes son algunas de las opciones máss elegidas populares en la actualidad.

Los piercing crean un traumatismo en la piel y pueden producir una infección, que a veces cicatriza mal y eso provoca una seria lesión.

Además, señala Héctor J. Rodríguez Casanovas, Profesor de la Universidad de Sevilla, no todas las personas pueden llevar un piercing: «un ejemplo, quienes padecen hemofilia, ya que presentan escasa coagulación de la sangre y, en consecuencia, las pequeñas heridas que deja el proceso podrían poner en peligro su vida. Asimismo, cuando se padecen alergias es preferible consultar antes al alergólogo para que indique si afectará o no el estado de salud».

Complicaciones

Según un estudio realizado recientemente en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, el 72% de las personas que lleva piercings en la boca ha sufrido alguna complicación posterior a su colocación. La más frecuente, asegura el experto, es la inflamación (el 35%), seguida del dolor (18%), la dificultad de hablar y de masticar (el 15%), disgeusia (alteración del gusto) (el 5%), sangrado (4%), hipersialia (aumento de la salivación), infección y parestesias o sensación de hormigueo (un 2%) y alergia (1%).

La lesión que más preocupa a los odontólogos es la periodontal que se produce en casi la mitad de los portadores de piercings (48,1%). Estas lesiones aumentan en los sujetos que llevan el piercing de metal y colocación extraoral.

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