El alcohol está cada vez más presente en las películas para menores
El alcohol está cada vez más presente en las películas para menores - ARCHIVO
ALCOHOL

La presencia del alcohol se duplica en las películas infantiles y adolescentes

El número de películas recomendadas para todos los públicos en la que los actores beben alcohol y se muestra la marca comercial de la bebida ha crecido un 92% desde 1996

MADRID Actualizado: Guardar
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A día de hoy no hay ninguna duda de que el abuso del alcohol es muy perjudicial para la salud. Y a ello se aúna que los supuestos beneficios asociados a su consumo moderado son, cuando menos, controvertidos. Tal es así que, como rezan los anuncios en los medios de comunicación, el alcohol debe ser consumido con responsabilidad. Pero, la publicidad de las bebidas alcohólicas, que alienta a un consumo, aun moderado, de estos productos, ¿es asimismo responsable? Pues por lo que refiere a los niños y adolescentes, si bien no son los destinatarios de estos anuncios, no. Sin embargo, hay otras maneras de alentar a los menores a iniciarse en el consumo del alcohol. Y es que como alerta un estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina Geisel de la Universidad de Dartmouth en Hanover (EE.UU.), la presencia de bebidas alcohólicas se ha duplicado en las últimas dos décadas en el cine, muy especialmente en las películas dirigidas al público infantil.

Como explica James D. Sargent, director de esta investigación presentada en el marco de la Reunión 2017 de las Sociedades Académicas de Pediatría (PAS) que se está celebrando en San Francisco (EE.UU.), «los niños y los jóvenes ven a las estrellas de cine como modelos a seguir. Para las empresas de bebidas alcohólicas, cuando una de las principales estrellas de cine utiliza una marca determinada de alcohol, esa marca se asocia a todas las características que los admiradores jóvenes ven en su ídolo cinematográfico. De ahí que no sorprenda que las marchas que comúnmente se ven las películas son las más que se anuncian con más frecuencia, así como las que suelen consumir los menores».

¿Para todos los públicos?

El objetivo del estudio fue analizar la evolución de la presencia de bebidas alcohólicas en el cine entre los años 1996 y 2015. Y para ello, los autores se centraron en las 100 películas que cada año lograron la mayor recaudación en Estados Unidos –para un total de 1.741 largometrajes.

Los resultados mostraron que la presencia del acohol en las películas creció a un ritmo anual de un 5%, estableciéndose el total acumulado en un 92%. De hecho, no solo el 87% de los 1.741 largometrajes analizados mostraron a los protagonistas bebiendo alcohol, sino que en cerca de la mitad de los casos la marca comercial resultaba totalmente visible.

No creo que las empresas estén haciendo lo suficiente para evitar mostrar el alcohol a la población menor de edad
Samantha Cukier

Pero, ¿qué ha sucedido en el caso de las películas recomendadas para todos los públicos? Es decir, ¿la presencia de alcohol, e incluso de marcas comerciales, también ha sido tan notable? Pues sí. El 85% de los 1.108 largometrajes recomendados para toda la familia mostraron a los actores tomando alcohol –y en el 41% de las situaciones, o lo que es lo mismo, en 533 películas, la marca comercial de la bebida fue totalmente identificable.

Como indica Samantha Cukier, co-autora de la investigación, «el alcohol continúa siendo la droga de elección entre los jóvenes. Nuestro trabajo sugiere que la publicidad del alcohol en las películas crece cada año, lo que es verdaderamente preocupante dado que la exposición del alcohol en el cine ha demostrado, y de forma repetida, asociarse a un futuro consumo de alcohol y a una mayor incidencia de problemas con el alcohol».

Indolencia comercial

En definitiva, y si bien la publicidad del alcohol dirigida a los menores está estrictamente prohibida, parece que las empresas han encontrado una manera ciertamente directa de hacer llegar su ‘mensaje’ a los adolescentes e, incluso, a los niños. Un aspecto preocupante dado que el consumo de alcohol es responsable cada año en Estados Unidos de la muerte de 4.300 personas menores de 21 años –la edad legal para poder beber en el país.

Como concluye Samantha Cukier, «la elevada frecuencia de marcas comerciales de alcohol en las películas dirigidas a los niños y adolescentes plantea cuestiones sobre la adecuación de la autorregulación de la publicidad del alcohol. No creo que las empresas estén haciendo lo suficiente para evitar mostrar el alcohol a la población menor de edad».

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