Los embarazos después de los 40 aumentan el riesgo cardiovascular posterior
Los embarazos después de los 40 aumentan el riesgo cardiovascular posterior - ABC

El embarazo a partir de los 40 incrementa el riesgo de ictus y ataque al corazón años después

Factores como la hipertensión, la diabetes, y el colesterol explican en gran parte este riesgo aumentado con respecto a las mujeres que fueron madres más jóvenes

Madrid Actualizado: Guardar
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Ya se sabía que las mujeres que se quedan embarazadas a partir de los 40 años tienen más posibilidades de sufrir diabetes e hipertensión gestacional, pero un nuevo estudio, presentado este miércoles durante la Conferencia Internacional de Ictus 2016, va más allá y asegura que la maternidad tardía aumenta el riesgo de ictus y ataque al corazón de estas madres añosas tiempo después, con respecto a aquellas que tuvieron los hijos más jóvenes.

«Ahora sabemos que ser madre más tarde también tiene consecuencias en la salud futura», señala Adnan I. Qureshi, autor principal del estudio y director del Zeenat Qureshi Stroke Institute en St. Cloud, Minnesota. Este experto considera el hallazgo de suma importancia, en el marco de una sociedad donde cada vez más mujeres eligen tener hijos cumplidos los cuarenta.

Los investigadores revisaron los datos de 72.221 mujeres, de entre 50 y 79 años, participantes en el Women's Health Initiative Study, uno de los estudios más amplios sobre salud femenina en EE.UU. De ellas, 3.306 reportaron embarazos a los 40 o más, y se compararon sus ratios de ictus, ataque al corazón y fallecimientos por enfermedad cardiovascular durante los siguientes 12 años, con aquellas que tuvieron embarazos cuando eran más jóvenes.

Los resultados mostraron que, en las madres añosas, el riesgo de isquemia cerebral (interrupción del flujo sanguíneo a una parte del cerebro), el tipo de ictus más común, aumentaba del 2,4 al 3,8%; la hemorragia cerebral (rotura de una arteria o vena cerebral) del 0,5 al 1%; el ataque al corazón, del 2,5% al 3%; y la muerte por todos los tipos de enfermedad cardiovascular del 2,3 al 3,9%.

Cuando los investigadores revisaron los factores de riesgo conocidos para la enfermedad cardiovascular, incluyendo presión arterial alta, diabetes y colesterol alto, encontraron que éstos explicaban la mayor parte del aumento del riesgo al que se enfrentan las mujeres embarazadas más mayores. Sin embargo, no daban respuesta a la relación entre embarazo tardío y hemorragia cerebral. Los investigadores consideran que esta última asociación necesita de un estudio más exhaustivo.

Curiosamente, uno de los factores de riesgo cardiovascular que no aumentó en las madres añosas fue el tabaco. Los datos del estudio señalaron que las mujeres de más edad tenían menos tendencia a fumar que las más jóvenes. En este sentido, hay que recordar que el tabaco es uno de los hábitos que se recomienda erradicar cuando se busca un embarazo, puesto que fumar provoca que tanto el útero como los ovarios no se irriguen de manera adecuada, lo que disminuye la fertilidad y, por tanto, las posibilidades de concebir. Además, si se fuma mucho, hay más probabilidades de sufrir abortos, gestaciones extrauterinas y otras complicaciones.

«Las mujeres con un embarazo tardío deben ser conscientes de su riesgo incrementado y tomar medidas para mejorar su salud cardiovascular. Y sus médicos deben permanecer vigilantes años después, monitorizando los factores de riesgo de estas mujeres para prevenir el ictus y otros accidentes cardiovasculares», aconseja Qureshi.

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