El estilo de vida condiciona el efecto de la vitamina E sobre el riesgo de neumonía
El estilo de vida condiciona el efecto de la vitamina E sobre el riesgo de neumonía - WIKIPEDIA
NEUMONÍA

La vitamina E puede reducir hasta un 69% el riesgo de neumonía en los mayores

Para ello no hay que fumar y hay que realizar ejercicio, o si no esta vitamina E podría aumentar en hasta un 68% la probabilidad de padecer la enfermedad

MADRID Actualizado: Guardar
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La neumonía es una enfermedad del sistema respiratorio generalmente causada por un agente infeccioso que, de no tratarse a tiempo, puede resultar mortal, muy especialmente en los niños y los mayores. De hecho, la Sociedad Americana de Neumología (ATS) alerta que la neumonía es la principal causa de mortalidad entre las personas mayores de 65 años que, por la causa que sea, requieren ser hospitalizadas. La buena noticia es que, como muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Helsinki (Finlandia), tomar suplementos de vitamina E –o ‘alfa-tocoferol’– reduce en hasta un 69% el riesgo de desarrollar neumonía en las personas mayores. Pero para ello, resulta crucial que practiquen ejercicio y, sobre todo, que no fumen.

Como refiere Harri Hemilä, director de esta investigación publicada en la revista « British Journal of Nutrition

», «nuestro trabajo muestra que el efecto de la vitamina E sobre los resultados de salud puede depender de las características de la población y de sus estilos de vida. Por lo tanto, una única estimación universal sobre el efecto de la vitamina E podría ser significativamente engañosa para algunos grupos de población».

No hay que fumar

Para llevar a cabo el estudio, los autores analizaron el efecto de la vitamina E sobre el riesgo de neumonía a partir de los resultados del Estudio del Alfa-Tocoferol y del Beta-Caroteno para la Prevención del Cáncer (ATBC), ensayo aleatorizado de gran tamaño llevado a cabo en Finlandia entre los años 1985 y 1993 y en el que 898 del total de 29.133 varones con edades comprendidas entre los 50 y los 69 años acabaron desarrollando neumonía.

Los participantes fueron divididos en cinco grupos en función de su consumo –desde nulo a desmesurado– de tabaco y de la práctica de ejercicio físico. Y de acuerdo con los resultados, la vitamina E aumentó en hasta un 68% el riesgo de neumonía en los participantes con mayor exposición al tabaco –esto es, los fumadores más empedernidos– y que no realizaban ningún ejercicio. Una combinación que compartió hasta un 22% de la muestra.

No debe recomendarse la suplementación con vitamina E en toda la población general con objeto de mejorar el sistema inmune
Harri Hemilä

Por el contrario, la vitamina disminuyó en un 69% la probabilidad de neumonía en aquellos varones que, con la menor exposición al tabaco registrada en el estudio, practicaban ejercicio de forma regular en su tiempo libre. Un binomio saludable del que solo disfrutaba el 7,6% de los participantes del estudio.

Como refiere Harri Hemilä, «casi toda la variación observada en el efecto de la vitamina E sobre el riesgo de neumonía en los cinco subgrupos se explica por diferencias reales en el efecto de la vitamina en lugar de por la variación aleatoria. Nuestros hallazgos refutan que hay un efecto uniforme de la suplementación con vitamina E sobre el riesgo de neumonía».

Recomendación pendiente

Por lo general, siempre se ha asumido que los nutrientes, caso de las vitaminas, tienen un efecto uniforme o prácticamente ‘universal’ en toda la población. Tal es así que, en opinión de los autores, el alto grado de heterogeneidad en el efecto de la vitamina E sobre la neumonía tiene implicaciones muy importantes. Por ejemplo, los efectos de la vitamina E observados en los metanálisis, dado que derivan de la revisión de estudios llevados a cabo con muestras de participantes heterogéneas, podrían no ser válidos para un gran número de grupos poblacionales. De hecho, y dado que parece que el efecto de esta vitamina se ve alterado por distintas variables –en el caso concreto de este nuevo estudio, por el tabaco y el ejercicio–, «es evidente –puntualizan los autores– que estos efectos deberían ser investigados de forma separada en cada grupo poblacional que presente esas características».

Entonces, y cuando menos en los que respecta a la neumonía, ¿hay que dar o no suplementos de vitamina E? Pues la verdad es que no se sabe. Y es que el conocimiento sobre a quién podría beneficiar es muy limitado.

Como concluye Harri Hemilä, «sugerimos que la vitamina E no se recomiende a toda la población general para mejorar el sistema inmune. Y asimismo, aún hacen falta más estudios sobre esta vitamina en los varones mayores no fumadores y que practican ejercicio en su tiempo libre».

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