La inmunoterapia combinada anuncia un cambio en el tratamiento de la leucemia linfocítica crónica

La LLC es la leucemia más frecuente en los países occidentales, suponiendo el 30% de todas las leucemias. Afecta sobre todo a personas de sexo masculino por encima de 60 años, aumentando la incidencia conforme aumenta la edad

El rituximab más ibrutinib logra que los pacientes con leucemia linfocítica crónica estén libres de la enfermedad durante más tiempo Archivo

R.I.

Una combinación de dos medicamentos -rituximab más ibrutinib- logra que los pacientes con leucemia linfocítica crónica estén libres de la enfermedad durante más tiempo que con el tratamiento el estándar actual, según un ensayo clínico de fase 3 realizado en más de 500 participantes. Los investigadores, cuyo trabajo se publica en «The New England Journal of Medicine» , creen que es probable que los resultados de este estudio cambien la forma en que se trata a la mayoría de las personas con este tipo de cáncer de sangre en el futuro.

«Estos resultados conducirán al tratamiento de la leucemia linfocítica crónica a una nueva era», destaca Tait Shanafelt , de la Universidad de Stanford (EE.UU.) y autor de la investigación. «Hemos descubierto que esta combinación es más efectiva y menos tóxica que el estándar de atención anterior para estos pacientes. Parece probable que, en el futuro, la mayoría de los pacientes puedan renunciar a la quimioterapia por completo».

Hemos descubierto que esta combinación es más efectiva y menos tóxica que el estándar de atención anterior para estos pacientes. Parece probable que, en el futuro, la mayoría de los pacientes puedan renunciar a la quimioterapia por completo

La LLC es la leucemia más frecuente en los países occidentales, suponiendo el 30% de todas las leucemias. Afecta sobre todo a personas de sexo masculino por encima de 60 años , aumentando la incidencia conforme aumenta la edad. Es una enfermedad causada por una producción por la médula ósea de linfocitos anómalos, que acaban acumulándose en la sangre, médula ósea, ganglios linfáticos, hígado y bazo. Una enfermedad en la que los pacientes en fase avanzada –o de ‘alto riesgo’, en la que el número de linfocitos acumulados es muy elevado– cuentan con muy pocas opciones terapéuticas eficaces y, por ende, con una corta esperanza de vida corta.

Tait Shanafelt Stanford

Actualmente, los pacientes que pueden tolerar un tratamiento agresivo son tratados por vía intravenosa con una combinación de tres medicamentos, dos de los cuales, la fludarabina y la ciclofosfamida, destruyen las células sanas y enfermas al interferir con la replicación del ADN, y otro, rituximab, que se dirige específicamente a las células B que ‘alteran’ en la enfermedad. El problema es que la fludarabina y la ciclofosfamida pueden causar efectos secundarios significativos que incluyen complicaciones sanguíneas graves e infecciones potencialmente mortales que son difíciles de tolerar para muchos pacientes.

No me había dado cuenta de lo cansado que estaba. Mis ganglios linfáticos estaban tan hinchados que me era imposible abrochar el botón superior del cuello de mi camisa

La nueva terapia combina rituximab con otro medicamento, ibrutinib, que también se dirige específicamente a las células B.

Descripción del ensayo

En el ensayo, 529 participantes con leucemia linfocítica crónica recién diagnosticada fueron asignados aleatoriamente a recibir seis ciclos de ibrutinib y rituximab, seguidos de ibrutinib hasta que su enfermedad progresara, o seis cursos de quimioterapia tradicional que consiste en los medicamentos fludarabina, ciclofosfamida y rituximab.

Los investigadores siguieron a cada uno de los participantes durante casi tres años y registraron la duración de su ‘ supervivencia libre de progresión’ o el período durante el cual su enfermedad no progresó y su supervivencia general.

La nueva terapia es más efectiva y mejor tolerada. Esto representa un cambio de paradigma en la forma en que estos pacientes deben ser tratados

«Vi una mejora en mis síntomas a las dos semanas de comenzar el tratamiento, con pocos o ningún efecto secundario», afirma en un comunicado Dan Rosenbaum, uno de los pacientes del estudio. «No me había dado cuenta de lo cansado que estaba. Mis ganglios linfáticos estaban tan hinchados que me era imposible abrochar el botón superior del cuello de mi camisa».

Los investigadores encontraron que el 89,4% de los participantes que recibió la combinación experimental no experimentaron progresión de la leucemia al cabo de tres años, frente al 72.9% de los que fue tratado con la quimioterapia tradicional.

También vieron una diferencia estadísticamente significativa en la supervivencia entre los dos grupos; el 98,8% de las personas tratadas con la combinación seguía viva después de tres años versus el 91,5% de los que había recibido el tratamiento tradicional.

«Esta es una de esas situaciones que no solemos tener en el tratamiento del cáncer -señala Shanafelt-. La nueva terapia es más efectiva y mejor tolerada. Esto representa un cambio de paradigma en la forma en que estos pacientes deben ser tratados».

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