Visión alterada en un paciente con DMAE
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DMAE

Confirmada la eficacia a largo plazo de un nuevo tratamiento contra la degeneración macular

El 50% de los pacientes con DMAE exudativa tratados con bevacizumab o ranibizumab mantienen una agudeza visual de 20/40 tras 5,5 años de terapia

MADRID Actualizado: Guardar
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La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es una de las principales causas de pérdida de visión en la población mayor de 50 años. De hecho, y junto al glaucoma y las cataratas, constituye la primera causa de ceguera en todo el mundo. Y es que aún a día de hoy no existe ningún tratamiento que cure la enfermedad. Sin embargo, los pacientes cuentan desde hace 10 años con los inhibidores del factor de crecimiento del endotelio vascular (VEGF), fármacos originalmente desarrollados para tratar el cáncer y que logran que los afectados mantengan una notable agudeza visual. Además, como muestra un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania en Filadelfia (EE.UU.), el tratamiento de la DMAE con estos inhibidores del VEGF, fundamentalmente bevacizumab y ranibizumab, es eficaz a largo plazo.

Concretamente, la DMAE es una enfermedad progresiva originada por la muerte de los fotorreceptores –esto es, las células sensibles a la luz– de la retina, muy especialmente de aquellos localizados en la mácula: el área de la retina responsable de la agudeza de la visión central, indispensable para realizar actividades básicas cotidianas como la lectura. Por tanto, y según van pasando los años, la agudeza visual se va deteriorando hasta que se pierde la visión. Sin embargo, como demuestra este nuevo estudio publicado en la revista « Ophthalmology», los inhibidores del VEGF permiten que, transcurridos ya 5,5 años desde el inicio del tratamiento, hasta un 50% de los pacientes mantenga una agudeza visual de 20/40 o mejor en el ojo u ojos afectados por la DMAE.

Leer o conducir sin gafas

Pero, ¿qué quiere decir este 20/40? Pues indica los valores que se obtienen en el examen de agudeza visual. Se considera que las personas con visión normal tienen una agudeza de 20/20, esto es, que pueden leer desde una distancia de 20 pies –6 metros– la línea de letras que, con un tamaño considerado ‘normal’, figuran en las tablas optométricas de las consultas de los oculistas. Así, una agudeza de 20/40 supone que se tiene la agudeza para leer la línea de letras que una persona con una visión normal vería desde 40 pies –12 metros–. Y si bien este 20/40 no parece mucho, es suficiente para, por ejemplo, poder leer el periódico o conducir sin tener que utilizar gafas.

Como explica Maureen G. Maguire, directora del estudio, «la buena noticia es que los pacientes tienen a día de hoy una visión mucho mejor de la que hubieran soñado hace una década. Sin embargo, todavía hay un considerable porcentaje de pacientes en los que los resultados a largo plazo no son buenos, por lo que necesitamos mejores tratamientos».

Los pacientes tienen hoy una visión mucho mejor de la que hubieran soñado hace una década
Maureen Maguire

Por tanto, el avance que han supuesto estos anti-VEGF es considerable. Y es que hasta la aprobación en 2004de estos fármacos para su uso en la DMAE, los tratamientos disponibles no ayudaban a los pacientes. Especialmente a aquellos con DMAE ‘exudativa’ o ‘húmeda’, la forma más grave de la enfermedad y caracterizada por el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en o bajo la retina que interfieren con la visión. Y como consecuencia de esta forma de DMAE, no solo los pacientes no tratados pierden la mayor parte de su visión central en un ojo en solo 1-2 años, sino que cerca de la mitad de los afectados pierde visión en el segundo ojo en un plazo de 5 años.

Beneficio, que no cura

En el estudio, los autores evaluaron la eficacia tras 5,5 años del tratamiento con bevacizumab o ranibizumab en 647 pacientes con DMAE húmeda. Y de acuerdo con los resultados 321 (49,6%) mantuvo una agudeza visual de al menos 20/40 en el ojo afectado.

En este contexto, debe tenerse en cuenta que antes del uso de estos inhibidores del VEGF, menos de un 15% de los afectados alcanzaba esta agudeza de 20/40 tras dos años con terapia fotodinámica –el tratamiento convencional hasta hace una década.

Sin embargo, no todos los pacientes se beneficiaron del tratamiento a largo plazo con los anti-VEGF: la tasa de participantes con una agudeza visual de 20/40 se redujo de un 70% a los dos años hasta el 49,6% a los 5,5 años; y el índice de pacientes con una agudeza de 20/200 –parámetro considerado como ‘ceguera’ desde un punto de vista legal– creció de un 5% a los dos años a un 20% tras 5,5 años.

Como destaca Maureen Maguire, «cuando tratamos por primera vez a los pacientes con DMAE exudativa una vez se había constatado que habían perdido algo de visión, por lo general acabaron ganando dos líneas de agudeza visual en las tablas optimétricas. Pero en este estudio hemos observado que es entre el segundo y el quinto año de tratamiento con anti-VEGF cuando pierden gran parte de esta mejoría. Sea como fuere, de no haber sido tratados nunca hubieran experimentado ninguna mejoría y su visión se habría deteriorado irremisiblemente».

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