Arahal

Las últimas lluvias engordan la aceituna y aumentan los jornales en la campaña del verdeo en Arahal

La reciente gota fría dejó en los campos de Arahal más de 80 litros por metros cuadrado, lo que ha hecho posible que se revitalice el olivar

Aceituna manzanilla medida por un escalímetro para saber el tamaño después de la lluvia caída en la zona C. G.

C. González

La lluvia caída estos últimos días en la provincia de Sevilla viene cargada de riqueza para los pueblos olivareros, como Arahal. El volumen de la aceituna ha aumentado casi en un 20 %, lo que ha mejorado el tamaño y el precio en poco más de una semana.

Las matemáticas desde hace unos días benefician a los agricultores. Hasta que no han llegado las lluvias, en un kilo de aceitunas manzanilla entraban de 290 a 300 aceitunas . A día de hoy no llegan a 260. La aceituna ha engordado tanto en tan poco tiempo que parece hasta mentira.

El agua parece bendecida, comentan algunos agricultores. Aunque su tardanza ha provocado que sólo se pueda recuperar un 70% de las fincas de olivar . Estas lluvias han beneficiado sobre todo a los olivares con menos cargas.

Francisco Manuel Fernández, ingeniero agrónomo y agricultor, comenta que ha sido «espectacular sobre todo para aquellos olivos que estaban más claritos y a los que el agricultor ha echado de comer, es decir ha abonado».

Las precipitaciones han llegado tarde retrasando la campaña casi un mes. Las aceitunas que se carga en estos días en remolques o carros dirección a la Sociedad Cooperativa Labradores La Campiña y a los puestos de compra venta han mejorado considerablemente su aspecto. «Las tierras necesitaban tiempo y agua» , resume este joven agricultor.

Francisco Rodríguez, otro de los agricultores de Arahal, uno de los propietarios del primer olivar ecológico del municipio, explica que el olivar de riego ha aprovechado menos el agua de lluvia caída en los últimos días porque concentran sus raíces en el bulbo húmedo , es decir la zona en la que cae el goteo todo el año.

«La primera consecuencia si no hubiera llovido es que el verdeo se habría cortado radicalmente porque la aceituna no tenía calidad para cogerla», comenta un agricultor

No obstante, los primeros diez litros no supusieron prácticamente beneficio. Pero el fin de semana de la gota fría, los campos de Arahal recibieron más de 80 litros por metros cuadrado , lo que ha hecho posible que «el jugo entre más hondo» y revitalice el olivar.

Darse una vuelta estos días por cualquiera de los pagos del municipio es comprobar que el bosque mediterráneo, al que pertenece esta variedad de árbol milenario, se ha convertido en un museo del olivar.

Para Francisco Rodríguez, el cuidado del olivo todo el año es esencial para aprovechar la lluvia . Si se ara profundamente, se pierden las raíces superficiales del olivo y tiene que llover más para que el agua llegue a producir el efecto esperado.

«El agua suele calar a 1 centímetro por segundo» , comenta este agricultor que ha realizado en estos días un estudio sobre los efectos del agua de lluvia en el olivar de la zona.

Las conclusiones más visibles de este estudio indican que la producción de aceituna manzanilla es de tal calidad que con el escalímetro en la mano, esta variedad tiene apariencia de otra de más tamaño, la gordal . 14 milímetros por aceituna manzanilla con una piel tan fina que, dicen estos agricultores, «hasta emociona cogerlas con la mano».

La piel suave de la manzanilla denota su calidad C. G.

Según los primeros resultados de este estudio, la aceituna ha aumentado de volumen en un 20% después de estos días de precipitaciones . «Y esto en peso supondrá un beneficio del 25%, por lo tanto, mejorarán los precios», concreta.

La calidad de la aceituna es esencial para marcar los precios y para que el agricultor decida entre recogerla en verdeo o dejarla en el olivo para que madure para elaborar aceite . De hecho, si no llegan a registrarse las lluvias, al menos el 50 por ciento de la producción tendría este destino.

Así lo reconoce Francisco Manuel Fernández: «La primera consecuencia si no hubiera llovido es que el verdeo se habría cortado radicalmente porque l a aceituna no tenía calidad para cogerla , era más productivo si se dejaba para aceite».

Pero la primera consecuencia de esta decisión hubiera sido la reducción de jornale s en esta campaña agrícola, la más importante del año en el municipio y resto de la comarca de la Campiña sevillana. Gracias al cambio en las condiciones meteorológicas de estos días, el verdeo continuará como mínimo un mes más.

Además, la mejora de la producción conlleva mantener los altos índices de calidad del producto cuando está ya en marcha la Indicación Geográfica (IGP). Se trata de una figura de calidad que distinguirá el producto con marca de excelencia, evitando los fraudes en el etiquetado que actualmente existen en el mercado.

Esta semana vuelve a llover y, a pesar de que el retraso del verdeo a causa del agua puede traer otras amenazas, como la presencia de la mosca o las heladas , los agricultores prefieren que siga lloviendo.

«Nunca diré no a la lluvia, que llueva lo que tenga que llover, el campo lo necesita y nunca se sabe cómo será la próxima primavera», sentencian estos agricultores.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación