El regalo que el joven Pedro no esperaba tras mediar el alcalde de Carmona

Iba a ser un día feliz para el joven jinete Pedro Camacho Gavira . Participaba con sus compañeros en la exhibición ecuestre en la feria Agroporc de Carmona. Estuvo entrenando toda la tarde con su caballo Flamenco, pero cuando acabó y lo llevaba a la cuadra el animal se encontró mal, cayó al suelo y murió de un infarto . El disgusto de Pedro fue enorme, pero la historia ha tenido en estos días un giro solidario que ha devuelto la ilusión por la hípica a este jinete, que ahora tiene un nuevo compañero.

Pedro tiene trece años y es una joven promesa de la doma clásica. En su casa se respira amor por los caballos, su padre y su hermano mayor montan y su afición creció sobre todo en el Club Hípico Al Tranco . Allí va casi todos los días, «menos cuando hay examen» y trabajaba desde los ocho años con un mismo caballo, su querido Flamenco. «Un caballo de escalera con gran carácter, con mucho corazón y siempre con ganas de trabajar con su jinete», como lo define una de las responsables del club. Un ejemplar con el que su jinete había alcanzado una gran simbiosis.

Con él, Pedro ha participado en muchas competiciones a pesar de su corta edad y ha logrado triunfar en la Copa Andalucía de Doma Clásica . El jueves de la semana pasada sus compañeros dieron forma a una excelente exhibición en la Feria Agrícola y Ganadera de Carmona. Le ofrecieron montar en otro caballo para participar en ella. Pero no quiso hacerlo sin su Flamenco. La exhibición terminó con un homenaje a Pedro y a su caballo . Con sus lágrimas y con las de la gente del club.

El alcalde de Carmona, Juan Ávila , cerró el acto y quiso arropar también al joven jinete con palabras de ánimo. En esos tres días, cuenta su padre, lo había pasado muy mal. Al alcalde no se olvidaba el desconsuelo del pequeño así que quiso buscar una solución. Llamó al propietario de la yeguada de Carmona Torreluna , propiedad de Luis Castell , y le contó lo ocurrido. La historia de Pedro caló también aquí y la yeguada se comprometió a regalar un caballo a Pedro. Hace unos días fue al club sin saber nada y allí encontró a su nuevo caballo: Conguito . Un excelente ejemplar de raza española, con tres años y de capa castaña.

Ya ha empezado a trabajar con él. «Me queda un camino largo para hacerme con el caballo y que él se haga a mí», explica Pedro. Lo primero, darle cuerda en la pista, que es lo que hace estos días y luego, empezar a montarlo. Pero su afición está a prueba de dificultades y de retos. Le apasiona la doma clásica, que considera «la base de todas las demás» .

No llegará a poder participar con Conguito en la Copa Andalucía de Doma Clásica, que se celebra en su propio club en octubre. Participará con el caballo de su hermano , pero con Conguito tiene por delante un gran horizonte en el mundo de la hípica en el que ha encontrado, además de una actividad que le relaja y el aporta valores como la responsabilidad con el cuidado de un animal o la constancia, una gran familia de personas que cómo él aman los caballos.