CULTURA

Los Palacios y Villafranca pierde al escritor Miguel Roldán, destacado hombre de la cultura

Fue corresponsal de ABC durante más de diez años (1963-1973)

Roldán en la presentación de su último libro, el 19 de diciembre de 2011

Julio Mayo

Don Miguel Roldán Roldán (1931-2018), se llevó toda la vida buscando el adjetivo adecuado para definir cada nombre , cada situación descrita.

No hay un escritor que haya relatado con tanta sutileza nuestros paisajes de marisma, ni retratado el contexto social de Los Palacios y Villafranca en la época de posguerra como Miguel Roldán, quien, falleció este pasado viernes, a sus 86 años, después de una larga enfermedad.

Desde finales de la década de 1950, este empleado de banca participó de modo activo en la entonces precaria vida cultural de la localidad, como la creación de la primera Biblioteca municipal , el grupo cultural «Marisma», en la que coincidió con Rafael González Palacios y Paco Cabrera; la fundación de entidades como el Casino y la Peña deportiva.

Luego, en la década de 1980, intervino en la organización del Ateneo de Los Palacios , de cuya revista, «El Soberao», fue un destacado colaborador.

Autor del libro «Relatos Palaciegos»

A finales de 2011, salió la última edición de sus «Relatos palaciegos » , libro en el que se reúnen muchos de los artículos publicados por Roldán en la revista ateneísta. La magia narrativa de Miguel reside en la capacidad de envolver escenarios, personajes y objetos mediante la seducción de palabras sugestivas, hábilmente escogidas.

Todo ello salpicado de ingeniosas anécdotas, en las que humanidad e ironía se conjugan con genialidad , de manera que su obra alcanza una universalidad alejada de cualquier localismo.

Si Romero Murube inmortalizó en su libro «Pueblo Lejano» , la villa de las primeras décadas del siglo XX, Miguel Roldán se ocupó de narrar las décadas posteriores a la Guerra Civil.

Precisamente, el relato titulado «La invitada», cuenta el duro castigo al que fue sometida una de las mujeres en aquellos años. Pero su espíritu constructivo le llevó a modelar un lenguaje reconciliador , que le permitió compartir sus proyectos con personas de mentalidad e ideologías distintas a la suya.

Creyó siempre en las letras para enarbolar la lucha y transformar la adversidad en aras del progreso educativo y cultural de su pueblo natal. Por ello, la década que ejerció como corresponsal del diario ABC de Sevilla (1963-1973) , preñó sus artículos de reivindicación y compromiso para paliar las tremendas deficiencias del momento.

En uno de ellos, titulado «Lucha contra el chabolismo», expresa: «...El sonido metálico del palustre partiendo ladrillos suena en el barrio del Matadero como un repique de gloria y de esperanza. Conozco esos amaneceres de un cielo desteñido y cruel que son la burda frazada que cubre a toda una familia ubicada en una sola habitación de cañas repelladas de barro».

El veneno flamenco y gitano atrajo la curiosidad intelectual de Miguel, quien participó también en la formalización de la peña flamenca «El Pozo de las Penas» , así como en la constitución canónica de la Hermandad del Rocío de Los Palacios y Villafranca, en 1972.

Su constante compromiso social, lo acompañó de otras inquietudes e iniciativas políticas que desarrolló con la llegada de la Transición democrática.

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