LORA DEL RÍO

El hombre que «susurraba» a los cristales para tallar obras de arte

Un cristalero expone una muestra donde combina el cristal y los animales de caza

Juan Miguel Gómez Cárceles, en la sala donde expone esta muestra L. G.

LAURA GARRIDO

El loreño Juan Miguel Gómez Cárceles tiene una afición poco habitual y poco vista en el municipio. Talla, de forma artesanal, en cristal plano y cuernos de venado, creando auténticas obras de arte.

En un principio, el motivo principal de estas creaciones son los animales de caza retratados vivos , ya que el autor es también un aficionado a la caza. En relación a la talla en cuernos de venado, quiere dejar claro desde el principio que, en ningún momento, los venados sufren maltrato animal, ya que las cuernas las recupera del campo, aprovechándose del desmogue, proceso natural por el cual estos animales mudan sus cuernas.

Desde el pasado 6 de octubre expone, por primera vez, sus obras en la sala municipal de El Bailio de Lora del Río , una muestra inédita en el municipio y una experiencia con la que el autor que se muestra muy satisfecho y contento.

«He hecho esta exposición para que mis vecinos vean mi trabajo y vean que se hacen cosas en Lora», manifestó. La muestra permanecerá abierta hasta el domingo 15, de 11 a 13.30 y de 18 a 20.00 horas; domingo tarde, cerrado.

La exposición está compuesta por una treintena de obras que representan venados, perdices, jabalíes, galgos, podencos etc., pero se puede encontrar también obras con temas de toros, caballos, y uno de la ermita de Setefilla.

«Son creaciones ambientadas en la naturaleza, el mundo de la caza y las tradiciones de nuestro pueblo», destacó Juan Miguel. La talla se realiza en una de las caras del cristal y sobre fondo negro, quedando el grabado con finas líneas blancas que, a simple vista, pareciera pintado y que son las que definen los matices y tonos diferentes del tema.

Tuvo su primer contacto con esta técnica del tallado a los 17 años. Su madre le regaló un grabador de pilas y empezó a tallar pero lo dejó aparcado enseguida porque esta herramienta no tenía la potencia suficiente para lo que él quería conseguir. Hace tan sólo siete años lo retomó de forma autodidacta.

Cristalero de profesión, ha sabido aprovechar el material con el que se desenvuelve a diario de manera artística, usando esta técnica que tiene una gran complejidad debido a la dureza del cristal y que requiere de mucha concentración. En realizar una obra puede tardar un mínimo de seis horas.

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