Campina sevillana

Un gimnasio de Arahal regentado por un policía local ofrece clases de defensa personal gratis a las mujeres

El crimen de Laura Luelmo en el municipio onubense de El Campillo ha provocado una reacción entre las vecinas arahalenses

Varias mujeres reciben clases de defensa personal en el gimnasio que regenta José Carlos Brenes, policía local C. G.

C. González

El crimen de la profesora zamorana Laura Luelmo , además de desatar en la última semana oleadas de comentarios de indignación en la redes y muestras de solidaridad con la familia, ha removido el sentido de prevención en muchas asociaciones y vecinos, sobre todo aquellos que practican a menudo algún deporte.

En Arahal, José Carlos Brenes, policía local de Arahal y propietario del gimnasio Brenesport ha organizado esta semana cursos gratuitos de defensa personal dirigido principalmente a mujeres, donde les ha enseñado técnicas básicas de deefensa.

Después de anunciarlo en las redes sociales, han llamado mujeres de varios pueblos del entorno , como Utrera, El Coronil, Morón de la Frontera, Paradas y Marchena. Tuvo que parar de recibir solicitudes sobre todo por la propia capacidad de las instalaciones.

Así es como 25 mujeres, algunas acompañadas de sus hijas adolescentes, han iniciado un taller en el que han practicado técnicas de defensa personal . Han aprendido cómo deshacerse de alguien que intenta cogerla por el cuello, agarrarla por una mano o cogerla por detrás.

José Carlos Brenes, junto con dos alumnos y una alumna de sus clases de karate ( todos cinturón negro de karate ), se dividieron para atender al grupo explicándoles que la rápida reacción era una de las primeras bazas de la defensa personal.

« Al agresor lo coges por sorpresa y te da tiempo de huir », explicaba el monitor. En este sentido, y después de comprobar la preocupación de las madres con sus hijas, este policía local ha anunciado que organizará otro taller solo para adolescentes .

«Poco se puede hacer ante estos criminales salvo prevenir y estar preparadas », opina Brenes quien no esperaba que hubiera tantas mujeres interesadas en el taller.

«Ha sido una sorpresa. Durante varios días no han parado de llegar mensajes y llamadas para apuntarse al curso , la pena es que las instalaciones tienen un límite». Pero indica que seguirá organizando este tipo de talleres porque ha captado la preocupación de la sociedad.

Correr acompañada

En este mismo sentido, un club de atletismo ha decidido actuar para que las mujeres estén protegidas. Así es como el emblemático Club Ohmio de Arahal (fundado en 1982) ha abierto sus instalaciones a toda persona que quiera practicar el atletismo, aunque no sea socio, y está organizando grupos dispuestos a correr al mismo ritmo acompañando a cualquiera que quiera seguir practicando este deporte.

Rosario Serralbo es una atleta de Arahal con premios para los que ya no tiene huecos en las estanterías. Ella lleva tiempo ya tomando sus propias medidas de precaución . «Últimamente no voy sola casi nunca, me adapto a un grupo del Club Ohmio y salimos al menos cuatro tardes en semana», comenta. Ella antes salía sola y «cuando iba por un camino y veía un coche que no conocía junto a algún olivar, me volvía».

Un grupo de hombres acompañan a una atleta para que no corra sola C. G.

Así como poco a poco dejó de salir sola. Ahora su club ha decidido ofrecer al resto de la población lo mismo que a sus socios para que nadie deje de practicar este «bello deporte» .

Todo surgió después del crimen de Laura Luelmo . Un profesor que está en el club dijo que sería interesante ofrecérselo a aquellos profesores que están destinados en Arahal , pues no conocen a mucha gente en el pueblo. De este sector, algo más sensibilizado con el tema porque Laura era profesora, pasó al resto. Si se iba a hacer algo así, era necesario extenderlo a toda la población.

De esta manera, cada tarde se reúnen a partir de las 17.30 horas en las instalaciones, situadas junto a la A92, detrás del Servicio de Emergencias 061.

Los interesados puede ir y además pueden utilizar la sala de máquinas y acoplarse a uno de los grupos que salen a distintas horas de la tarde y correr acompañados tal como hace esta atleta local. «A veces cuando me quedo un poco atrás siempre se queda alguno conmigo, nunca me dejan sola», cuenta Rosario Serralbo.

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