La espectacular bajada de las campanas de Santa María de Carmona

Se han retirado ocho, la más grande con 1.200 kilos de peso para restaurarlas y mejorar la instalación y el campanario

Una grúa de grandes dimensiones ha bajado las campanas que serán restauradas en Jaén ABC

Alberto Mallado

La iglesia de Santa María de Carmona ha sido el escenario de una espectacular y compleja operación . Se han bajado ocho campanas de la torre para proceder a su limpieza y restauración. A la vez se realizará una intervención en el campanario para mejorar su estado, así como los elementos de sujeción de las campanas y el sistema de toque y volteo.

A primera hora de la mañana un camión de grandes dimensiones entró por la Puerta de Córdoba, el único acceso para este tipo de vehículos al casco histórico. Con una gran grúa fue procediendo a la bajada de las campanas. Al llegar al suelo un grupo de expertos ha realizado un primer estudio de las campanas, viendo su estado, y fotografiándolas para hacer un diseño en 3D de las mismas que facilite su estudio.

La más grande es la campana de Santa María. Nada menos que 1.200 kilos de metal que han surcado el cielo de Carmo na. Ya en el suelo ha ofrecido algunos datos y la promesa de una investigación que puede aportar mucho a la historia de la torre y del templo. Tiene una hendidura en el labio de la campana que no supone un riesgo pero que indica que en algún momento se cayó y sufrió un golpe. Esta y otras campanas presentan además inscripciones que servirán para investigar quienes son los fundidores.

La torre campanario de Santa María ofrece un buen número de interrogantes a los historiadores. El primer cuerpo presenta una robustez que no cuadra con el conjunto y que parece indicar la existencia de una construcción anterior. Se piensa que pudiera pertenecer a la antigua mezquita a la que sustituyó el templo cristiano, aunque no es la única hipótesis. La fisonomía actual de los cuerpos superiores no se define hasta 1893. Del proceso constructivo anterior hay pocos datos. Ahora se intenta conocer algo más, ya que hay campanas cuya fabricación es anterior a esa fecha y a la fotografía de Bonsor de 1885 en la que también se aprecian cambios respecto a su imagen actual.

La intervención ha permitido además localizar la antigua matraca, que podrá restaurarse y ponerse en uso. Es un elemento de madera al que golpeaban unos martillos produciendo un sonido seco y luctuoso. Se empleaba durante el triduo pascual en Semana Santa, ya que en esas fechas no se podía hacer sonar las campanas. También ha aparecido un antiguo yugo que quedará musealizado y que servirá para la construcción de nuevos yugos de madera para las campanas que sustituirán a los metálicos que ahora tienen algunas y que corresponden a una intervención reciente.

Las campanas han partido para la localidad de Torredonjimeno, en Jaén donde se encargará de su limpieza y restauración la empresa especializada en esta materia Campanas Rosas. Será una actuación poco invasiva ya que se quiere conservar la pátina de las campanas para que no pierdan la sonoridad que tienen.

Para realizar todo el proceso se ha creado un equipo multidisciplinar con expertos en diversas materias. Entre ellos figuran Antonio García Baeza como historiador, el arquitecto Gabriel Rodríguez, el aparejador Germán Pérez, el también historiador Rafael Morales y Planea Producciones que documenta el proceso que quedará recogido junto a la investigación que se realiza en paralelo en un documental.

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