Podrá conocerse sobre el terrreno la excavación arqueológica de la Plaza de San José/A.M.
Podrá conocerse sobre el terrreno la excavación arqueológica de la Plaza de San José/A.M.
Patrimonio

Carmona abre las puertas de su patrimonio más escondido

Programa visitas a lugares de difícil acceso como el Santuario de San Felipe o la Cueva de la Batida

Carmona Actualizado: Guardar
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Junto a los grandes hitos patrimoniales, hay otros elementos que suelen pasar desapercibidos, bien por la dificultad para acceder a ellos, por haberlos ocultado la evolución urbanística y o por permanecer en el olvido colectivo. En Carmona quieren que todos sus tesoros reluzcan, los grandes y los pequeños, los que están en las rutas habituales del turismo y los más íntimos.

Para ello  programa en los meses de julio y agosto, un ciclo de visitas al patrimonio escondido. Una iniciativa que en  los años anteriores ha permitido a muchas personas asombrarse, propios y extraños, carmonenses y de fuera de como la historia y el arte hablan en los lugares más recónditos.

Las propuestas de este año incluyen la Cueva de San Felipe, un santuario romano, excavado en la piedra en el siglo II o I antes de Cristo y que pudo estar dedicado a Hércules.

Un lugar excepcional que conserva varias cámaras y el lugar en el que posiblemente se hicieran las ofrendas. Se descubrió hace unos años junto a la iglesia que le ha dado nombre en  una excavación, pero el santuario se desarrollaba debajo de una vivienda, por lo que se optó por hacer un registro de entrada desde la calle, mediante una escalera que se adentra en el subsuelo, por lo que el acceso sólo puede hacerse en momentos puntuales y de la mano y con ayuda de técnicos.

También se visita la Cueva de la Batida, otro lugar cargado de historia. En realidad un conjunto de cuevas que son fruto de siglos de trabajo para la extracción de piedra con la que  construir los monumentos de Carmona, desde época Romana. Un lugar cargado de magia, donde la mano del hombre ha creado un entorno que bien parece natural y donde asaltan las sorpresas. Es el caso del altar árabe tallado en la piedra y con una inscripción que está por descifrar en su totalidad. Su origen y significado es aún fruto de estudio, se hizo como centro del lugar de retiro de un ermitaño o como altar para los obreros de la cantera. Hay  también otras inscripciones cristianas y la huella de las personas que allí trabajaron.

Las visitas de este año incluyen la iglesia de Santa María, monumental construcción, de proporciones y distribución catedralicias. Lo gigantesco de la edificación y la historia acumulada hacen que aloje elementos poco conocidas y que nuevas investigaciones sigan arrojando datos sobre el templo.

Se ha incluido también la visita a la portada de poniente y la torre de la iglesia de San Bartolomé, aquí la evolución urbana ha cargado el entorno para restar visibilidad a estos elementos que no pueden apreciarse desde la calle.

Por último, también se programan visitas a la excavación arqueológica que se desarrolla en verano en la Plazuela de San José. Allí sucesivas campañas han desvelado varios estratos de uso entre los que destaca el romano. Se han hallado unas termas como varias piscinas y con los hornos empleados para calentar las de agua caliente. Han aparecido además restos de pinturas en la paredes. Todo parece indicar que se trata de unas termas públicas o de una casa de bastante entidad. Además de acercarse a estos elementos, se puede conocer en directo el trabajo de los arqueólogos, sus técnicas y métodos.

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