Tribunales

La Audiencia ordena reabrir la investigación por la muerte de un interno en la prisión de Morón

El tribunal considera «prematuro» dar carpetazo a un asunto sin conocer el informe forense o los testimonios de los funcionarios que presuntamente le dieron una paliza

La muerte del preso se produjo el 8 de junio de 2017 ABC

Silvia Tubio

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla ha ordenado reabrir la investigación por la muerte de un preso que días antes de su fallecimiento le dijo a su madre que había recibido una paliza de manos de varios funcionarios.

El tribunal corrige la decisión acordada por el juzgado de Instrucción 2 de Morón , que dictó un auto de sobreseimiento tras recibir el informe del centro penitenciario que negaba la agresión que había relatado el fallecido. La Audiencia entiende que es «prematuro» dar carpetazo al caso sin haber tenido acceso a la autopsia, las conclusiones del médico forense, el historial clínico del preso o las declaraciones de los funcionarios.

Con esta decisión, devuelve las diligencias al juzgado instructor para que amplíe la investigación y le sugiere como dato de interés «para el esclarecimiento de los hechos» la toma de declaración del compañero de celda del finado, además de las pruebas antes mencionadas como el estudio forense.

La causa tiene su origen en la denuncia de la madre del fallecido, quien asegura que el 23 de mayo de 2017 recibió la llamada de su hijo en la que le comunicaba que había recibido una paliza por parte de un grupo de funcionarios tres días antes. Según el relato que expone la denunciante, la víctima se quejaba de fuertes dolores y presentaba varias fracturas; por lo que acudió a la Policía a poner una denuncia. Cuando le comunicaron el 12 de junio que se habían abierto diligencias, su hijo llevaba varios días muerto. En concreto había fallecido el día 8 de junio y según su madre sin que le hubiera reconocido un médico forense.

Autolesionarse

El informe del centro penitenciario señala que el día de la supuesta agresión, el finado estuvo reclamando la administración de metadona a pesar de que ya había recibido toda la medicación que tenía fijada. Dado el estado de nerviosismo que presentaba los funcionarios trataron de trasladarlo a enfermería y fue cuando el preso se autolesionó. Algo que volvió a repetir cuando lo derivaron a asilamiento después de recibir la asistencia de un médico y de que le pautara otra medicación. El informe recoge que el preso sufrió aquel día contusiones leves en la cabeza y el rostro.

La decisión de la Audiencia Provincial ha sido celebrada por la Asociación Pro Derechos Humanos , que entiende que «un asunto de esta naturaleza requiere una investigación seria y pormenorizada que esclarezca con detalle los acontecimientos que llevaron a la muerte a esta persona», señalan en un comunicado.

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