PARADAS

Alumnos de Paradas aprenden a mediar para acabar con el acoso escolar

Estudiantes del IES San Albino se han convertido en ejemplo para otros centros de la provincia

Estudiantes del IES San Albino han aprendido a resolver conflictos gracias a los mediadores C. G.

CARMEN GONZÁLEZ

De la mano de María Rodríguez Cortés, 52 alumnos del IES San Albino de Paradas se encargan de mediar en conflictos de acoso escolar en este centro educativo. Gracias a ellos, han conseguido que el Ayuntamiento y su área de Juventud sea un ejemplo en la provincia en lo que a buenas prácticas de prevención del acoso escolar se refiere.

Organizado por la Federación Española de Municipios y Provincia (FEMP) se han llevado el primer premio de un concurso contra el acoso escolar, siendo además el único municipio andaluz de menos de 20.000 habitantes que lo ha conseguido.

Paradas cuenta con unos 7.500 habitantes, de los cuales poco más de 400 acuden al IES San Albino y, de ellos, 52 llevan a cabo cada día, desde 2015, una labor de mediación en el centro y lo han hecho con tanto acierto que el mismo método se implanta ya en otro instituto de La Puebla de Cazalla.

El trabajo comenzó como iniciativa del área de Juventud del Ayuntamiento de Paradas, de la mano de una de las técnicas, María Rodríguez Cortés . Mediadora e integradora social, quiso formar a representantes de todos los cursos de Secundaria del IES San Albino para ponerse manos a la obra.

Conflictos graves no existen en este centro pero pequeños que pueden llegar a agresiones fuera de clase son normales en todos los centros y estos son los que hay que evitar para que lleguen a mayores. Este, precisamente, es uno de los objetivos de la mediación.

Cuatro veces al mes

Son c uatro alumnos por curso , desde primero a cuarto de la ESO. Y cada uno trabaja si se presenta un problema con sus propios compañeros. La información puede llegarles desde diferentes vías, pero casi siempre la más directa es por medio de sus iguales, porque conviven con ellos incluso fuera del centro. «Quedan para pegarse o insultarse, se pican y al final hay que intervenir para que no llegue a mayores», dice la mediadora.

María forma a este alumno que hace las funciones de mediador cuatro veces al mes explicándole un protocolo de actuación y varios conceptos claves. El primero es crear una empatía con la persona o personas que forman parte del conflicto.

« Se trabaja con las emociones , ellos deben apoyar a las partes y analizar la situación», explica María Rodríguez. Lo primero es presentar las reglas de mediación, es decir, explicarles que es voluntaria, neutral, confidencial y respetuosa con los alumnos que forman parte del conflicto.

La segunda fase se denomina «Cuéntame» y es aquella en la que los mediadores por separado oyen las versiones de las partes . Tras una reunión y deliberación, vuelven a reunirse, estudian las posibles soluciones y ponen un acuerdo sobre la mesa , sin beneficiar a ninguna de las partes.

A veces, el alumno ya en la fase anterior ha propuesto una solución . Por ejemplo, hace solo unos días, dos alumnos habían quedado para pegarse después de salir de clase. Uno lo insultaba y el otro respondía tirándole cosas diferentes.

En la última etapa, ambos llegan a un compromiso que deben cumplir y lo hacen delante de sus compañeros.

Y una parte importante es que este acuerdo o compromiso se cuelga en el blog del departamento de Convivencia, dirigido por Mariana Serrano. «Lo mejor es que cuando ya llegan a un acuerdo los alumnos implicados se quedan muy tranquilos porque se acaba el conflicto interior », cuenta la mediadora.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación