Comienza el juicio con jurado
El acusado por la muerte de una mujer en Pilas apunta a «un crimen pasional» por el marido de la víctima
El abogado defensor alega que el investigado, que se enfrenta a prisión permanente revisable, fue objeto de «una trampa» para atribuirle los hechos aprovechando su estado psíquico y de embriaguez
El juicio con jurado popular que celebra la Audiencia de Sevilla contra Enrique R.R. por asesinar e intentar violar a Ana María M.M. en marzo de 2017 en la localidad de Pilas ha comenzado este lunes con la constitución del jurado y las alegaciones previas de las partes. En el turno de la defensa, el abogado ha asegurado que su cliente, que se enfrenta a la pena de prisión permanente revisable, es inocente y ha apuntado a « un crimen pasional » por el marido y una pareja sentimental de éste como causa de la muerte de esta mujer de 50 años.
Tanto la Fiscalía como el abogado de la familia de la mujer asesinada han señalado durante sus intervenciones la « mala suerte » que tuvo Ana María M.M., madre de dos hijos, de encontrarse con el acusado, que tras «pincharla en el abdómen e intentar violarla, la mató para que no lo denunciara». Para la acusación, la vida de esta mujer se truncó por «una acción deliberada». El acusado aprovechó su debilidad y por sorpresa acabó con su vida, por ello «pedimos la mayor pena vigente en el Código Penal. Los hechos lo merecen».
Frente a esto, la defensa, que pide la libre absolución, ha manifestado que «la mala suerte la tuvo su cliente al encontrarse con el autor del crimen, pues existe otro autor ».
En este sentido, ha expuesto en su turno de alegaciones previas que "hubo una línea de investigación, que no se siguió, que apuntaba a un crimen pasional por el esposo de la víctima y una compañera sentimental que éste tenía». Además, ha asegurado que durante la vista oral, que continuará este martes con la declaración del encausado, no existen tales pruebas que acrediten su autoría de los hechos.
Así, ha indicado que las acusaciones basan el delito de agresión sexual en grado de tentativa porque el cuerpo apareció semidesnudo, aunque los informes forenses no recojan el intento de agres ión. El abogado defensor, que ha reconocido que se enfrentan a la espadas de Damocles de la prisión permanente revisable, ha insistido en la inocencia del acusado, sosteniendo que la víctima en ningún momento se defendió.
El acusado no escondió el arma. «Salió al camino para pedir auxilio cuando estaba en el campo. ¿Por qué escurrió el bulto si estaba en el campo? », ha planteado la defensa.
A juicio del abogado defensor, Enrique R.R. ha sido objeto de « una trampa » para atribuirle el crimen aprovechando su estado de embriaguez, pues había bebido aquel día, y su estado psíquico. El acusado, en prisión provisional por estos hechos, tiene reconocido un nivel intelectivo inferior para su entorno sociocultural.
Relato de los hechos
Sobre las 7.30 horas del día 12 de marzo, cuando la víctima salió de su domicilio y se dirigió a una parcela de su propiedad ubicada a las afueras de Pilas, fue vista por el acusado, quien entre las 6.00 y las 6.30 horas de ese mismo día « había estado siguiendo sucesivamente» a otras tres mujeres cuando caminaban hacia sus respectivos trabajos, según el relato de los hechos de la Fiscalía.
Entre las 7.30 y las 8.00 horas el acusado, «con el propósito de satisfacer sus deseos de naturaleza sexual, abordó» a la víctima mientras caminaba sola por la zona denominada Camino de Santillán, « tapándole la boca fuertemente con una mano para que no pudiera gritar», todo ello mientras con un objeto «afilado y punzante» que tenía en la otra mano «le daba reiterados pinchazos » en el abdomen, «dirigiéndole de tal modo hacia el interior de la parcela rústica hasta llevarle a un olivar más apartado y solitario».
En dicho lugar, y según el relato de la Fiscalía, el acusado aprovechó «las circunstancias de soledad » del emplazamiento para tirar al suelo y desnudar a la fallecida «con intención de penetrarla» mientras «trataba de someterla, golpeándole en el rostro y esgrimiéndole el objeto afilado y punzante para que se doblegase».
«Al no lograr su propósito y a fin de evitar » que la mujer «pudiera en el futuro prestar testimonio sobre lo sucedido , denunciándolo», el acusado, «con ánimo de matarla», le asestó varias puñaladas en el cuello que finalmente le provocaron la muerte.
Seguidamente, el acusado se deshizo del objeto «afilado y punzante» , que no ha sido hallado, y ocultó tras una teja la cartera de la víctima, tras lo que salió nuevamente al camino y, «con intención de eludir su responsabilidad en los hechos y aprovechando la alarma social que existía en la zona, debido a un precedente intento de rapto de un menor presuntamente por nacionales rumanos con una furgoneta, alertó a unos vecinos manifestando que un grupo de rumanos había agredido a una mujer, matándola y huyendo en una furgoneta, siendo agredido por los anteriores al tratar de prestar auxilio a la víctima».
Por estos hechos, el Ministerio Público, además de pedir para el encausado la pena de prisión permanente revisable por el delito de asesinato y n ueve años de prisión y diez años de libertad vigilada por el delito de agresión sexual en grado de tentativa, solicita en su escrito de acusación en concepto de responsabilidad civil una indemnización de 254.880 euros para el marido y los dos hijos de la fallecida. A este respecto, la familia sólo modifica algunas cuestiones como la petición de 300.000 euros de indemnización y doce años por el intento de violación.
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